Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

“Ojalá Dios nos dé la fuerza para salir”

Sara Núñez, tía de Leandro, quien a principios de año perdió la vida al ser atropellado por un automovilista, programó una marcha reclamando justicia.

“Ojalá Dios nos dé la fuerza para salir... Nos va a costar muchísimo. Fue todo muy rápido, todavía no caemos; no lo podemos creer. Aparte, que le haya arrebatado la vida, con 21 años. Es tremendo. Y no sólo es este caso, hay muchísimos”.
Sara Núñez (26 años) trata de sobrellevar con la mayor fortaleza posible la tragedia más grande sufrida por su familia: su sobrino Leandro (21) falleció el pasado 4 del corriente mes, a raíz de las lesiones sufridas al ser atropellado en la noche del día anterior, en la intersección de Jujuy y 17 de Mayo, por un irresponsable automovilista que circulaba alcoholizado y a 99 kilómetros por hora. 
Por el hecho, Pablo Javier Zúñiga (38) está imputado de homicidio culposo agravado, delito que prevé una pena de tres a seis años de prisión, dadas las circunstancias que el conductor se dio a la fuga, presentaba un nivel de alcoholemia de 1gr/l, duplicando el límite legal, y conducía en exceso de velocidad de más de 30km/h por encima de la máxima permitida en el lugar del hecho (que es de 40km/h).
Zúñiga recuperó la libertad el viernes 11, luego que la doctora Gilda Stemphelet, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 1, le concediera la excarcelación, beneficio que fue apelado por la fiscalía, por lo que el incidente fue elevado a la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal para su resolución definitiva.
“Queremos que siga preso, que le den la condena máxima; por más que nada nos devuelve la vida de mi sobrino, sea la condena que sea”, reflexiona Sara.
La joven anunció que el próximo miércoles, a las 19, amigos y familiares de Leandro Núñez realizarán “una marcha pacífica. La vamos a comenzar en la Municipalidad y de ahí daremos una vuelta a la plaza (Rivadavia). Espero que la gente nos acompañe y nos ayude en todo esto; queremos que la justicia vea que no vamos a bajar los brazos, que esto no puede quedar así o en una condena de tres a seis años. No puede ser, es algo loco; es de no creer”.
Sara, quien reconoce que “una sola vez fui a una marcha”, asegura que para organizar esta manifestación “hablé por teléfono con Santiago Sacoccia, para ver cómo podíamos hacer; porque en realidad nunca había pasado por esto. Él nos explicó y nos está apoyando. Va a estar también con nosotros en la marcha... Lo que nos está pasando a nosotros lo veíamos por televisión o lo escuchábamos por radio”.
Sara describió a su sobrino fallecido como “una gran persona. Tenía toda una vida por delante; recién estaba empezando a disfrutarla, con sus amigos y su novia (Michelle Stieb) con la que hacía diez años que estaba... De muy chiquitos. Ella es una chica del mismo barrio. Vive a la vuelta de la casa de él”.
Leandro vivía con su madre, Romina Tania, y en el momento del trágico suceso estaba acompañado por su padre Carlos, su hermano Gabriel (19) y amigos, que conformaban un grupo futbolero.
“Ese día habían jugado en Cerri. Y de ahí se fueron a un negocio de 17 de Mayo. Cuando saludó y se iba fue que lo atropelló. Era más o menos las 9 o 10 (de la noche). Y los chicos que se ven en el video (difundido por medios periodísticos), son todos amigos de él. Los amigos están destrozados. Ellos presenciaron todo”, dice Sara, quien asegura que “mi marido (Martín Bravo) juega siempre al fútbol con ellos. Y siempre los acompaño a todos lados; pero justo ese día no podíamos ir porque estábamos con la reforma del negocio”, que tienen en Villa Bordeu. 
La mujer recuerda que tomó conocimiento de lo sucedido cuando su marido “le mandó un mensaje al 'Negro' (por Carlos), preguntándole cómo habían salido y le respondió 'atropellaron a Lea'” y reconoce que “me empezó a temblar el cuerpo. Fue tremendo ese momento, porque Martín lo llamó y mi hermano dijo 'tuvo un accidente, lo atropellaron y está muy grave'; así que salimos como locos. Martín le preguntó si sabía algo del tipo, porque nos dijo que se había escapado. Y como nos comentó que testigos lo habían seguido hasta Tucumán al 800 que era donde vivía, pasamos por ahí y le sacamos fotos al auto, que tenia la remera de mi sobrino en el parabrisas destrozado y a la bebida que venía tomando en él y que era cerveza”.

El martes, pintarán una Estrella

Pasado mañana, a las 9.30, el Grupo Estrellas Amarillas de nuestra ciudad desarrollará un acto en el lugar del siniestro vial y pintará la imagen característica para recordar a las víctimas de accidentes de tránsito en la vía pública en los lugares de los hechos y promover la concientización. 
“Hay muchísimas estrellas”, reflexiona Sara. Y son tantas que en poco menos de diez años de actividad, el grupo ha pintado casi doscientas sólo en nuestro ejido urbano.
Este mes del año, el Grupo no desarrolla este tipo de actividad, pero el desgarrador pedido formulado por Romina Tania, habilitó la excepcionalidad.
Leandro Núñez murió en la mañana del último viernes 4, mientras permanecía en el sector de cuidados intensivos del Hospital Municipal de Agudos Doctor Leónidas Lucero, hasta donde llegó Sara luego de obtener las fotografías del Renault Clio de Zúñiga.
“Nos dijeron que estaba muy grave, que tenía el cerebro inflamado y teníamos que esperar doce horas para ver cómo evolucionaba. Igual ya nos veíamos venir esto porque en Terapia Intensiva te dejan entrar un ratito y para nosotros estuvo como dos horas abierta. Entramos más de cincuenta personas”, asegura Sara.
La joven reconoce que al ingresar al sector “uno tiene la esperanza de que (el paciente) va a salir. Aparte (Leandro) estaba intacto. El golpe fue en la cabeza. No es lo mismo entrar a una Terapia y ver a alguien todo enyesado e intubado, o haberlo visto a él. Tenía las manos un poquito raspaditas y nada más. Al otro día nos dijeron que a las doce menos veinte había entrado en muerte cerebral”.