Fernando Bond Stork acusó a policías de manejar el narcotráfico

Redacción de La Nueva.

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Fernando Alexis Bond Stork (31), imputado junto a otras diez personas del delito de tráfico y comercialización de drogas, declaró en la cuarta jornada del juicio que se le sigue que la causa fue “armada” y acusó a funcionarios policiales de manejar el narcotráfico y otras actividades ilegales en Bahía Blanca.

Además tildó de “adicto” a los estupefacientes al teniente Walter José Schell, integrante de la delegación de Drogas Ilícitas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, uno de los tres efectivos que durante el debate sindicaron a Juan Ignacio Suris como el sujeto que coordinaba y regenteaba la organización criminal.

“No voy a llamar a Schell oficial de policía; es un delincuente como lo fui yo porque iba a cobrar las coimas semanales al señor Pedro Basilio Cajaravilla, que era dueño del cabaret La Morocha, en Ingeniero White, y a quien mataron de siete disparos en el pecho”, declaró ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal.

“Con Schell consumimos cocaína juntos en más de una oportunidad y sé cómo maneja los negocios de los desarmaderos, la prostitución y el narcotráfico en Bahía Blanca”, aseguró.

“Voy a hablar de cómo se viene armando esta causa desde su inicio y explicar por qué. No soy ningún puritano porque tengo dos causas penales por robos calificados en la modalidad piratas del asfalto, pero no tienen nada que ver con la droga”, acotó.

“En 2010 recuperé la libertad y mi amigo Pedro (Cajaravilla) me ofreció trabajo en su prostíbulo. Fui una de las personas más allegadas a la relación que tuvo Pedro con toda la policía de Bahía Blanca, porque estaba cuando él pagaba los arreglos (con la fuerza policial) en toda la ciudad”, aseguró.

El procesado denunció también al comisario general Héctor Abel Maggi y al comisario inspector Marcelo Bianchettín, extitulares de la Jefatura Departamental y la Policía Distrital, respectivamente, así como al difunto comisario Adrián Ceferino Deón (a cargo de la seccional Tercera) y a los subcomisarios Alberto González y Gustavo Cheppi, entre otros uniformados.

“Con un audio que hay en la causa Suris se puede comprobar que Maggi le pedía a Pedro que aumentara el monto de los arreglos porque ya no podían sostener más la situación. El 'Chino' Schell y González le avisaron a Pedro que tenía que dejar de vender droga porque –-dijeron-- 'intervino Gendarmería Nacional y Prefectura y te están investigando'”, señaló Bond Stork.

Otros detalles

Y continuó: “una noche antes de la muerte de Pedro, Schell estuvo en La Morocha y le dijo 'no te olvides de que te avisé y que somos una familia muy grande. Por más que nos saques del medio, van a venir otros y vas a pagar por lo que hiciste'”.

Bond Stork explicó que empezó a tratar a Suris cuando hacía viajes a Bahía Blanca con un remís de su propiedad. “Hice una verdadera amistad y, de hecho, es el padrino de mi hija. La única vez que tuve una relación comercial con él fue cuando lo conocí en 2001 o 2002, que le compré una camioneta”, afirmó.

“A (Juan Ramón) Romero Miranda también me lo crucé detenido en la Unidad 19, pero después lo trasladaron al penal de Villa Floresta y no lo vi más. A Tamara (Jiménez) la vi por primera vez en Narcocriminalidad el 14 de diciembre (de 2013), cuando nos llevaron detenidos a todos juntos”, añadió.

“A Martín (Cruz) Ocampos no lo conozco; jamás lo vi en mi vida. A Johanna (por Yolanda Jiménez) la vi una sola vez lavando un auto que tenía su marido (Carlos César) 'El Chino' Alberti, pero nunca crucé una palabra con ella. A Sandro Cristian Miranda lo conozco de la quinta de Juan Suris, igual que a Guillermo por ser hermano de Juan. A Aníbal Arce no lo vi jamás”, concluyó Bond Stork.

El debate está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal, integrado por los jueces Juan Leopoldo Velázquez (presidente), Raúl Hilario Fernández Orozco y Beatriz Elena Torterola.