Bahía Blanca | Jueves, 14 de agosto

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Cirielli pasó al contrataque

BUENOS AIRES (DyN) -- El líder de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, demandó penalmente ayer al ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y al titular de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), Alejandro Granados, por haber puesto en peligro, según afirmó, la seguridad aeroportuaria.

 BUENOS AIRES (DyN) -- El líder de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, demandó penalmente ayer al ministro de Defensa, Arturo Puricelli, y al titular de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), Alejandro Granados, por haber puesto en peligro, según afirmó, la seguridad aeroportuaria.


 La denuncia, que incluye el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, recayó en el juzgado federal 7, a cargo de Norberto Oyarbide.


 El sindicalista sostuvo que Puricelli y Granados designaron en el Centro de Control Aéreo de la terminal de Ezeiza a personal no capacitado para la tarea e impidieron el ingreso de supervisores, esenciales para garantizar la seguridad aérea.


 Las operaciones, de acuerdo a Cirielli, quedaron a cargo de personal militar que estuvo fuera de servicio entre dos y ocho años, sin la práctica laboral y sin las habilidades profesionales indispensables para ocupar esos cargos.


 "El escaso personal designado (insuficiente para controlar eficazmente un aeropuerto) había ingresado a las 12 y siendo las 20 continuaban prestando servicio. Los controladores aéreos, debido al inmenso estrés que genera su labor y la especial atención que deben prestar --cualquier distracción podría provocar un accidente--, poseen una jornada reducida de seis horas diarias", subrayó el secretario general de APTA.


 "La obligación de quedarse después de horario puso en peligro efectivo y concreto la seguridad aérea del aeropuerto de Ezeiza", complementó.


 Al margen de la disputa APTA-gobierno nacional, el aeropuerto de Mendoza fue cerrado ayer durante dos horas por la amenaza de bomba que hizo una pasajera estadounidense quien, tras discutir con personal de control por una valija, aseguró que ya había embarcado tres y que una incluía explosivos.


 El hecho se registró a las 13.30 y pese a que, al parecer, la frase fue pronunciada en el marco de una acalorada discusión, las autoridades detuvieron a la turista y cerraron las instalaciones. Sobre las 15.30, se normalizaron todos los vuelos.