Inhumaron a Amalita
BUENOS AIRES (DyN y NA) -- Los restos de la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat fueron inhumados ayer en el panteón familiar del cementerio porteño de Recoleta, tras ser acompañados por un cortejo que integraron familiares y allegados.
Parientes directos de la mujer más rica del país --que murió, de causas naturales, a los noventa años--, participaron de una misa de cuerpo presente en la capilla. Se observó, entre otros, a su hija, María Inés; a sus nietos, Amalia Amoedo, Bárbara y Alejandro Bengolea; y a su nieta política, Zelmira Peralta Ramos.
También concurrieron el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (Pro); el diputado nacional Adolfo Prat Gay (Coalición Cívica); el director del diario "La Nación", Bartolomé Mitre; hombres de negocios, artistas y diplomáticos.
Tras un breve responso, a cargo de monseñor Jorge Casaretto, el féretro fue depositado en la bóveda.
Apodada "la dama del cemento", empresaria, filántropa y la mayor coleccionista de arte de la Argentina, Amalita --con una fortuna personal calculada en 1.500 millones de dólares-- había sido retratada por el célebre artista plástico estadounidense Andy Warhol, en su piso ubicado en un suntuoso edificio de la Quinta Avenida, en Nueva York.
Sus problemas de salud comenzaron en mayo de 1999 cuando se cayó de una escalera, lo que la obligó a someterse a cuatro operaciones de cadera.
En 2008, días después de asistir a una cena, debió ser internada debido a una descompensación cardíaca producida por una trombosis. El 24 de noviembre de 2010 ingresó otros tres días por molestias respiratorias; a partir de ese momento, se recluyó casi totalmente y ya no se la vio en público.
"Fue una mujer extraordinaria y generosa. Le hizo muy bien al país", la evocó Prat Gay.
"Todos los recuerdos que me quedan son maravillosos, como empresaria, como mujer del arte... solidaria en todo sentido, con los amigos y con todos", sumó Mitre, visiblemente emocionado, al ser abordado por la prensa.
"Es una de esas personas que se va y es irremplazable. Fue un conjunto de concreciones, hizo mucho bien a la Argentina", opinó el fotógrafo Aldo Sessa.