Sigue impune el robo al banco de Pedro Luro
Un informe sobre el análisis de comunicaciones y entrecruzamientos telefónicos, solicitado al departamento de Operaciones contra el Crimen Organizado, del ministerio de Justicia y Seguridad provincial, aguardan los investigadores del golpe comando cometido en un banco de Pedro Luro, para avanzar en la pesquisa.
Cumplido ya un mes del asalto a la sucursal del Banco Nación de la localidad de Villarino, todavía no surgió ninguna línea directa hacia los atracadores, que se alzaron con un botín del orden del millón y medio de pesos.
Pese a que en un primer momento se indicó que parte de la banda --en la que se incluiría un ex policía-- sería oriunda de la zona del Valle de Río Negro y Neuquén, se supo ayer que existen varias hipótesis que aún no fueron descartadas.
"Hay entre ocho y diez líneas de investigación y todas apuntan a una organización mixta", declaró ayer el comisario mayor Héctor Mauriño, jefe de la DDI local, al hacer alusión a que el grupo de ladrones estaría conformado por sujetos conocedores de la zona y foráneos que ejecutaron la maniobra.
Fue Mauriño quien confirmó, a su vez, que se espera la conclusión, desde el área de Crimen Organizado, a partir del trabajo con el sistema VAIC (Vínculos por Análisis Informáticos de las Comunicaciones), que ya permitió esclarecer otros hechos similares, como el asalto al Banco Río de Acassuso, de enero de 2006, en el cual desvalijaron 145 cajas de seguridad, tras una toma de rehenes.
El sistema --que mejoró el anterior, denominado Excalibur-- permitió detectar llamadas ocultas sobre reuniones iniciales de la banda, arribo a las inmediaciones del banco y secuencia del asalto, fuga, reencuentro y rutas posteriores hasta abandonar el país.
"No descarto nada".
Por otra parte, informó que el fiscal del caso, Eugenio Casas, titular de la UFIJ Nº 4, pidió las actuaciones y las está "releyendo", a fin de adoptar, eventualmente, nuevas medidas.
Mauriño prefirió ser cauto al referirse a la versión de que la gavilla podría estar integrada por policías o ex uniformados, admitió que "no descarto nada" y "nada me sorprende".
También recalcó, al igual que otras autoridades policiales, que fue clave en el robo la negligencia en materia de seguridad de la entidad, al expresar, por ejemplo, que "la entrada trasera del banco, una de las principales, no tenía cámara de seguridad ni detector de infrarrojo".
Para tratar de esclarecer el hecho se había conformado una mesa de trabajo, integrada por el comisario mayor Mauriño; su par, Héctor Abel Maggi, jefe de la Departamental, conjuntamente con efectivos de la superintendencia de Delitos Complejos y Crimen Organizado.
El golpe comando fue cometido a las 10 del viernes 30 de julio pasado, en el edificio de las calles 5 y 28, de Pedro Luro, donde un grupo de cinco ladrones redujo al gerente de la entidad, Juan Carlos Stessens, a los empleados y al policía de guardia, Héctor Namor, a quien golpearon.
Mediante el uso de armas, obligaron a abrir el tesoro, de donde retiraron el abultado botín, aunque, al parecer, los sujetos pretendían encontrar unos cinco millones de pesos.