Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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Los primeros habitantes de Mar del Plata eran aborígenes

Arqueólogos de la facultad de Ciencias Naturales y Exactas y el Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) determinaron en una investigación que aborígenes nómades de la llanura pampeana fueron los primeros habitantes de la zona donde está emplazada Mar del Plata, informó esa casa de altos estudios pública.

 BUENOS AIRES (DyN) -- Arqueólogos de la facultad de Ciencias Naturales y Exactas y el Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) determinaron en una investigación que aborígenes nómades de la llanura pampeana fueron los primeros habitantes de la zona donde está emplazada Mar del Plata, informó esa casa de altos estudios pública.


 La investigación a cargo del doctor en Ciencias Naturales Mariano Bonomo, quien durante seis años realizó excavaciones en la costa bonaerense, determinó que "hace unos 1.500 años, mucho antes de que Mar del Plata adquiriera estatus de ciudad, grupos aborígenes provenientes de la llanura pampeana visitaron sus playas y establecieron allí campamentos temporarios".


 El estudio del grupo de arqueólogos de la UNLP reveló que la presencia de actividad humana en la zona costera fue detectada en investigaciones anteriores, pero las últimas misiones arqueológicas en 1940 "no determinaron con exactitud si se trataba de los mismos habitantes de la llanura".


 "Tuvieron que pasar casi 70 años para que los especialistas de la UNLP pudieran develar el misterio acerca del origen de los primeros marplatenses", destacó la universidad.


 Esa incógnita guió la investigación de Bonomo, quien explicó que "desde 1940 el litoral marítimo pampeano había quedado relegado para la arqueología, ya que todos los estudios se centraron en la sierra y la llanura".


 "Hasta hoy era muy poco lo que se sabía de esos habitantes, de su procedencia y de la antigüedad de los asentamientos. Lo que yo buscaba era obtener nuevas evidencias y certezas sobre estas cuestiones", comentó el joven arqueólogo.


 Si bien relevaron unos 300 kilómetros de costa desde Mar del Plata hasta Tres Arroyos, uno de los yacimientos arqueológicos más ricos fue encontrado en la zona del Faro de Punta Mogotes, en las inmediaciones del Arroyo Corriente, donde está ubicado el actual complejo balneario "Waikiki".


 Según el estudio "allí fueron descubiertos innumerables restos de lobos marinos, lo que permitió establecer, junto con el hallazgo de armas de caza, que aquellos aborígenes explotaron las colonias de lobos marinos para su alimentación".


 Uno de los rasgos curiosos de la investigación es que se logró demostrar que, pese a establecer sus campamentos en las cercanías del mar, los aborígenes no practicaban la pesca y que la base de su dieta era, al igual que en la mayoría de los grupos de la llanura pampeana, la carne de guanaco.


 "Además, se dedicaban a la recolección de frutos, pero se arribó a la conclusión de que no practicaban la agricultura", señaló la investigación para destacar que "estos aborígenes nómades se movían en una franja costera de 300 kilómetros y establecían campamentos en grupos pequeños -de unas pocas familias-- compuestos por no más de cien personas".


 Bonomo destacó el intento de "reconstruir la historia, el pasado y la forma de vida de nuestros antiguos habitantes" y agregó que "para ello, cada pieza arqueológica, cada resto orgánico, cada elemento o rastro de vida humana se transforma en una pista que nos permite elaborar teorías y dar respuestas".


 "Somos una especie de detectives del pasado", comentó Bonomo.


 Una de las certezas que obtuvieron fue que las excavaciones costeras y las del interior de la llanura pampeana poseen "una serie de patrones compartidos a escala regional que demuestran lazos culturales entre las poblaciones que los generaron".


 Por ejemplo, los escasos fragmentos de cerámica decorados que se recuperaron en la costa presentan diseños similares a los registrados en sitios arqueológicos del interior.


 Bonomo explicó que en la costa marítima hallaron "vasijas con pintura roja e incisiones con motivos compuestos formados por líneas rectas paralelas ubicadas cerca del borde y en zig zag, conformando triángulos rellenos con líneas rectas paralelas en su interior".


 Esa alfarería "puede ser considerada como un vehículo de transmisión de información no verbal codificada compartida entre los grupos humanos que habitaron tanto la costa como el interior", resaltó.

El misterio de los moáis




 Arqueólogos británicos anunciaron haber dado un nuevo paso hacia la resolución del misterio sobre los tocados rojos de los moáis de la Isla de Pascua, gracias al descubrimiento de un camino en el sector de la cantera de Puna Pau de esta isla chilena del Pacífico.


 "Ahora sabemos que hacían rodar los sombreros, hechos con polvo de escoria roja comprimida, por la carretera ya sea manualmente o utilizando troncos de árboles", explicó Colin Richards, de la Universidad de Manchester, que con Sue Hamilton, del University College de Londres, fueron los primeros arqueólogos autorizados a excavar en Puna Pau.


 Este avance, sin embargo, no responde al mayor enigma sobre estos tocados, es decir cómo lograban colocarlos encima de las gigantescas estatuas diseminadas por la remota isla de espaldas al mar.