El edificio del ACA
Hace 77 años, en abril de 1939, comenzó la construcción del edificio del Automóvil Club Argentino (ACA), en la esquina de Chiclana y Fitz Roy.
En 1892, Dalmiro Varela Castex trajo de Europa el primer automóvil del país. Pocos años después (1904), se encargaba de fundar el Automóvil Club Argentino, con la finalidad de alentar la compra de autos, gestionar la construcción de caminos e instalar un garage con taller mecánico. En 1923, el ACA tomó a su cargo la conservación, relevamiento y señalamiento de las rutas argentinas, a partir de un ventajoso acuerdo con YPF. De entonces datan los primeros planos y hojas de ruta del país.
Bahía Blanca, que en 1901 había visto circular el primer automóvil al mando del médico Adrián Morado Veres, pronto tuvo una delegación, más allá de contar con su Bahía Blanca Automóvil Club, fundado en 1921 por vecinos de la ciudad.
En abril de 1939 las autoridades del ACA anunciaron que la empresa Benito Roggio e hijos -de la Capital Federal- comenzaría la ejecución de un moderno edificio, proyectado por el ingeniero Antonio U. Vilar, en la esquina de Chiclana y Fitz Roy. Un par de meses después, Roggio llegó a un acuerdo con la constructora bahiense E. y P. Cabré, la cual tomaba a su cargo la obra.
El 15 de junio de 1939 quedó habilitado el primer surtidor de nafta en esa esquina y apenas un año después, julio de 1940, se inauguró oficialmente el nuevo edificio, de novedosas líneas modernas. En planta baja se ubicaron cuatro surtidores, la sección lavado, engrase y el taller. El primer piso alojaba la sala presidencial y dependencias, y el segundo, departamentos para el personal.
La música de la banda del Regimiento 5 de Infantería, varios discursos y un cóctel para el público asistente sirvieron de marco adecuado a tan trascendente ceremonia.