A la altura
La presencia activa de altos funcionarios de Cambiemos junto a representantes del peronismo durante el acto de lanzamiento de la Unión Industrial de la Patagonia puede tener las lecturas que se quiera, pero lo cierto, lo vital, es que el encuentro demostró la convivencia racional que los sistemas democráticos demandan para no ser declamativos, y que el país necesita para salir adelante. De esto no hay dudas, porque no es una lectura desde afuera, sino la expresión de los propios protagonistas.
Desde el intendente Héctor Gay, quien con visión de hombre de Estado abrió su casa al encuentro, en el convencimiento de que gran parte del desarrollo del país tiene como protagonista al puerto de Bahía Blanca, pasando por el acompañamiento del vicegobernador Daniel Salvador, del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, y la destacada presencia del secretario de Industria de la Nación, Fernado Grasso; hasta la llegada de la gobernadora de Tierra de Fuego, Rosana Bertone, del senador Miguel Pichetto y la presencia del propio titular del Frente Renovador, Sergio Massa, han dado una muestra de convivencia tan necesaria como inusual. Lo mismo hicieron el resto de los actores que estuvieron en el escenario y los cientos de referentes de distintos sectores que acompañaron desde la sala.
Por supuesto que la dinámica de la democracia supone que haya intereses políticos y que muchas acciones, a medida de que se acorten los tiempos hacia octubre de 2019, irán en este sentido. ¿Qué es la democracia sino un sistema en el que personas con intenciones y visiones políticas similares se agrupan en busca de ser elegidas por sus conciudadanos?
Pero lo cierto es que durante el evento de lanzamiento de la UIPA en el Teatro Municipal lo importante, lo que quedó, fueron reflexiones transversales sobre la importancia de la Patagonia en el desarrollo futuro de la Argentina, una temática que por su relevancia en la vida y en el desarrollo de la gente supera por mucho las visiones aviesas sobre “pleititos” de colores o intereses partidarios.
Y, en este punto, los actores de todos los signos políticos que participaron estuvieron, sin duda, a la altura.