Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Evangélicos: un crecimiento que parece no tener techo

En los últimos años aumentó de manera exponencial la cantidad de templos. Unas 20 mil personas en la ciudad asisten a las distintas iglesias.
Evangélicos: un crecimiento que parece no tener techo. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   En los últimos 15 años se quintuplicó en la ciudad la cantidad de templos evangélicos --en toda su diversidad de variantes: protestantes, bautistas, pentecostales, metodistas, adventistas, etcétera--, crecimiento que, curiosamente, no es equivalente con la cantidad de fieles que reúnen, ya que, en el mismo tiempo, no ha llegado siquiera a duplicarse, con unos 20 mil seguidores estimados.

   El fenómeno evangélico, en cuanto a cantidad de templos, no es exclusivo de nuestra ciudad: se verifica en la mayoría de las urbes del país. El registro nacional de cultos tiene incorporadas 16 mil iglesias, cantidad que puede alcanzar las 20 mil si se considera las que no han cumplimentado los trámites para ser reconocidos.

   Un estudio realizado por profesionales del Conicet --"Primera encuesta sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina"-- estableció que en el centro del país (provincias de Santa Fe y Buenos Aires) el 11% de la población adhiere a la religión evangelista.

   Analistas consideran que la cercanía que establecen los evangelistas con la gente y la calidez de estas comunidades –-sumada al convencimiento de los fieles de que su vida mejorará apelando a sus respuestas-– tiene mucho que ver con ese auge.

“Las inscripciones revelan el aumento por el modo en que presentamos a Jesucristo”, señala Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas.

   Proietti reconoce que muchos de los nuevos grupos son producto de desprendimientos de comunidades existentes, lo cual conlleva a tener más fieles.

   Reconoce sin embargo, que esa división deriva también en la aparición de propuestas "poco serias".

   “Por eso tenemos exigencias para quienes se proclaman pastores, pretendemos que tengan una adecuada formación", menciona.

Los sectores

Los evangélicos no tienen --como el catolicismo apostólico romano-- una organización vertical y única, pero hay tres asociaciones que nuclean a las 12 mil congregaciones que practican ese culto en el país.

La Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, que agrupa a luteranos o metodistas; la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, que representa a iglesias más modernas; y la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal, que aúna a las iglesias pentecostales, las cuales conforman más del 70% de la comunidad.

   Su crecimiento sostenido convierte a estas iglesias en las más numerosas en del Registro Nacional de Cultos. De las casi 4.500 religiones anotadas, el 90% pertenece a comunidades evangélicas.

Voces locales

   El pastor Patricio Vázquez, del ministerio Aguilas Reales, sorprendió a muchos con la compra del ex Cine Plaza. Para él la iglesia evangélica brinda a las personas "la misma contención que un psicólogo, un psiquiatra u otra especialidad".

   "Es un momento muy especial de la sociedad, con una gran necesidad de que las cosas mejoren: eso nos lleva a escuchar a quien puede brindar herramientas para modificar nuestra vida, una salida al sufrimiento", señala.

   El pastor refiere una consecuencia no menor de su tarea: "Hay un principio que se aplica en varias actividades: aquel que detiene el sufrimiento de otro gobierna sobre las masas. Es el mismo discurso de la política cuando, por ejemplo, frena la inflación o genera empleo. Mejorar la calidad de vida te genera un lugar de privilegio".

   Vázquez es pastor desde hace seis años --"somos la iglesia más nueva de la ciudad", asegura-- y promociona sus encuentros, miércoles y domingo, con frases como "noches de sanidad y liberación" y "noches gloriosas con impartición profética".

   Explica que el crecimiento de su iglesia se debe al aporte económico de sus seguidores. "Son recursos genuinos, no tenemos otra fuente de ingreso”. Y aclara que "la gente no es tonta: aporta porque ve los frutos, nadie les lava el cerebro".

   Acerca del elevado número de iglesias, dice que "cada una cumple una función".

   "Así como hay shoppings, mercados y despensas, también hay una diversidad de servicios. Las barriales hacen cosas que otras no hacen. Somos como un cuerpo, donde cada parte cumple una función distinta", graficó.

