Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Achetoni: “Los seguros multirriesgo son indispensables en las zonas áridas”

El nuevo titular de Federación Agraria Argentina (FAA) propicia un sistema mixto con el 70 % de aporte estatal y el restante 30 % a cargo del productor.

El contraste de sequías e inundaciones en el SOB. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva. / Diseño de tapa: Guillermo Kluin-La Nueva.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com
Enviado especial a CABA

   Ser oriundo de General Alvear, en la provincia de Mendoza, es una ventaja para el nuevo presidente de la Federación Agraria Argentina,  Carlos Achetoni, quien fue elegido para reemplazar a Omar Príncipe.

   “Tenemos en común a la zona árida y muchas coincidencias en cuanto a la producción ganadera”, sostuvo.

   “Hay muy poca densidad de ganadería y muchas hectáreas para poder realizar ganadería de vientre. Y en cuanto a lo productivo casi todos convergen en una zona bajo riego para poder desarrollar agricultura”, aseguró Achetoni, en diálogo con “La Nueva.”.

Carlos Achetoni, presidente de la FAA. /  Foto: Gentileza Cristina Carlino

   “La única diferencia que tenemos es respecto del trigo, que es una economía regional, porque en el único momento que se puede desarrollar es el invierno, ya que la gruesa no la pueden hacer porque falta humedad en el verano. Pero, básicamente, nos sentimos identificados con el sudoeste bonaerense y con la región lindera de la provincia de La Pampa”, sostuvo.

   “Son zonas sufridas y marginales donde un error, porque el clima falló por ejemplo, nos hace pasar un año completo sin producción”, dijo.

   “No estamos en un sistema de pampa húmeda donde se pueden hacer dos ciclos, o alternar con una producción ganadera. Por eso sabemos que zonas como las nuestras requieren de un apoyo especial y que, cuando se caen, debe existir un seguro multirriesgo asistiendo a situaciones extremas como sequía o, en algunos casos que se han visto últimamente, inundaciones.

   —¿Cómo se podría implementar un seguro multirriesgo?

   —Es una situación que se debe resolver en el menor plazo posible. Tuvimos una experiencia buena en Mendoza. Si bien es perfectible, hicimos hincapié en que el Estado participe en gran parte de la prima porque, en definitiva son políticas de Estado.

   “Si contamos con un sector productivo que decae y no tiene posibilidades de reinsertarse, el efecto es mucho más negativo que si invertimos en un sistema de cobertura donde, naturalmente, tomando ejemplos de Canadá y de los Estados Unidos, el productor también tiene que hacer un aporte.

   “Lo ideal sería del 30 % a cargo del productor y que los Estados nacional y provincial sustenten el otro 70 %. Esto serviría para tener un sistema que evite andar emparchando cada vez que sucede un fenómeno meteorológico”.

   —¿Se apunta a trabajar respecto de una cuestión estructural?

—Claro, para que no sea coyuntural, porque siempre discutimos esto. Por lo general, las situaciones de inclemencia se responden desde lo coyuntural que, en la mayoría de los casos, se atienden mal y a veces se prestan para una situación electoral.

   “Esto debe ser estructural, donde esté previsto el mediano y el largo plazo, para que el productor invierta más descontracturado y con más expectativas, sabiendo de que si hay una contingencia ese bache productivo lo va a acompañar un sistema de seguro.

   “Es clave que el productor no quede en situación de desfinanciamento con los bancos y esperando un decreto de emergencia para que, en alguna circunstancia, lo salve un tema impositivo, pero    que no le resuelve el desarrollo de cara a una nueva producción”.

   —Esto está definitivamente relacionado con el arraigo que alientan desde Federación Agraria Argentina...

   —Claro. A veces, no dar solución a este tema termina con el productor trasladándose al Conurbano y saliendo de su lugar tradicional con la consiguiente pérdida de calidad de vida de las zonas rurales.

   “En este sentido, debemos tomar ejemplos de los Estados Unidos, donde el Estado apuesta a que la gente se quede en el campo para que pueda desarrollarse. Si allá funciona, acá también podemos replicarlo para contener a la gente y desarrollar un plan arraigo.

