Juan Pablo Vaulet: “El trabajo y el sacrificio que hice valieron la pena”
Bahía Basket y el básquetbol argentino pueden compartir la alegría. Pero la elección por parte de una franquicia NBA del cordobés Juan Pablo Vaulet, es otra nota de orgullo para la organización deportiva bahiense que lo vio consagrarse campeón de la primera edición de la Liga de Desarrollo.
Hoy, un hecho deportivo anecdótico comparado con lo que significó, en la madrugada de ayer, la elección del alero en el puesto 39 del draft por parte de Charlotte Hornets. Equipo que, en el marco de las negociaciones y acuerdos que sellan las franquicias previo a la elección, lo cedió de inmediato a Brooklyn. En ese intercambio Nets entregó una elección en segunda ronda del draft 2018 (sobre 60 candidatos, del 31 en adelante), otra del sorteo en la misma ronda pero de 2019 y dinero extra, según los dichos del manáger general Billy King.
Que Vaulet haya sido elegido en el sorteo no significa que la próxima temporada vaya a incursionar en la liga estadounidense. Brooklyn es dueño de sus derechos pero, como ocurre con tantos otros jugadores que son elegidos como inversión a futuro, Juampi seguirá creciendo al menos por otra temporada en la Liga Nacional vistiendo la camiseta de Bahía Basket.
Vaulet se enteró de su elección en Heraklion (Grecia), donde concentraba con la selección argentina Sub 19 que hoy debutará en el Mundial.
“Soñaba con ser elegido, pero no me lo esperaba. La realidad es que me tomó de sorpresa. Estoy muy feliz, me tocó pasar por etapas muy difíciles en mi carrera, esto es una alegría indescriptible”, le contó Vaulet a la prensa del equipo bahiense.
El alero llegó a Bahía Basket en agosto del año pasado. Transitaba la rehabilitación de una lesión en un pie que lo había mantenido inactivo durante un año y medio.
“Hace varios días que estaba esperando este momento. Pasé horas de mucho nerviosismo y sin poder dormir. Estoy lejos de mi familia y me hubiese gustado pasar este momento con ellos", reconoció Vaulet.
"Lo estuve siguiendo en vivo con José (Vildoza), mi compañero de habitación. Cuando me eligieron saltamos de la cama y nos dimos un fuerte abrazo. Luego llegaron los demás chicos y festejamos. No lo podíamos creer", afirmó el longilíneo.
"Escuchar que mi nombre era elegido fue algo emotivo. Fue una sensación inexplicable, pasaron muchas imágenes por mi cabeza en un segundo. Creo que el trabajo y el sacrificio que hice valieron la pena", concluyó Vaulet.