Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

Estampa militar

Con la insistencia zumbona de los moscardones en las alturas, cierto resentimiento se ha empeñado en mencionar al coronel "carapintada" Seineldín para encuadrar en esa limitada dimensión al pundonoroso héroe de Malvinas recientemente desaparecido. No es fácil pedir a los insectos que guarden compostura ante la majestad de la muerte. Pero duele que nadie los espante, aunque sólo fuera por motivos higiénicos. Cumple, entonces, requerirlo, por el debido respeto a aquella estampa militar, cada día más prominente en la achatada llanura.

 Con la insistencia zumbona de los moscardones en las alturas, cierto resentimiento se ha empeñado en mencionar al coronel "carapintada" Seineldín para encuadrar en esa limitada dimensión al pundonoroso héroe de Malvinas recientemente desaparecido.


 No es fácil pedir a los insectos que guarden compostura ante la majestad de la muerte. Pero duele que nadie los espante, aunque sólo fuera por motivos higiénicos. Cumple, entonces, requerirlo, por el debido respeto a aquella estampa militar, cada día más prominente en la achatada llanura.
Juan E. Olmedo Alba Posse

Bella Vista (BA)



Coronel Mohamed Alí Seineldín









 Luego del rezo de la misa en sufragio, se congregó un grupo de personas, algunas amigas. Su amigo, el Dr. M. A. Asad, pronunció emotivas palabras, recordando sus virtudes humanas, cristianas y guerreras y sus actos coherentes con su pensamiento y amor a la Patria y a sus hermanos. Luego, leyó el párrafo siguiente de "El jardín del profeta" de Khalil Gibran: "Amigos míos y compañeros de ruta: Compadeced a la nación que está llena de creencias y vacía de religión.
Tened piedad de la nación que lleva vestidos que no teje ella misma, que come un pan cuyo trigo no cosecha y que bebe un vino que no mana de sus propios lagares.



 "Compadeced a la nación que aclama a un fanfarrón como a un héroe, y que considera bondadoso al oropelesco y despiadado conquistador.


 "Compadeced a la nación que desprecia las pasiones cuando duerme, pero que, al despertar, se somete a ellas. Compadeced a la nación que no eleva la voz más que cuando camina en un funeral, que no se enorgullece sino de sus ruinas, y que no se rebela sino cuando su cuello está colocado entre la espada y el zoquete de madera.


 "Compadeced a la nación cuyo estadista es un zorro, cuyo filósofo es un prestidigitador y cuyo arte es un arte de remiendos y gesticulaciones imitadoras.


 "Compadeced a la nación que da la bienvenida a su nuevo gobernante con fanfarrias y lo despide con gritos destemplados, para luego recibir con más fanfarrias a otro nuevo gobernante.


 "Compadeced a la nación cuyos sabios están aniquilados por los años, y cuyos hombres fuertes aún están en la cuna. Compadeced a la nación dividida en fragmentos, cada uno de los cuales se considera una nación".


 Entre una veintena de personas, se encontraba un ex combatiente, veterano de guerra de Malvinas, con su hija, identificándose y manifestando su congoja por el oficial más admirado por los combatientes. Aun cuando no era su jefe, da gracias a Dios el haberse cruzado con él, haberlo visto. Asimismo, manifestó que el coronel, como muchos oficiales superiores, eran los últimos en probar bocado, si quedaba, mientras otros eran los que se adjudicaban los mejores obsequios gastronómicos.


 Los primeros a la hora del rancho eran los soldados; luego, el personal subalterno; luego, los oficiales de menor rango, y, por último, los superiores. Como manifestó el Dr. Asad, para germinar debe morir la semilla; el pueblo argentino lo dejó solo al coronel; ahora, nos queda recordarlo y resistir física y espiritualmente la dominación colonial del nuevo orden internacional, abonada por sucesivas traiciones a la Patria por algo más que 30 monedas.


