Angie Sanclemente, condenada a seis años y ocho meses
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BUENOS AIRES (DyN) -- La justicia condenó ayer a seis años y ocho meses de prisión a Angie Sanclemente Valencia, la modelo colombiana que fue acusada de ser el nexo internacional de una banda que intentó enviar 55 kilogramos de cocaína a México.
La misma condena --mucho más alta que lo que pidió la fiscalía-- le fue impartida al novio de la modelo, Nicolás Gualco, y al tío de éste, Daniel Monroy, quien hasta ahora estaba en libertad y quedó inmediatamente preso al término de lectura del fallo.
Todos fueron considerados "coautores" del delito de "contrabando agravado por la participación de tres o más personas y por tratarse de estupefacientes inequívocamente destinados para su comercialización".
El Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº 3 también condenó, a seis años y dos meses, a Gustavo Páez Arnesen, el venezolano que fue considerado "partícipe necesario" del contrabando, ya que su misión --dijo la fiscalía-- era garantizar la "logística" del envío de droga.
Ante la sorpresa de los mismos presentes, el tribunal decidió imponer sólo tres años de prisión en suspenso para Ariel Letizia, el sujeto que se convirtió en "arrepentido" y acusó a la colombiana de ser la ex mujer de un poderoso narcotraficante llamado "El Monstruo", al que nunca se encontró.
A los golpes
Fue esa decisión lo que generó la indignación de los familiares de Gualco y de Sanclemente Valencia: apenas terminó la audiencia acusaron a viva voz a Letizia de ser vendedor de drogas en Mar del Plata.
Ante esas acusaciones, el joven de 28 años ya se había levantado de su silla, miró en tono desafiante a los que le gritaban y se disponía a retirarse de la sala de audiencias, cuando se encontró en la puerta con Jeanneth Valencia Alfonso, madre de Angie, quien le lanzó una cachetada.
El sujeto le espetó "qué hacés" y le devolvió el golpe con violencia, mientras su abogado lo contenía. Los policías cerraron la puerta del tribunal y dejaron encerrados a la madre de Angie, los periodistas que se habían quedado y el resto de los condenados.
"Te condenan por ser colombiana, Angie, esto es un circo", gritaba la mujer, mientras Monroy ya había preparado los brazos para que le pusieran las esposas y escuchaba las palabras de sus defensores, prometiendo la apelación.
Angie Sanclemente, que fue Reina del Café en Bogotá, quedará alojada en la cárcel de mujeres de Ezeiza.
Los jueces también decidieron condenar a tres años de prisión en suspenso a María Noel López Iglesias, la chica que había sido contratada para llevar los 55 kilogramos de droga a México.
La decisión del tribunal fue por mayoría en lo que hace a la detención de Monroy, ya que en ese sentido votaron los jueces Horacio Artabe y Karina Perilli, mientras que en disidencia lo hizo Luis Imas.
También habrían existido otros enfoques diferentes, pero recién se conocerán el próximo miércoles, cuando se den a publicidad los fundamentos de la resolución.
Más que la fiscal
La severidad de las condenas llamó la atención a todos los presentes.
Es que la fiscal Sandra Benavente había pedido penas de cinco años y medio para Gualco y Páez Arnesen, y de cinco años para Angie Sanclemente Valencia y Monroy.
También reclamó cuatro años y medio para Letizia, al que además acusó de tenencia de drogas para su comercialización, y de tres años para la joven que llevaba la droga.
Por otra vía también se acusó de tenencia y suministro de droga a Micaela Sansalone, la chica que vivía con Letizia y locataria de la casa donde fueron encontradas diversas dosis de estupefaciente.
Ayer el tribunal dio por acreditado que la droga pertenecía a Letizia y absolvió a su compañera, quien durante el juicio hizo hincapié en su adicción.
El juicio intentó esclarecer el operativo desarrollado el 13 de diciembre de 2009, cuando se trató que salieran en un vuelo a Cancún, dos maletas que contenían 55 kilogramos de droga, apenas cubiertos con papel celofán y tapados con una toalla.
Los propios instructores dijeron en el juicio que nunca habían visto semejante forma de empacar la droga, porque era imposible no detectarla.