   Sin embargo, destaca que la aparición de nuevos templos en algunos casos "viene por causa de las balas" (sic).

   "La creación de una iglesia puede ser buena si responde a una funcionalidad, pero muchas nacen por disputas internas", indicó.

Curaciones

   La Iglesia Pentecostal La Luz del Mundo tiene su templo en Alvarado 2121. Se formó en 1991 en la casa de su pastor, José María Acuña, quien "comenzó su fe en la iglesia Unión Evangélica Pentecostal.

   Según refiere en su blog, la cantidad de fieles creció "debido a las manifestaciones de fe y sanidades que fueron sucediendo".

   En 2001 se mudó al inmueble de Alvarado, gracias "a las donaciones de los hermanos".

   "La gente viene porque la iglesia la ayuda, a algunos con una cosa a otros con otra, lo que uno puede darle", resume Acuña a este diario.

   Menciona que "la sociedad está como el país" y concurren al templo "tratando de recuperarse de los malos momentos".

   "Uno los escucha, les conversa y los alienta a que sigan adelante, les explica que Dios los seguirá ayudando", agrega.

   Acuña menciona que tiene una cantidad de fieles constantes, que no supera las 70 personas.

El universo mágico y las mujeres

   La Iglesia Evangélica del Río de la Plata es protestante, según la Reforma de Martín Lutero. Es continuadora del Sínodo Evangélico Alemán creado en 1899, como confluencia de inmigrantes de habla germana.

   Se despega en cierta manera del resto de las evangélicas por considerarse parte de una iglesia "histórica", que mantiene "un alto grado de compromiso" con la comunidad, disponiendo, por ejemplo, de casa de huéspedes y hogar de estudiantes.

   "Tenemos una manera muy tradicional de actuar. Prometemos la salvación del alma pero no hacemos milagros como plantean otros", explica a este diario la pastora, Estela Andersen.

   La mujer, licenciada en teología, reconoce su asombro por la cantidad de iglesias que funcionan en la ciudad y critica en particular a las denominadas "neopentecostales o carismáticas".

   "Relegan de manera llamativa a la mujer, algo para nosotros insostenible. Incluso mencionan que, en caso de violencia de género, no deben dejar a su marido, sino entender que puede estar tomado por el demonio", dice.

   Su interpretación personal de por qué han surgido tantas iglesias, se apoya en un concepto de la psicóloga Pilar Sordo, quien habla del "universo mágico" que muchos buscan.

   "Es la idea de quienes se imaginan que mágicamente las cosas se solucionan, una crema me deja sin arrugas o le pido a Dios y Dios me da. Pero la fe no es eso y los milagros ocurren de otra manera. No con una imposición de manos. Ante la desesperación muchos sienten que pertenecer a determinado grupo les dará una solución", indica.

   De allí que, concluye, la cantidad de fieles de su iglesia no crezca de manera considerable. "Nuestra forma de hablar no resulta tan tentadora para quien busca una salida mágica".

Diezmo y sanación

   La Iglesia Evangelista Pueblo Nuevo es posiblemente la que mayor número de fieles congrega, con 1.200 seguidores.

   Carlos Ibarra, uno de sus pastores, recibe a “La Nueva.” en su oficina de Soler 444, en el complejo donde funcionó el mítico Salón de los Deportes.

   Según su criterio, el crecimiento que se viene registrando en la última década es el resultado de "las necesidades espirituales de la gente", que encuentra "a través de la Biblia" una respuesta.

   Afirma que "como en todas las actividades que realizan los hombres", muchas de esas iglesias "son confiables" y las hay en las cuales "no hay honestidad".

   Su iglesia funciona desde hace 68 años e incluye prácticas de sanación, a partir de la "imposición de las manos". Aclara que esa práctica está indicada en la Biblia, la voluntad de "sanar y salvar" a través de Jesús.

   "Nosotros funcionamos como una especie de tubería, de conducto", amplía, aunque reconoce que si bien "hay personas que se curan", otras no.

   Por último indica que su congregación se mantiene con el aporte de los fieles, el diezmo que, aclara, "también es una herramienta indicada por Jesús".

