Hospital Militar
Hace 70 años, en marzo de 1947, dio comienzo la edificación del Hospital Militar, construido dentro de las dependencias del Ejército, en Villa Floresta.
“Sobre un amplio solar, al extremo norte del Parque de Mayo, han comenzado a agruparse, en incipiente movimiento de construcción, algunas casillas de madera, unos tinglados de tablas y, un poco más allá, varias decenas de miles de ladrillos”. Con esta descripción, este dio cuenta de la puesta en marcha de la trascendental obra en terrenos que, se dijo, “tienen traza de ser un retazo de campo”.
Los jalones marcaban el terreno con la silueta de los cuarteles, inaugurados en 1931, como fondo de la nueva obra. Más allá de cierto hermetismo oficial sobre el destino del nuevo edificio, este diario informó que “el inusitado movimiento en ese rectángulo semicampesino” se relacionaba “con la ejecución de un gran hospital regional militar”. La obra, que demandaría al menos dos años, materializaría un establecimiento “de amplísima capacidad”, destinado a albergar a los enfermos de las unidades militares con asentamiento en la zona y en la región patagónica.
El hospital fue finalmente inaugurado el 6 de mayo de 1955, con el nombre de “Cirujano de Ejército Dr. Marcelino Vargas”. En el acto, pronunciaron discursos dos responsables directos de la obra: el director de Ingenieros, general Juan José Valle, y el director de Sanidad, general Pedro Eugenio Aramburu. Lejos estaba de imaginar Valle que 15 meses después el propio Aramburu daría la orden de fusilarlo por subrevarse contra el gobierno por él liderado.
El hospital es actualmente un centro de atención que también atiende a civiles y, desde 2003, es el ámbito donde la Universidad Nacional del Sur dicta su carrera de medicina.