Bahía Blanca | Viernes, 18 de julio

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Esmeralda fue puesta en valor

Abre una vía de comunicación clave entre Villa Rosas, Spurr, Moresino, la terminal de ómnibus y el Hospital Penna.

La terminación de los trabajos de pavimentación de la calle Esmeralda, unas 19 cuadras entre Drago y Tierra del Fuego, pone punto final a una de las obras más reclamadas desde distintos sectores, al tiempo que deja definitivamente mejorada la interconexión entre numerosos barrios y áreas estratégicas de la ciudad.

La intervención da cuenta, además, de la voluntad de la actual administración municipal de desarrollar no solo trabajos de mayor visibilidad por su ubicación o impacto, sino que también se reconoce la necesidad de dar respuesta a situaciones que acaso admiten una exposición menos contundente, pero que responden a una necesidad básica en materia de infraestructura urbana.

No se concibe, a esta altura de nuestra historia, que no existan vías de enlace fluidas y de calidad con el sector portuario y con barrios como Villa Rosas, Spurr y Moresino, entre tantos, que han alcanzado un importante crecimiento demográfico y siguen teniendo serias dificultades a la hora de movilizarse al centro y macrocentro.

Esmeralda abre una vía de comunicación clave de esos sectores con puntos estratégicos, como la terminal de ómnibus y el Hospital Interzonal Dr. José Penna, al tiempo de generar una salida adecuada para el intenso tráfico vehicular que cada día circula entre ambas áreas, incluso con una traza que permite ahorrar tiempo y brinda seguridad.

La intervención dejó en claro que en muchas ocasiones se postergan obras en el tiempo por la existencia de cuestiones técnicas que se suponen escollos insalvables para su concreción, o al menos se presentan como excusas para ir dilatando en el tiempo trabajos que, en muchos casos, resultan vitales para un funcionamiento acorde de la ciudad.

En el caso de esta calle, durante varios años se había instalado la idea de que la existencia de un acueducto que lleva agua al sector industrial hacía inviable la pavimentación. Durante varios años se esperó que la prestataria Aguas Bonaerenses S.A. desplazara esa cañería, hasta que finalmente informó que no disponía del dinero necesario para concretar esa intervención. Esa decisión obligó al municipio a buscar una solución técnica al problema, la cual se consiguió sin demasiadas complicaciones.

Esmeralda es ya una realidad, como lo es Pilmayquén –sobre todo el tramo que conecta las avenidas Cabrera y 14 de Julio-, y como lo es la avenida Dasso en White. Queda mucho por hacer, se sabe, pero es alentador que se privilegien intervenciones de carácter estructural, más allá de también valorar otras que ayudan a mejorar el perfil de la ciudad.