Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Absolvieron al acusado de un asalto en Villarino

La Justicia consideró que no se reunieron pruebas concluyentes contra el detenido Rodrigo Morales.
Feliz por el fallo que lo benefició, Rodrigo Morales es retirado de la sala de audiencias.

Al no acreditarse en forma concluyente su participación en los hechos investigados, El Tribunal en lo Criminal Nº 2 absolvió ayer a un sujeto acusado de participar de un violento asalto en un campo cercano a Pedro Luro y de un robo en una vivienda de esa localidad del partido de Villarino.

El fallo fue dictado por los jueces María Eloísa Errea de Watkins, Hugo Adrián De Rosa y Claudia Cecilia Fortunatti, y benefició a Rodrigo Nicolás Morales, quien quedó en libertad.

Los magistrados consideraron demostrado que el 16 de noviembre de 2013, alrededor de las 16.30, tres delincuentes irrumpieron en un establecimiento rural de la Colonia El Sostén, donde redujeron a Oscar Sauer, a su mujer Claudia Mónica Espinoza y a un hijo de la pareja.

Los ladrones le exigieron a la víctima la entrega del dinero correspondiente a la venta de cebolla y, ante su negativa, uno de los individuos efectuó un disparo con un arma calibre 38 que impactó en el marco de una puerta, además de propinarle un par de culatazos a Sauer, provocándole lesiones en la cabeza.

Luego de atar a las víctimas, los malvivientes se apoderaron de una carabina, teléfonos celulares y 1.000 pesos, para finalmente escapar dejando encerradas a las víctimas.

Además, se probó que entre el 29 y el 30 de julio de 2011, tras forzar la puerta de una vivienda ubicada en la calle 7 Nº 231, de Pedro Luro, perteneciente a Raúl Villarubia, fueron sustraídos 8.000 pesos, 8.000 dólares y un pendrive.

Por último, consideraron los jueces que no se pudo demostrar que Morales haya tenido en su poder, en forma ilegal, un arma de fuego calibre 22, que habría sido encontrada durante un allanamiento dispuesto por la justicia de Garantías, en su casa de la calle 11, entre 14 y 16, de Luro.

Al analizar la supuesta intervención de Morales en los hechos investigados, la jueza Errea de Watkins consideró que “no obstante el esfuerzo puesto de manifiesto por el fiscal en su alegato, tendiente a acreditar la relación que vincule al encartado con los mismos, no encuentro que los elementos probatorios agregados a la causa, lleven a un grado de certeza tal que formen la sincera convicción de su coautoría”.

Sobre el asalto a la familia Sauer, sostuvo que “si bien ambas víctimas reconocieron en rueda de personas a Morales como uno de los autores de los hechos, no fueron precisas en cuanto a las características físicas y a la función que cumplía la persona que reconocieron”.

Agregó que a esos reconocimientos dudosos se contraponía la versión sostenida por el imputado, quien manifestó que al momento de cometerse el robo se encontraba en Pedro Luro, coartada que fue corroborada por varios testigos.

Por ello, la jueza señaló que “no encuentro que subsistan elementos de prueba suficientes que vinculen con certeza al imputado con los hechos por los que se lo acusa”.

Acerca de la sustracción en la vivienda de Villarubia, la doctora Errea tampoco consideró probada la intervención del encausado.

Dijo que el pendrive hallado en la casa de Morales no fue denunciado por el damnificado ni llevado como prueba al juicio oral, y sobre unas huellas que presuntamente se dirigían desde la casa de Villarubia hacia la del imputado, un testigo indicó que no las fue a ver y que la policía le hizo firmar una declaración en la que manifestaba que las había observado.

Por su parte, un policía que declaró como testigo en el juicio, manifestó no recordar si hubo alguna otra tarea investigativa que llevara a los pesquisas hacia Morales. También dijo que no concurrió la Policía Científica y que no se acordaba si se habían preservado las marcas de calzado en la puerta de la casa de la víctima.

“Entiendo, luego de analizar los elementos probatorios obrantes en la presente y que fueron incorporados por lectura al debate, que la fiscalía tampoco logró acreditar legalmente en autos, más allá de una duda razonable, la participación del encartado en este hecho”, indicó la magistrada.

Finalmente, ante la falta de pruebas, el tribunal dispuso absolver y ordenar la libertad de Morales.