   “Un programa de este tipo no es caprichoso, pero el tema es mucho más amplio. Hoy debemos anexar algo que no habíamos previsto en otros tiempos, acaso porque no era necesario; ya no solo falta el acceso a la tierra y al financiamiento: me refiero a la tecnología.

   “Es lo que nos permite estar en el mundo que se viene, ser lo más competitivo posible y en línea por donde va a pasar la comercialización. Ojalá que todos los productores podamos insertarnos. Y para adaptarnos nos tenemos que capacitar. En esto estamos trabajando para que nadie del espectro federado pierda oportunidades y que el acceso a la tecnología no sea un impedimento para poder crecer”.

   —¿Qué le preocupa de las economías regionales?

   —Todo el conglomerado nos preocupa. Las economías regionales son la parte que, quizás, menos potencial económico posee, pero es la mayor generadora de empleo. Y la pampa húmeda es la que tiene menos contención de empleo, pero es más potente desde lo económico.

   “Haciendo una sinergia entre las dos y logrando que el Estado nacional, que está a cargo de las cargas, haga una distribución equitativa podremos desarrollar las actividades en conjunto.

   “Algunas son económicamente bien vistas por su repercusión en el ingreso de divisas por las exportaciones, pero debemos hacer lo necesario para que se puedan desarrollar también las que contienen empleos. En este sentido, un agravante de la presión impositiva es porque debemos recaudar mucho, ya que hay bastante gente sin trabajo y se debe mantener”.

   —¿Están al límite de la rentabilidad?

   —Si no hay es muy difícil darle sustento a los productores y, especialmente, a los que están en las economías extrapampeanas. Seguimos de cerca este tema, junto a lograr un financiamiento y un sistema de seguro”.

—En nuestra región muchos productores están fuera de los sistemas bancarios...

   —Las tasas de financiamiento están muy altas y se torna inviable a la hora de pensar en lograr una rentabilidad, pero hay un gran sector, como el que decís, que necesita de alguna manera financiamiento pero no es sujeto de crédito.

   “En nuestra economía hay muchos sectores que, en definitiva, terminan siendo los actores de la producción, aún fuera del sistema. Esto lo debemos resolver.

   “Con el sistema del Fonagro, donde se generan aportes por 240.000 pesos, se puede asistir de forma rotatoria a los productores, flexibilizando las posibilidades de cumplimiento para que puedan ingresar los que están afuera del mercado financiero e inviertan en tecnología y evolucionar por más eficiencia y calidad y cantidad de producción.

   “Esto tiene que ser a través de la banca de fomento, que es el Banco Nación, y algunas herramientas que se generan desde la secretaría de Agroindustria. Se trataría de algo específico para los productores que se quedan sin ningún tipo de contención financiera”.

   —¿Cuál ha sido la integración a la Mesa de Enlace?

Achetoni, Iannizzotto, Chiesa y Pelegrina (der.), las nuevas caras de la Mesa de Enlace.

   —Existió consenso en torno a la propuesta de continuar reuniéndonos, en forma periódica, con la urgencia de que los temas prioritarios permitan seguir trabajando en la agenda que preocupa al sector”.

   Achetoni se unió a sus comprovincianos Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Carlos Iannizzotto, titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), y al porteño —radicado en Macachín, La Pampa— Dardo Chiesa (Confederaciones Rurales Argentinas), para conformar la nueva imagen de la Mesa de Enlace agropecuario.

La visita a la región

   “No hemos puesto aún una fecha para la visita a Bahía Blanca y la región porque nos suceden requerimientos de todo el país. Pero los tenemos agendados y con gusto nos encontraremos con referentes de FAA como Alcides Haure o Roberto Molini”, dijo Achetoni.

    Achetoni asumió junto a Elvio Guía, de Entre Ríos y Marcelo Banchi, de Santa Fe, como vicepresidentes primero y segundo, respectivamente. Ya se reunieron con el secretario de Agroindustria, Luis M. Etchevehere y le plantearon inquietudes de la gestión.