El mundo del vino intenta atraer consumidores a través del turismo
Además empieza a aparecer el consumidor informado, el que busca conocer más el producto y se acerca a la bebida nacional a través de diversas experiencias que anteriormente no tenían, como cruceros.
El mapa del consumo de vinos cambia con el paso de los años en el país, aparecen nuevas cepas e innovaciones enológicas, por lo que las bodegas para captar a los más jóvenes exploran en el mundo del arte, la gastronomía y el turismo.
Según los expertos, quedó muy atrás la estadística de los 90 litros de vino per cápita al año, y además empieza a aparecer el consumidor informado, el que busca conocer más el producto y se acerca a la bebida nacional a través de diversas experiencias que anteriormente no tenían relación.
Las bodegas son conscientes que aparece una nueva era de consumidores: menos leales, más exigentes y deseosos de innovaciones, por lo que planean sus estrategias apelando a canales no habituales e incursionando en otros segmentos.
Según comentó Ignacio Inchausty, gerente de Marketing de Rutini Wines, en los últimos años la bodega participó de acciones vinculadas a la cosmética, acompañando presentaciones de empresas de ese rubro.
"También asociamos nuestras marcas de vino al arte con lanzamiento de muestras en galerías y museos, incursionamos en el segmento automotriz con presencia en el Salón del Automóvil y en carreras de regularidad de autos clásicos", explicó.
Otros socios del vino, en la búsqueda establecer un mayor contacto con el nuevo consumidor, son la gastronomía, la hotelería y el turismo.
"Menú maridados, chefs invitados, ciclos gastronómicos, ferias, copas de bienvenida, capacitaciones, congresos", son algunas de las acciones que menciona Inchausty.
En tanto, en el mundo del turismo, la vitivinicultura argentina ha dado pasos importantes y en la actualidad puede considerarse uno más de los canales de venta del vino.
Combo ideal
Para los expertos, la trilogía vid-vinos-bodegas es un combo ideal para los viajeros entusiasmados por vivir experiencias que lo acerquen a los paisajes y a los productos que identifican un lugar.
Así las bodegas planifican propuestas turísticas que incluyen posadas entre los viñedos, festivales temáticos, paseos en bicicleta, torneos de polo, Día del Malbec.
También Semana del Torrontés y hasta cruceros especialmente diseñados para los amantes del vino. Un placer.