Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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RSE: en medio de una tragedia, la vanidad sobra

Cuando los fenómenos de la naturaleza golpean a una población, las firmas deben evitar caer en reclamos que nada tienen que ver con la ayuda que pretenden brindar.
RSE: en medio de una tragedia, la vanidad sobra. El país. La Nueva. Bahía Blanca

Se supone que la vanidad es una de las características humanas que suele no estar presente, al menos como protagonista, en cuestiones relacionadas con la RSE (Responsabilidad Social Empresaria), sin embargo Playboy nos ofrece la posibilidad de analizar este aspecto en base a su experiencia reciente en México.

  Las tragedias que generan los fenómenos meteorológicos suelen ser los episodios más convocantes para la voluntad de ayudar de las personas, en general, y de las empresas, en particular.

Hay algo conmovedor en el desamparo que genera haberlo perdido todo, que se incrementa cuando esto ocurre sin culpas directas por parte de los damnificados.

Sufrir las consecuencias de una tormenta solo depende de estar en el lugar cuando ocurre la tragedia y la gente suele no elegir su destino, o lugar de residencia, a la espera del paso de un ciclón.

México acaba de sufrir las consecuencias del paso de dos tormentas tropicales: "Ingrid" y "Manuel" que dejaron devastada buena parte de su territorio.

Entre quienes decidieron tomar partido ayudando a los damnificados estuvo la edición local de la revista "Playboy" que invitó a la población a acercarse a una plaza donde estaba la chica de tapa del mes --la brasileña Leia Freitas-- quien, a cambio de un equivalente a $ 100 (moneda mexicana) en productos de la canasta básica donados, entregaba un ejemplar de la revista con su autógrafo.

Esta convocatoria logró llenar 2 containers con mercadería.

Nada de esto hubiera trascendido si no fuera porque el grupo Gin Media Business --editorial de la revista "Playboy" en México-- emite un comunicado en el "Boletín Fundación Gin y Playboy" que titula "Rechazo a nuestro acopio por editar la revista ‘Playboy’ en México".

Para sorpresa de muchos, y en contra de lo que suele ocurrir en estos casos, una empresa hace pública una denuncia reclamando por no haber sido aceptada su ayuda a los damnificados.

El comunicado de los editores de "Playboy" en México plantea lo siguiente: "Con el afán de ayudar y de solidarizarnos con la causa, hemos hecho un acopio modesto, con el que hemos llenado dos containers, contribuyendo al orden nos hemos acercado a entidades que están participando de manera activa en la repartición de estos bienes, pues estamos convencidos de que la unión hace la fuerza y estas entidades saben en qué zonas hace falta la aportación.

"Tristemente, al ser ésta una casa editorial en la que contamos con diversas revistas como "Open", "El Gourmet", "Forward", "Soy Grupero" y "Playboy", nuestro apoyo ha sido rechazado por contar con un título que, a juicio de algunos, no es digno de cooperar: nuestra revista "Playboy". No dejaremos de ayudar y hallaremos la manera de sumar siempre." Reflexión

  Las empresas, con vocación de ayuda y determinación de llevarla a cabo frente a una emergencia, pueden decidir mantener el rol competitivo que las caracteriza --y gracias al cual se diferencian de sus competidores-- en cualquier terreno, menos en el de las víctimas. Victimizarse porque le rechazan la ayuda no es una posición digna (como reclama el comunicado de la empresa) como tampoco lo es cambiar el foco de la cuestión principal.

La atención está, y debe mantenerse, sobre quienes tienen necesidades urgentes como consecuencia de la catástrofe y no sobre quienes encuentran obstáculos para ayudar.

Trascender por el escándalo --en este caso, hay que reconocer que "Playboy" consiguió mucha más prensa de la que hubiera logrado si su voluntad de ayudar no hubiera encontrado obstáculos-- no construye reputación, siendo este el mayor valor intangible que genera la RSE.

La gestión empresarial, que incluye, pero no se limita a la RSE tiene mucho de prueba y error. Lo único cierto de este proceso es que cuando se prueba un camino que resulta no ser el indicado, denunciarlo públicamente no lo corregirá. (*) El autor es especialista en temas de RSE.