Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Alerta con una lesión que afecta al brazo del bebé

Identificar y tratar la parálisis braquial obstétrica es clave para evitar secuelas irreversibles en los movimientos y en la forma del miembro superior del recién nacido. BUENOS AIRES (Télam) -- Los consultorios y guardias pediátricas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y del territorio bonaerense reciben hasta 4 veces por semana casos de bebés con "brazos de trapo", una lesión que puede ser irreversible, si no se trata tempranamente.

Identificar y tratar la parálisis braquial obstétrica es clave para evitar secuelas irreversibles en los movimientos y en la forma del miembro superior del recién nacido.


 


 BUENOS AIRES (Télam) -- Los consultorios y guardias pediátricas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y del territorio bonaerense reciben hasta 4 veces por semana casos de bebés con "brazos de trapo", una lesión que puede ser irreversible, si no se trata tempranamente.


 Se trata de la parálisis braquial obstétrica (PBO), una lesión de los nervios a la altura del cuello, que se produce frecuentemente por una dificultad en la expulsión de los hombros en el momento del parto.


 El cirujano Andrés Dogliotti, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Manos, consideró importante tomar conciencia del riesgo que implica el PBO, que de no tener una recuperación completa, puede afectar el normal desarrollo del brazo del bebé.


 "Identificar y tratar esta lesión es evitar secuelas irreversibles en los movimientos y en la forma del miembro superior del recién nacido", aclaró Dogliotti.


 Carlos Becker, jefe de Tocoginecología del Hospital Durand e integrante de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires explicó que la parálisis de Erbs --nombre del descubridor de la patología-- puede ocurrir en cualquier parto como consecuencia de la distocia de hombros, que sucede cuando el bebé ha sacado la cabeza y por los hombros permanece atascado en el canal de parto.


 "Las maniobras que debe realizar el médico, tendientes a sacar al bebé, pueden provocar una elongación del plexo braquial. Obviamente, debe hacerlas para evitar un mal mayor", dijo Becker, profesor adjunto de obstetricia de la UBA.


 La distocia de hombros, según enfatizó Becker, es impredecible e imprevenible y exige del obstetra actuar en el momento, y estar adiestrado en las habilidades específicas para resolverla con éxito, más allá de los factores de riesgo.


 El especialista puntualizó que esta dificultad puede ocurrir en cualquier parto, más allá de factores de riesgo como el peso del bebé.


 Becker precisó que el 50% de los bebés que presentaron el trastorno al nacer tenían menos de 4 kilos, lo que muestra la complejidad del problema.


 "No podemos reducir la causa sólo a una dificultad en el parto, ya que en algunos casos puede llegar a ser congénita", advirtió.


 Aunque menos frecuentes, se han descripto casos de PBO intrauterino y en cesáreas.


 Sebastián Valbuena, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano señaló que no todas las lesiones de PBO son iguales y que hay un amplio abanico desde los casos más leves a otros muy graves.


 "Esta lesión es fácilmente identificable cuando el bebé es recién nacido, más aún si tenemos los antecedentes de un parto prolongado y dificultoso. Se lo suele percibir en los primeros días de vida, cuando se observa en sus movimientos que uno de sus brazos no tiene la misma respuesta que el otro", afirmó.


 Valbuena comentó que también puede desaparecer la capacidad sensitiva de la mano ya que al afectar todos los nervios, el niño tampoco siente correctamente.


 Cuando la lesión se encuentra en etapa avanzada, las lesiones llegan a ser muy marcadas, con acortamiento del brazo y posturas típicas de la patología.


 En ese aspecto, Dogliotti destacó que el tratamiento en el bebé recién nacido consta de una rehabilitación kinésica para fortalecer los músculos dañados. Cuánto más se estimule al bebé en casa, mayor será la posibilidad de recuperación.


 No obstante, añadió que a medida que pasa el tiempo, si no van recobrando ciertos movimientos espontáneamente, puede estar indicada una microcirugía de los nervios lesionados.

Incidencia.
1,51
cada 1.000 nacidos vivos resulta la incidencia de esta parálisis, lo que representa para nuestro país 22 casos por semana, un promedio de 3 a 5 por ese período en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, según la Asociación Argentina de Cirugía de Manos.