Weimann: "Era imposible que me ganaran desde la cuerda"
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Por Mariano Arribas / [email protected]
La final de la novena fecha del Campeonato Estival 2013-14 de Midget engañó a todos.
Parecía definida cuando Marcelo Weimann picó en punta y se alejó usufructuando el radio de giro más conveniente.
Sin embargo, Gabriel Schiebelbein estuvo en desacuerdo y optó por inyectarle una cuota de suspenso al desenlace.
En la segunda mitad de carrera, el Osito fue recortando la brecha con el Narigón y llegó a equiparar su línea en el último giro. Restaba una curva y ambos ingresaron a la par...
La experiencia terminó pesando y la ansiedad, traicionando a Gabriel, quien en su afán por clausurarle la línea externa al Narigón,se excedió en acelerador sobre lo pelado y protagonizó un semitrompo que derivó en un múltiple accidente con Emiliano Nuesch y Sebastián Pérez. Un final digno de película taquillera.
"Era imposible que me ganaran desde la cuerda, ya que había mucha tracción. Sabía que si había un auto que podía llegar a pelearme la carrera, era el de él (por Schiebelbein)", reconoció el piloto del auto Nº 18.
Así, Weimann se abrazó a su segundo triunfo en el torneo, el 19º en su cuenta personal, y dio un paso casi decisivo hacia el playoffs que se iniciará después de tres citas.
Por su parte, Daniel Altamirano y Emiliano Urretabiscaya trabajaron a destajo para acceder al podio móvil después de disputar las cinco instancias de la noche, al tiempo que José Giambartolomei (cuarto) no da resquicio en su camino hacia la obtención de la fase regular.
La prueba central necesitó de cuatro largadas, un reordenamiento, el cual le posibilitó a Weimann saltar del cajón 2 al 1 que originalmente le perteneció a Nuesch, y de los tres suplentes disponibles (Daniel, Urreta y Kevin Altamirano) como consecuencia de las bajas de Diego Andrade (por toque con José), Sebastián Burgos (trasmisión), Julio Monteros y Mariano Pérez, (ambos se encontraron con Gonzalo Prozorovich).
Con atractivo espectáculo, dudas en la Deportiva (Omar Machado volvió a dejar que desear) y buen marco se cerró la primera mitad del Estival. Lo mejor está por venir...
Miguel Dominella paseó con una reliquia
Irrumpió en la tierra del Héctor Evaristo Plano y generó más de un suspiro en la popular.
La máquina del tiempo retrocedió casi 50 años y nos puso enfrente de nuestras narices un auto de 1965 cuya inmejorable conservación resulta digna de destacar.
Este mérito le corresponde a Miguel Angel Dominella, quien tuvo el placer de conducirlo y acelerarlo en el escenario de Aldea Romana y ante miles de personas.
Quedará como una simple anécdota la pequeña falla que obligó a la máquina Nª 20 a quedar detenida en el sector opuesto.
Para este entonces, Dominella ya había cautivado a propios y extraños con los tan peculiares rasgos de su reliquia.
La mención a D'Amato
Las pantallas se pusieron en negro e inmediatamente le dieron lugar a la reproducción de un video homenaje cuyo personaje central fue Hugo D'Amato, otros de los tantos puntales con los que contó y cuenta la categoría.