Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Brackets: los cuidados cuando se extraen

Usar los retenedores durante el lapso establecido es fundamental. Porque los dientes “tienen memoria”.

   Los tratamientos de ortodoncia con brackets son habituales en niños y adolescentesen los que es necesario corregir una mala alineación de los dientes, ya que sea que las piezas dentales se encuentren amontonadas, muy separadas o torcidas.

   Estos problemas pueden ser heredados, consecuencia de una lesión, pronta o tardía pérdida de dientes o la costumbre de chuparse el pulgar, entre otros motivos.

   En todos los casos, la corrección de la mordedura no solo otorga una bella sonrisa, sino que también evita problemas como caries, enfermedad de encías, pérdida de dientes, desgaste inusual del esmalte dental o problemas de mandíbula.

   El proceso de reacomodamiento de las piezas suele ser largo –unperíodo no menor a un año, pero que habitualmente se extiende por 18 meses– y algo molesto en algunos casos, con lo que el momento de retiro de los aparatos suele ser esperado ansiosamente por sus usuarios.

   Sin embargo, pocas veces se toma en cuenta que el tratamiento no termina con el correcto retiro de este elemento de ortodoncia, ya que los tejidos que sostienen los dientes también deben asentarse hasta mantenerlos en su nueva posición.

   La etapa de los “retenedores”–este es el nombre que reciben los aparatos que se utilizan post retiro de brackets– es la última, y más ignorada, del tratamiento de ortodoncia.

Siempre se mueven

   Los dientes, explica la doctora María Alejandra Coll Mellian, ortodoncista de la Universidad de Maimónides, “se mueven durante toda la vida; si no se usan las retenciones, esa armonía y estabilidad en la sonrisa que se lograron a lo largo de más de un año de brackets se perderán y las piezas volverán a su posición original”.

   Brackets y retenedores

   Existen en el mercado distintos tipos de brackets. 

   Los más habituales son los metálicos, fabricados en acero, que brinda alta resistencia a la humedad y a la oxidación y además son fuertes.

   Otras opciones que atienden mayormente a una necesidad estética son los de policarbonato –transparentes, recomendados para tratamientos cortos, ya que con el tiempo se tiñen–, los de cerámica, que a diferencia de los anteriores no se cambian de color, o los brackets linguales que son fabricados en oro y se colocan en la parte posterior de los dientes, convirtiéndose en los brackets invisibles por excelencia.

   Los aparatos de retención, por su parte, son esquemáticamente de dos tipos: La opción más común es colocar en el arco superior una funda invisible y, en los dientes inferiores, un retenedor de alambre y acrílico. 

   Otra opción es colocar solamente un alambre que se fija en forma permanente por cierto tiempo. 

   En ambos casos, la función fundamental es la de control de movimiento de los dientes, por lo que deben emplearse tanto de día como de noche.

   En la fase de retención es muy importante que el paciente que se sometió a este tratamiento tenga claro que al no tener un control odontológico tan exhaustivo como antes, es de su responsabilidad casi exclusivamente y está en sus manos no tener que reiniciar otro proceso de ortodoncia, con todas las incomodidades que el mismo conlleva.

   El tiempo de uso de los retenedores irá disminuyendo paulatinamente, aunque en algunos casos los profesionales intervinientes sugieren que los aparatos removibles sean utilizados de por vida por la noche ya que esta conducta colaborará con un éxito del procedimiento a largo plazo.

   Por último, es importante respetar la higiene dental. 

   A la rutina diaria de cualquier persona debe sumársele una esmerada limpieza de los retenedores fijos, actividad que puede verse obstaculizada especialmente en los espacios interdentales en los que se debe usar cepillos especiales, hilo dental y, en algunas ocasiones, irrigadores dentales.

   En cuanto a los aparatos móviles, la práctica aconsejada es limpiarlos con un cepillo –distinto al que se utiliza para los dientes– y jabón neutro, cuidando enjuagarlos debidamente. El proceso de cuidado total se logra con visitas periódicas al odontólogo o al ortodoncista según la necesidad.

Cumplir 

   La importancia de obedecer al tratamiento

   Una correcta higiene bucal. En cuanto a los aparatos móviles, la práctica aconsejada es limpiarlos con un cepillo --distinto al que se utiliza para los dientes-- y jabón neutro, cuidando enjuagarlos debidamente. 

   Visita periódica al ortodoncista. El proceso de cuidado total se logra con visitas periódicas al odontólogo o al ortodoncista según la necesidad.

   Retenedores. Una vez finalices el tratamiento de ortodoncia, deberás llevar estos retenedores durante unos tres meses aproximadamente para así consolidar la posición de los dientes. Durante este espacio de tiempo, deben llevarse las 24 horas del día.

   Proceso. Se quitan con la ayuda de un alicate especial, se comienzan a despegar los brackets uno a uno. Una vez que se han quitado todos los brackets, se limpia toda la superficie del diente con una fresa.