   "La gente hace ese aporte porque encuentra una respuesta a sus necesidades", finaliza.

Algunos números

   Para conocer con cierta precisión las convicciones religiosas de los argentinos, el relevamiento realizado en 2008 entre el Conicet y cuatro universidades nacionales, del cual participaron 23 investigadores, arrojó que el 12% de la población era evangélica y el 76,5% católicos.

   Estableció además que el 94% de los mayores de 65 años de edad cree en Dios, mientras que un 11,3% de la población es "indiferente", rubro que incluye a ateos y agnósticos.

   El 61,1% de los relevados mantiene una relación con Dios "por su propia cuenta". Jesús, con el 91,8%, es la figura con más adherentes, seguido por el espíritu Santo (84,8%), la Virgen María (80,1%) y los ángeles (78,2%).

   Los curanderos tienen un 38,8% de adhesión y el 28,7% cree en los horóscopos.

Hablando de Dios

   De acuerdo con algunas estadísticas, el 2,3% de la población mundial no cree en Dios. Los hay ateos --que niegan esa existencia-- y agnósticos, que consideran que un ser de esa naturaleza es inaccesible para el entendimiento humano, sin negar que pueda existir.

   Los sacerdotes y pastores explican que a Dios se llega por la fe y no por la razón y en la historia hasta hubo matemáticos que intentaron demostrar con ecuaciones su existencia.

   El filósofo Blaise Pascal hizo famosa su propuesta de apostar a favor de la existencia, considerando las ventajas de hacerlo. "Aunque esa posibilidad sea extremadamente pequeña, genera una gran ganancia: la gloria eterna".

   Kurt Gödel planteó en 1970 un teorema en el cual la incógnita es Dios, identificado con una x. "Existe, necesariamente, alguna x tal que x es semejante-a-Dios", señaló.

   Jorge Luis Borges remarcó muchas veces la frase de George Bernard Shaw puesta en boca de un personaje de la obra "Major Bárbara", quien renegó a toda creencia luego de haber dejado atrás "el soborno del cielo".

Reconocimiento

   En 2015, el Concejo Deliberante aprobó la resolución del edil Matías Italiano declarando de interés municipal la labor del Concilio Cristiano Evangélico de Bahía Blanca.

   La institución, creada en 2003, es referente de las iglesias evangélicas pentecostales. La designación indica que "que trabajan incansablemente en proyectos que afectan positivamente la vida de los bahienses, atendiendo las demandas sociales y espirituales".

   También que desarrolla proyectos "a favor de los más necesitados, tales como prevención y asistencia en adicciones, comedores y merenderos comunitarios".

La cárcel, un lugar

   Los estudiosos mencionan que el crecimiento de las iglesias evangélicas responde a que atienden a los sectores más vulnerables de la población, brindando esperanza ante la inseguridad, el trabajo y el futuro. Un ejemplo de esa inserción se verifica en las cárceles, donde los evangelistas han logrado importantes logros, mejorando la convivencia entre los internos.

   La iglesia Pueblo Nuevo, por caso, concurre hasta cuatro veces por semana a la cárcel local, donde existe un pabellón de evangelistas. Acaso el ejemplo más contundente en el país sea la cárcel de Olmos, que en 2002 pasó a llamarse “Unidad 25, Cristo la Única Esperanza”.

Los diferentes nombres

   La variedad de nombres para las iglesias evangélicas locales es tan amplia como creativa. Las pentecostales incluyen, entre otros, los de Corona de Gloria, Llamados para vencer, Pueblo Escogido, Ríos de Agua Viva, Luz del Mundo y Roca Eterna.

   Muchas de estas congregaciones se han multiplicado en filiales. Los Testigos de Jehová tienen 5 sedes; los Mormones, 13; la iglesia Adventista del Séptimo Día, 15; el Ejército de Salvación, 6; y la Misión Iglesia del Señor, 8.

   No todas llevan el nombre inicial de “iglesia”. Entre las 300 inscriptas figuran templo, centro, casa, congregación, misión, asamblea, tabernáculo, corporación, asociación, culto, ágape, sociedad, unión, comunidad, convención, remanente, ejército, reuniones, alianza y unión.