Metalúrgica bahiense
Hace 60 años, en septiembre de 1954, comenzó la construcción de una de las metalúrgicas más importantes que tuviera la ciudad.
“Desde hace tiempo, Bahía Blanca viene teniendo un proceso industrializador como consecuencia de inversiones que revelan el deseo de asignarle un papel preponderante en esa transformación”, señaló este diario al dar cuenta de la construcción y su impacto en el movimiento comercial local.
Una de esas industrias comenzó a levantarse en el camino a Puerto Galván, bajo el nombre de Metalúrgica Bahía Blanca.
Los capitales fueron aportados por la firma local Zunsa Zuntini SA y un grupo de inversores de la Capital Federal. La nueva sociedad se dedicaría a la fabricación “de toda máquina automática para la elaboración de productos alimenticios que incluyan como materia básica la harina”. Esto significaba equipar a panaderías, fábricas de fideos y plantas de pastas frescas y galletitas, entre otros emprendimientos.
El lugar del emplazamiento era frente a la desaparecida estación ferroviaria de Loma Paraguaya, en un terreno de 29 hectáreas donde funcionó, hasta mediados de la década del 40, la cancha de golf trazada por los ingleses del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico.
La obra ocupó 8.500 metros cuadrados, incluidas las secciones fundición, administración y mecánica.
Entre los participantes de la nueva industria se encontraba la firma Siam Di Tella, encargada además de proveer los transformadores para movilizar la maquinaria.
Puesta en marcha en 1955, la planta ocupó 250 obreros.
Como tantas otras empresas, Metalúrgica Bahía Blanca extendió su historia hasta mediados de la década de 1970, cuando la situación económica del país determinó su cierre definitivo.