Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Saavedra: miles de personas celebraron los 80 años del santuario mariano

Fue hoy, durante la 81º Peregrinación Arquidiocesana a la ermita de la Virgen Nuestra de Luján de la Sierra. Homenajearon a los constructores del santuario y a quienes mantuvieron vivo su legado. Hubo un especial pedido por los hermanos “más pobres y necesitados”.

La llegada de la Virgen a la ermita, tras la peregrinación de 7 kilómetros desde Saavedra al santuario.
Los jinetes del Centro Criollo Las Sierras acompañaron a la Virgen.
Monseñor Guillermo Garlatti recibió a la Virgen con la escolta de los jinetes criollos.
El intendente Hugo Corvatta (centro), junto a miembros de su gabinete.
Marta Ercazti de Marzialetti recibe un reconocimiento por ser familiar de la primera presidenta de la ermita, Pía Esandi de Garmedia.
Monseñor Garlatti junto a expresidentes de la ermita -Alberto José Jaled y Alfredo Oscar Berardo-, saludado por la misionera de la ermita Mabel Holl de Álvarez.
Fabiana Ferrero y su hija Abril Luján Caramelli, junto a monseñor Garlatti. Su predecesor trabajó en la construcción de la ermita.
Saúl Da Vita, hijo de uno de los constructores de la ermita, recibe un presente y el saludo de monseñor Garlatti.
Monseñor Garlatti, junto a monseñor Néstor Navarro (izq.) y al capellán de la ermita

Raúl Magariños (Agencia Saavedra) / laregion@lanueva.com

   Con la expectativa de celebrar las ocho décadas del santuario mariano, miles de personas tomaron parte hoy de la 81º Peregrinación Arquidiocesana a la ermita de la Virgen Nuestra de Luján de la Sierra, que tuvo lugar -como cada año- en los cerros de Saavedra. urante el encuentro se brindó un sentido homenajea a los constructores del santuario y a quienes mantuvieron vivo su legado, y las autoridades eclesiásticas hicieron un especial pedido por los hermanos “más pobres y necesitados”.

   Las actividades comenzaron por la mañana, con la llegada de la imagen de la Virgen acompañada por los Misioneros de la Ermita, los jinetes del Centro Criollo Las Sierras y fieles de una amplia zona. Todos recorrieron los 7 kilómetros que separan Saavedra del santuario. A esa distancia hay que sumar la que también recorrieron a pie peregrinos provenientes de sitios como Pigüé, Pasman y Tornquist, mientras que otros llegaron en bicicleta desde Coronel Suárez y Huanguelén.

   Antes de ello se celebró la primera misa de la mañana, oficiada por el vicario parroquial de Pigüé, padre Tomás Yon, junto a un nutrido grupo de sacerdotes.

   Tras la peregrinación, la Virgen fue depositada en la ermita, el primer santuario arquidiocesano creado por el primer obispo de la entonces diócesis bahiense, monseñor Leandro Astelarra. 

   Luego continuaron las celebraciones. El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Alfonso Azpiroz Costa, no pudo estar presente ya que encabeza en Capital Federal un encuentro de las órdenes religiosas en formación. Sin embargo, el vicario de la arquidiócesis, padre Jorge Wagner, dio lectura a un mensaje del prelado en el que puso de relieve que "Dios renace en todas las cosas y en los corazones".

   "María nos ayuda a ser hijos, díscipulos misioneros y a seguir andando", expresó.

   Quien sí estuvo presente fue monseñor Guillermo Garlatti, arzobispo emérito de Bahía Blanca, quien llamó a los presentes a prestar fuerte atención "al dolor que padecen muchos hermanos nuestros, en especial los más pobres y necesitados".

   "Dios puede hacer obras grandes en nosotros, en nuestros corazones, casas y ambientes", sostuvo.

   El sacerdote Sergio Jara, capellán de la ermita, recordó que hace 16 años celebra anualmente esta fiesta mariana.

   "Dios me regala no perder la admiración por la convocatoria que hace la Virgen María. Agradezco la devoción a María que se ha acrecentado estando en este lugar, así como la presencia de todos, el apoyo de la Municipalidad, de los obispos presentes y de los Misioneros de la Ermita, que son los que más se mueven y trabajan", mencionó visible   mente emocionado.

   Del encuentro tomaron parte descendientes de la primera Comisión de la Ermita, presidida por Pía Esandi de Garmendia, así como integrantes del grupo de constructores y jinetes que secundaron a la Madre de Jesús en 1938. Al concluir la misa central se entregaron presentes y recordatorios a todos ellos, así como a los dos obispos presentes, al padre Sergio Jara y al jefe comunal Hugo Corvatta.

   Por la tarde hubo un momento de reflexión y actividades para jóvenes, y sobre las 16.30 comenzó la procesión en torno al cerro mariano, con el rezo del rosario. La jornada culminó con la misa de clausura.