Luis “Beto” Brandoni, en Bahía Blanca como en familia
Por María Inés Di Cicco / [email protected]
El año pasado, Luis Brandoni anduvo por Bahía Blanca presentando la obra Parque Lezama, junto con Eduardo Blanco. Antes había venido con El hombre inesperado, al lado de Betiana Blum y conforme se remonta el almanaque se puede reconstruir el vínculo que este grande de la escena nacional mantiene con Bahía Blanca, por vía profesional y personal.
Aquí se lo ha disfrutado por teatro, televisión y cine, y hay quien lo conoce como amigo y familiar. Por esa historia que compartió con “La Nueva.”, “Beto” fue motivo de homenaje en la reciente edición del ciclo “El cine y su música”, que colmó la sala del Teatro Municipal el martes pasado.
“Felizmente, me han invitado a participar de este evento que tiene mucho prestigio en Bahía Blanca, que se hace con mucho fervor, imaginación, trabajo y dedicación. Esto no hace más que confirmar que Bahía Blanca es una ciudad culturalmente activa desde siempre y desde el hecho de que tenga un Teatro Municipal de más de 100 años, que no es obra de la casualidad”.
El intérprete recibió también la distinción de Personalidad Destacada de la Cultura por decisión del Concejo Deliberante de la ciudad y de mano del intendente Héctor Gay.
“Cuando te llaman para estos tributos y estas distinciones, lo primero que uno advierte es que ya está viejo", ríe.
“He recorrido un largo camino y seguramente algo de mérito hay en eso, pero seguramente también hay algo de permanencia, de insistencia, de tesón, en una actividad a la que uno le ha dedicado lo mejor de su vida que en mi caso son 54 años. Después, es la confirmación de que aquel oficio que cuando uno era muchacho abrazó como ilusión, con la pretensión además de vivir de él, terminó por convertirse en realidad”.
-- ¿Qué entregó a cambio?
-- Hice mi trabajo siempre de la mejor manera posible y creo que la honestidad que me inculcaron mis padres la puse en práctica en mi profesión.
-- Al cabo de tantas décadas, ¿qué vínculo estableció con el público?
-- Después de tantos años, teniendo la posibilidad de entretener a través del cine, la televisión o el teatro a la gente y de ofrecer lo mejor que uno creía que podía dar a través de obras, películas o programas que identificaban a la sociedad , creo que los espectadores se identificaron con los personajes que representaba y eso fue una forma de encuentro, de afecto y de complicidad no manifiesta aunque tácita entre el público y yo. Es por eso que hoy se dan estos homenajes y distinciones que tanto me halagan.
-- ¿Y cuando el actor deja atrás el set o baja del tablado y Luis sale a la calle?
-- Es una relación de amistad donde el primer acercamiento lo produce el otro. A mí no se me ocurriría ir por la calle deteniendo y saludando a la gente (ironiza). El primer gesto viene de los demás, de aquellos que me conocen y yo tengo la certeza de que les debo un afecto por reconocimiento, que creo que es mi deber.
"Estoy habituado y acomodado a esta realidad que me ocurre desde hace ya muchos años, porque hubo un tiempo en el que no me ocurría y cuando empezó a suceder me encantaba porque quería decir que tenia algún camino hecho en mi profesión gracias a que esa gente se interesaba por mi trabajo.
“Nunca he resignado a mi condición de ciudadano que camina por las calles, compra en el almacén o come en un restaurante sin ninguna limitación especial. Creo que ese derecho es innegociable y, por fortuna, no he padecido la preocupación de generar alguna clase de misterio en torno a mi vida.
"Soy un ciudadano que tiene el oficio de actor y como todo trabajo, esa profesión tiene algunas ventajas y desventajas, entre ellas, una limitación a la vida privada”.
Desde pequeño...
-- Con Bahía Blanca el vínculo va más allá de lo profesional. ¿Hay muchos amigos por acá?
-- ¡No sólo amigos! Tengo parientes. Tengo recuerdos de familiares muy cercanos a quienes veníamos a visitar desde mi más tierna infancia.
"El hermano de mi nono, Emiliani de apellido, vino a vivir a Ingeniero White y acá conformó una familia grande que, en virtud de haber tenido muchas hijas mujeres, fue perdiendo el apellido y derivando en otros.
“Tengo recuerdos del White de casas de chapa y madera y de empedrado, y en esta visita volví tratando de recordar aquellas calles llenas de arena y esos edificios que se construyeron con materiales livianos como en La Boca y la Isla Maciel, porque se creía que el suelo ganado al mar no las soportaría de otra manera. El resultado es un paisaje casi único. Es un lugar que, creo, que su intendente anda con ganas de recuperar y que debería ser recuperado.
"Volví al Museo del Puerto, y a Ferrowhite que miro con orgullo porque presenté en su momento el proyecto para que la ex Usina del puerto de Bahía Blanca finalmente se convirtiera en Monumento Nacional. Son museos que cuentan de manera vívida la historia del puerto y el ferrocarril en la Argentina, y todo ese sitio, espero, se convertirá muy pronto en un polo turístico de importancia".
-- ¿Y en términos teatrales?
-- Fueron muchas las veces en que he venido. Los bahienses siempre han sido muy generosos conmigo, incluso en momentos muy difíciles y eso es algo que a los actores nos deja una sensación de gratitud enorme.
Del compromiso
-- Usted ha sido una figura pública caracterizada por su militancia ciudadana. Fue presidente de su gremio, diputado nacional...
-- ¡Y he tenido aciertos y resonantes fracasos!
-- Trabajó en el ámbito de la política y hoy puede tomarlo en perspectiva. ¿Qué observación le merece ese espacio en la Argentina?
-- Hemos tenido tiempos difíciles, pero también los hubo mejores. Hoy, los argentinos estamos parados en un lugar de turbulencia. Pero yo comparto con la mayoría de la sociedad la esperanza de que vamos a dar vuelta una parte de la historia. Para eso, claro, tenemos que cambiar algunas conductas y recuperarnos cada uno en función de la vida en sociedad, y por nosotros mismos. Si yo respeto al otro, me respeto a mí mismo, me siento mejor conmigo mismo. Y lo digo porque lo vivo cada día, cuando detengo el auto y dejo paso al peatón".