Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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La historia de Liliana y su TV usado tuvo un final feliz

Luego de la nota de "La Nueva", la empresa de electrodomésticos accedió a entregarle un televisor nuevo.

Foto y video: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]

   Después de la nota publicada por "La Nueva", y tras la mediación de la Oficina Municipal de Información del Consumidor (OMIC), se solucionó el conflicto que enfrentó a Liliana Noemí Ceci con la empresa Garbarino por un televisor que compró como si fuera nuevo y en realidad descubrió que era su tercera poseedora.

   De este modo, la casa de electrodomésticos accedió ayer a cambiarle el TV Smart LED que Ceci adquirió en diciembre de 2017.

   En este caso puntual, la empresa mostró buena voluntad para solucionar el conflicto porque la historia de que tuvo al menos otro dueño era comprobable y porque, tácitamente, admite un error en no haber informado a la clienta sobre que el producto era usado.

     “El artículo 9 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor indica que el comprador tiene que saber que está adquiriendo un producto usado, que suele suceder muchas veces cuando éste está en exposición, o bien reparado ”, explicó Pamela Cantero, asesora letrada de la Omic.

   “De todos modos, hay que aclarar una cosa: los 10 días de plazo para devolverlo no figura en la normativa, sino que es una política comercial de algunas empresas, y no una obligación. También es verdad que no la tienen adoptada todos los negocios”, amplió.

   En esta situación, Garbarino pudo haberse negado a reemplazar el artefacto sin perjuicio alguno, ya que el reclamo sucedió casi 5 meses después de la compra.

   “Es probable que el cliente anterior haya devuelto el televisor dentro de los 10 días de plazo y no indicara el motivo. Al inspeccionarlo y ver que funcionaba normalmente, se lo puso otra vez en stock y nadie se percató que tenía cuentas de Netflix abiertas”, especuló una fuente de la empresa.

   “En principio, la respuesta que le dio el Gerente a la clienta fue la que se da habitualmente en éstos casos, porque seguramente desconocía los detalles del problema”, amplió el informante.

   Pamela Cantero confirmó que la intermediación para solucionar el inconveniente fue prácticamente inmediata.

   “La clienta vino a la Omic el viernes a las 7.30 y a las 9 ya estaba resuelto. Pero hay que aclarar que no todos los casos son así y se resuelven favorablemente. Este caso tuvo aristas especiales y se contó con la buena voluntad de las partes”, graficó.

La historia

   El jueves, tras recibir en principio una negativa verbal de la empresa, Ceci denunció a este medio la situación, puntualizando algunos detalles que la casa de electrodomésticos desconocía y por los cuales, se estima, luego accedió a modificar su postura.

   "El 10 de diciembre compré un TV Smart LED marca Samsung 32” que aboné al contado con mi tarjeta de débito ($ 5.999,23, Factura N°1468-00128284). El 30 de abril pasado mi hijo intenta instalarnos Netflix y encontramos una cuenta abierta a nombre de otra persona", dijo la mujer, reciente jubilada como investigadora y docente de la UNS.

   En la cuenta, según afirmó, estaban todos los datos personales con los perfiles de las personas de la anterior familia que tuvo el TV.

   "Pude conversar telefónicamente con el anterior dueño me manifestó que él había comprado este televisor e inmediatamente se percató que tenía cuentas de Netflix de otra gente. Por ello lo devolvió inmediatamente y se lo cambiaron por uno nuevo. Evidentemente es el televisor que luego me vendieron a mí".

   Ceci sostuvo que fue a la sucursal y habló con el gerente.

   "No me negó que me habían vendido un televisor usado. Me trató de muy mala manera y me dijo que cuando comprábamos un electrodoméstico teníamos 10 días de plazo para devolverlo. En conclusión, yo tengo la culpa por no haber instalado Netflix en los primeros 10 días", comentó.