Ivonne Gallardo: el resonante caso que conmocionó a Bahía
Por Marcela Cisternas / [email protected]
Los más de 20 años transcurridos no han servido para borrar de la memoria aquel fatídico momento en que se supo que el cuerpo sin vida hallado bajo una montaña de sal, en una curtiembre abandonada en la calle Río Negro al 1000, pertenecía a Ivonne Edith Gallardo, dada por desaparecida el 14 de agosto de 1993.
Después de siete meses signados por el desconcierto y la incertidumbre, en los que la angustia de la familia Gallardo se fue sumiendo paulatinamente en un abismo interminable, el 30 de marzo de 1994 se confirmó lo que ya se presuponía: la niña de 9 años había sido asesinada.
Fue, al menos en nuestra ciudad, uno de los casos más emblemáticos por sus características.
La niña fue vista por última vez cuando visitó la casa de una familia amiga -en la calle Pasaje Podestá 1059, donde vivían Hugo Medel, su esposa Patricia Delgado y sus dos hijos menores de edad-, a unas cinco cuadras de su vivienda, en la calle 25 de Mayo 270.
Mirta Gordillo, la madre de la menor, denunció su desaparición en la comisaría Primera y desde ese momento se lanzó un impresionante operativo para poder localizarla.
Efectivos policiales -con la intervención de un grupo especializado provenientede Mar del Plata-, familiares, allegados, videntes, parapsicólogos y otras personas relacionadas con esa actividad se sumaron a la búsqueda.
También el entonces intendente Jaime Linares brindó su colaboración y distribuyó cartillas con la foto de la niña en todos los comercios y lugares públicos de la ciudad.
Falta de pruebas
Pero, los falsos testimonios, alguna deficiencia investigativa, la falta de pruebas concluyentes y, fundamentalmente, el prolongado tiempo transcurrido que borró muchas huellas, jugaron contra el esclarecimiento del crimen.
Ni la detención de Héctor “Cheto” Medel, el 14 de julio de 1994 --incriminado por su cuñada, Patricia Delgado, quien poco después se desdijo y aseguró haber sido presionada por la policía--, ni las pericias de las muestras de cabellos encontradas en una de las manos de Ivonne, a las que se asignaba vital importancias, fueron determinantes para aclarar el caso.
La policía aseguró haber hecho todo lo humanamente posible y que el resto dependía de la justicia. Pero la justicia tampoco pudo hallar respuestas para echar luz sobre este conmocionante homicidio.
Mientras la Cámara de Apelaciones -–integrada por los jueces Jorge Julián Alconcher, Julio César Brígnole y Luis José Centurión-- liberó a Medel, la investigación volvió a foja cero y Patricia Delgado fue condenada por falso testimonio.
Pasó el tiempo y tras infructuosas investigaciones, la jueza en lo Criminal y Correccional María Pía Fava de Solana dictó el sobreseimiento provisorio del sospechoso, el cual, transcurridos los términos legales, se convirtió en definitivo en junio de 2000, luego de una resolución del juez de Transición Nº 2, doctor Miguel Adrover.
Así, “Cheto” Medel quedó fuera de la causa por el homicidio de Ivonne. Y por más que algunos lo nieguen, pasó a ser el crimen perfecto, ya que su autor continúa en libertad.