Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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"Solo el 18 % de los internos es de afuera"

El inspector general Horacio Falcone, de la plana mayor del Servicio Penitenciario Bonaerense, dio explicaciones ante la preocupación imperante.

El inspector general Falcone, en la puerta de la cárcel de Olmos.

Desde la jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) reconocen la existencia de un crecimiento poblacional "desmedido" en toda la provincia, aunque advierten que en el caso de la cárcel bahiense más del 80% de los internos son de esta región.

   El inspector general Horacio Falcone, director general de Coordinación del SPB señala que la problemática es grave desde que la tasa de recambio anual de internos alcanza a 3.500. Es decir que en el servicio entran 3.500 detenidos más de los que salen cada año, con lo cual no se alcanzaría a cubrir el déficit ni con la construcción anual de dos cárceles grandes.

   "Los números que hoy tenemos son alarmantes y la sobrepoblación es el mayor problema que tenemos. Hoy existen 38.320 internos en el sistema, cuando la capacidad real es de 26.000. En diciembre de 2016 estábamos en 34.200 y en diciembre del año pasado, en 37.739", explica Falcone, quien es bahiense por adopción, porque está radicado desde hace casi 30 años en nuestra ciudad, aunque desde hace 6 integra la plana mayor del SPB en La Plata.

   "La Unidad 4 Villa Floresta, es parte del sistema penal de la provincia, que hoy cuenta con 56 penales. No solo en la actualidad sino desde años contuvo dentro del seno de su población internos del Gran Buenos Aires. La mayor parte de la población carcelaria del sistema proviene del conurbano. De todas maneras, en la actualidad, la UP4 contiene un 82 % de internos del Departamento Judicial Bahía Blanca y solo un 18 % de internos de otra jurisdicción", explica quien fuera jefe de las cárceles local, de Saavedra y Batán (Mar del Plata). 

   Sostiene que la idea de descomprimir las cárceles del conurbano se dio porque "algunas unidades llegaban a porcentajes que superaban desmedidamente su capacidad real".

   Sí admite que desde enero a la fecha -sin contar a los liberados-, a la UP4 fueron trasladados 226 reclusos de otras unidades y que desde Bahía se condujo a la inversa a 66, mientras que en Saavedra entraron 246 de afuera y se movieron 54 a otros penales.

   "La Unidad 4 sigue manteniendo dentro de su seno la mayor parte de internos locales y los problemas que se suscitan, al igual que en otras dependencias, obedecen, en muchas ocasiones, a problemas de convivencia entre sus pares, que pueden finalizar con una pelea. Pero debo decir que duran instantes gracias a la rápida intervención de los grupos especiales que existen en la dependencia, neutralizando el foco rápidamente", aclara. 

   De todas maneras, Falcone destaca que la vida intramuros no es solo violencia, sino que existe una variada gama de actividades tratamentales de tipo educativas, laborales y de oficios de las que participan "la mayor parte" de los internos. 

   Y en la misma línea resalta la mejoría en la alimentación, con la regularización de la provisión de alimentos y la confección de dietas. Este último punto lo reconocen los jueces locales.

   Finalmente, Falcone indica que, pese a la sobrepoblación récord, la tasa de mortandad en los penales "es inversamente proporcional y ha ido bajando", lo cual remarca "la preparación y profesionalidad del servicio, así como la habilitación de más talleres, ofertas de estudio y hasta la misma alimentación".