Los jardines de infantes y su compromiso con la historia
Natalia Miguel / [email protected]
La comunidad educativa del Jardín de Infantes Nº 908, ubicado en la Base de Infantería de Marina Baterías, custodiará por el término de un año la campana sanmartiniana, un emblema con un gran significado y con una profunda historia que resalta los momentos más salientes de los logros del general don José de San Martín, prócer que, tal como se publicara en la edición de ayer, se recordó en el acto oficial llevado a cabo en el parque que lleva su nombre.
De esta manera, docentes, alumnos, directivos y padres podrán estudiar, investigar y analizar la vida del héroe, frente a una singular imagen que está recorriendo los distintos establecimientos educativos del distrito. La primera escuela que recibió la campana fue la Primaria Nº 9, que lleva el nombre del prócer y se sitúa en Estrada y Pellegrini.
Ahora, en la citada ceremonia la campana fue entregada por la comunidad escolar del Jardín Nº 907, de la Base Naval Puerto Belgrano, cuyos estudiantes y educativos la despidieron entonando una canción alusiva.
La docente Marcela Longoni, integrante del Jardín Nº 907, dijo que las virtudes del Padre de la Patria son recordadas cada 17 de agosto en todos los ámbitos en los cuales se convoca a su memoria.
"El general José de San Martín fue, sin lugar a dudas, un hombre excepcional. Supo encarnar los valores más sublimes y evidenciarlos en cada una de sus actitudes públicas.
"Los homenajes que se multiplican a lo largo y ancho del territorio nacional mantienen la oferta de aquella visión de bronce a la que nos acostumbró la escuela del pasado. Sin embargo, las cosas han cambiado y el testimonio de la humanidad del prócer parece aflorar.
"Las virtudes que lo ennoblecieron se destacan aún más y los defectos se disimulan por aquello de la humanización que se hace de su figura", dijo.
La educadora sostuvo que en esta oportunidad los niños del jardín han trabajado sobre los valores que dejó San Martín.
"Los niños pudieron observar que llevó una vida austera, ejemplificadora, con aciertos y equívocos, como cualquier ser humano. Fue todo esfuerzo para asumir las más elementales carencias. Fue generosidad a la hora de ofrendar su vida personal a la causa de la libertad de la Patria.
"Fue modestia. Huyó siempre de la pompa del poder. Fue honestidad demostrada en cada uno de sus actos públicos. Fue libertad siempre y fue unidad para reclamar que los argentinos sean capaces de vivir en paz. Encontramos en él, la sumatoria de ser un gran político, estratega, pero por sobre todo un gran ser humano, quien nos dejó valores como la libertad, la igualdad y la fraternidad.
"Él fue y es un personaje que no puede despertar otros sentimientos que no sean de admiración por su legado de valores éticos y morales, siendo éstos los que guiaron su existencia, haciendo de él un ser humano digno de ser imitado.
"Orgullosos de haber podido resaltar todos estos valores, la campana sanmartiniana que nos acompañó durante este año quedará en custodia del Jardín Nº 908, donde niños y grandes de otra comunidad podrán continuar con el legado de nuestro prócer.
"Encarnó todas las virtudes y muchas más, pero renunció a los honores que por ello les eran merecidos. Su ejemplo de trabajo, hecho con tenacidad, y su férrea vocación por el pleno ejercicio de los derechos de los pueblos, y su vocación libertadora se mantiene como el verdadero faro indicador del camino de la Argentina. Hacia allí debemos ir. Ojalá sepamos hacerlo como él, en silencio y seguros", dijo.