La desgarradora carta de un chico de 13 años que se suicidó porque en el colegio le hacían bullying

Redacción de La Nueva.

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   Un chico norteamericano de 13 años se suicidó en las últimas horas y dejó una desgarradora carta en la que asegura que le hicieron bullying y que los profesores no hicieron nada.

   La hoja rayada, escrita en imprenta y con tinta azul, se viraliza en las redes sociales al tiempo que despierta reacciones de distintas organizaciones.

   Daniel Fitzpatrick decidió poner fin a su vida el pasado 11 de agosto y dejó una carta en Facebook. Tenía 2 hermanas y fue una de ellas quien lo encontró sin vida en el ático de su casa en Staten Island, Nueva York.

   "Escribo esta carta para contar mi experiencia en la Holy Angels Catholic Academy", comienza el mensaje del chico, que escribió la carta un mes antes de tomar la decisión. 

   "Me rendí. Los profesores no hicieron nada. Mrs. Goldrick (la directora) no hizo nada. Ms. D'Alora es la mejor profesora. Ella me comprendió e hizo algo, pero no duró mucho".

   El chico también contó con detalles cómo era cada día en su escuela: lo acosaban, lo maltrataban, le pegaban. De hecho, en uno de los peores días, le rompieron un dedo.

Qué dijeron en la escuela

   El papá de Danny, también llamado Daniel, contó que la directora les dijo que ese no era un "buen ambiente" para su hijo. 

   En tanto que luego de darse a conocer la noticia desde el establecimiento indicaron que "la directora, los profesores y la plantilla de la Holy Angels Catholic Academy están destrozados por la pérdida de Daniel Fitzpatrick".

   "A la luz de esta tragedia estamos reexaminando las políticas de prevención del bullying y el entrenamiento", agregaron.

La tristeza del padre

   El papá publicó un video en su cuenta de Facebook en el que no oculta su enojo por lo sucedido y en el que reclama que ningún niño tendría que pasar por lo que pasó Danny.

   Le habló a los padres "de los chicos que atormentaron a mi hijo", a los que calificó de "pequeños monstruos asquerosos".

   "Espero que nunca tengan que sentir lo que está pasando mi familia", concluyó. (La Nueva., El Mundo y La Nación)