La expedición del Beagle y la toponimia costera

Es reconocida la importancia capital que tuvo la llegada del HMS "Beagle" a las costas de la bahía Blanca y la acción de Charles Darwin, en ellas, que posteriormente serían del partido de Coronel Rosales.
Sus hallazgos en Punta Alta y el paraje Las Rocas (Pehuen Co) otorgaron la primera evidencia material de los mecanismos evolutivos, hasta tal punto que la moderna investigación en la historia de la ciencia natural valora el paso por las playas de la ría del naturalista inglés a la par de las legendarias islas Galápagos e, incluso, las coloca un escalón más alto aún.
El legado del arribo de la expedición del "Beagle" a las aguas de la bahía es importante también por un aspecto colateral, pero de gran significación para la identidad de la región: la fijación e invención de muchos topónimos costeros en uso hasta el día de hoy.
Beagle y la bahía Blanca. En 1832, cuatro años después de fundada la Fortaleza Protectora Argentina, actual ciudad de Bahía Blanca, se produjo la llegada de la fragata inglesa a la región sur bonaerense, comandada por el joven capitán Robert Fitz Roy.
Charles Darwin formaba parte de la expedición encomendada por Inglaterra para el estudio de las costas en una travesía alrededor del mundo.
El Beagle zarpó desde Davenport en diciembre de 1831 y arribó a Buenos Aires con la intención de conseguir las pocas cartas náuticas existentes de la bahía Blanca, pues tenía la intención de reconocerla.
Pero una epidemia de cólera en la ciudad hizo imposible el desembarco, por lo que Fitz Roy se aventuró a las aguas de la bahía sin ese precioso material.
Por prudencia, dado el poco calado existente en el interior de la ría, ancló en septiembre de 1832 en la zona de Puerto Belgrano.
Con la colaboración de embarcaciones menores del capitán James Harris, comandante de una goleta que hacía el cabotaje entre Patagones y Buenos Aires, arribaron al arroyo Napostá desde donde se dirigieron al fuerte.
Con la idea de realizar una minuciosa exploración y sondeos para fijar la profundidad de las aguas a fin de dejar establecidos los puntos navegables y la dirección de los canales, Fitz Roy decidió quedarse en la bahía durante varias semanas.
Esto dio la posibilidad a Charles Darwin de recorrer la zona y efectuar sus famosos hallazgos, sobre todo en Punta Alta.
Allí el capitán británico tuvo la oportunidad de practicar un minucioso relevamiento de la bahía y de confeccionar una precisa carta náutica. En ella consignó por primera vez topónimos costeros que es necesario mencionar y aclarar.
Nombres a la costa. El plano titulado South American East Coast. Bahía Blanca to Union Bay, fue publicado en Londres en 1883 y es copia de la carta que Fitz Roy y sus hombres confeccionaron en 1832-1833.
En él se delinea con exactitud el dibujo de la costa septentrional de la ría y pueden apreciarse nombres que glosan los principales accidentes ribereños. Estos topónimos son de dos tipos: los que figuran en el plano en castellano y los que poseen su nombre en inglés.
Se puede inferir que los primeros eran usados por los marinos y habitantes de la zona previamente a la llegada de Fitz Roy. Así figuran Punta Cigueña (sic, por Cigüeña), Punta Pipa, Port Belgrano, Punta Alta y Pareja Creek (creek es la traducción inglesa de arroyo).
De este último sabemos la historia: es un homenaje a Joaquín Fernández Pareja, quien lo descubrió y relevó en la expedición que en 1823 efectuó la goleta "Clive". También es conocido que Puerto Belgrano se llama así porque el bergantín "General Belgrano" efectuó en 1825 los primeros sondeos en ese apostadero natural, que desde entonces fue conocido por el nombre de Pozos o Sonda del Belgrano, Puerto del Belgrano o Puerto Belgrano.
Debe consignarse que el escrupuloso comandante colocó el topónimo en tierra, unos kilómetros al este de la actual Punta Ancla, adonde comienza el área del fondeadero. Más impreciso es el origen de Punta Alta, que, si bien es descriptivo (una punta que se adentra en el mar, coronada por una barranca y un médano, visible desde el mar), el estado actual de los conocimientos no permite determinar con exactitud desde cuándo se utiliza.
También se menciona en castellano el nombre Monte Hermoso, para referirse al paraje hoy conocido como Las Rocas, en Pehuen Co, nombre que posteriormente se desplazó y pasó a designar al balneario homónimo.
Los topónimos en inglés fueron, sin duda, puestos por la tripulación del "Beagle" y muchos de ellos se continúan utilizando, aunque en su versión castellana. Double Hill figura en el mapa en el lugar preciso de Colina Doble, traducción exacta del nombre inglés.
Más difícil de reconocer es el extenso Anchor stock Hill (literalmente: Colina del palo del ancla) y que corresponde a nuestra Punta Ancla. Este era el punto donde Fitz Roy ancló su bergantín, no aventurándose en él más allá de ese lugar.
Como puede apreciarse, los nombres dados a los lugares no son circunstanciales y mucho le debe la zona en este aspecto al viaje del "Beagle".
Conocer el origen de los topónimos sirve no solamente para conocer el lado pintoresco de la historia sino ahondar en hechos relevantes del pasado que ayudan a construir la identidad del espacio geográfico compartido por la comunidad.