 Algunos están pagando o pagarán sus felonías. O el pueblo alza la voz o seguiremos destinos de servidumbre y esclavitud.
Pedro Saint Pierre

Bahía Blanca



Desincentivadores seriales









 El rabino Bergman dijo que el Consejo de la Magistratura
es la policía política del gobierno. Desde allí, Diana Conti ha dicho que la Mesa de Enlace agropecuaria es la junta militar. Su patrón, para incentivar la producción, había agregado, que la "mesa" era hija de Martínez de Hoz y Cavallo.



 El ex presidente Avellaneda, 1874/78, fue quien primero
exportó trigo. El año que viene, lo importaremos. Una rareza, en lo fue "el granero del mundo".



 Avellaneda decía: "Nada tan peligroso como la falsa seguridad que infunde la confianza enervante, cuando es injustificada". Ojalá Diana Conti asuma pronto que ha sido parte primaria en la "impensada" derrota electoral del 28 de junio.
Patricio Avellaneda ([email protected])

Buenos Aires



Porteras en las escuelas









 Hace tiempo, en nota publicada en esta sección, hacía referencia al hecho, tal como yo lo viví, de ubicar a porteras en las escuelas, donde tenían una comodidad para vivir con su familia.


 No eran pocos los establecimientos que contaban con la seguridad que brindaba su presencia, alejando la posibilidad de acceso a los inadaptados de siempre.


 Parece que el gobierno o la Provincia ya no se acuerdan de estas cosas tan importantes, que servirían para tratar de solucionar los reiterados daños y robos en las escuelas.
Alberto Urrez

Bahía Blanca


Presencia gaucha en las invasiones inglesas








 En 1806, en la primera invasión inglesa, fueron gauchos los que, con más denuedo que organización disciplinaria, intentaron oponer sus recursos de paisanos a los aguerridos batallones de los "colorados" británicos. Y uno de esos gauchos levantó en ancas a Pueyrredón, cuyo caballo fue muerto en el encuentro de Perdriel.


 En la casa de la llamada chacra de Perdriel, por curiosa coincidencia, habría de nacer, años después (1834), un vástago de la familia Pueyrredón: José Hernández. Su madre, Isabel Pueyrredón, era prima hermana del héroe de la reconquista de Buenos Aires. Las hazañas de aquellos gauchos señalaron con sangre generosa el lugar donde habría de venir al mundo quien les daría, con el Martín Fierro, un hermano inmortal. También durante las invasiones inglesas, el entonces teniente Martín Güemes, llegado desde Salta con el regimiento "Fijo", en 1806, acreditó su fama de jinete en las acciones de esos días. Liniers lo nombró su edecán y lo autorizó a comandar las tropas de caballería que tomaron por abordaje un barco inglés.


 Lo inusitado se explica porque una pronunciada bajante del Río de la Plata varó al navío británico "La Justina" y lo puso al alcance de la valerosa destreza de esos centauros criollos, que tan temerariamente se lanzaron al ataque revoleando los lazos de sus faenas camperas, ante los ojos atónitos de los marineros ingleses.


 Desconcertadamente y premonitorio estreno para quien habría de ser, más tarde, en tierras de su Salta natal, el héroe de la guerra gaucha. Junto a la audacia, lo placenteramente deportivo. Reconquistada Buenos Aires, algunos jefes y oficiales ingleses fueron confinados en Luján; menos conocido es el hecho de que Beresford y algunos de los otros prisioneros que lo acompañaban hayan presenciado un partido de pato, juego campero. En este caso, los protagonistas fueron soldados criollos pertenecientes al regimiento de Húsares. Formados en bandos, frente a frente, el capitán Vicente Villafañe, montado en un espléndido caballo --dice Ricardo Hogg-- cruzó al galope en medio de ellos y, al llegar al final de las filas, hizo rayar su pingo y tiró el pato por encima del hombro.


 El brioso espectáculo colmó de asombro a los oficiales ingleses, uno de los cuales, el teniente coronel Pack, donó, como premio, un par de espuelas de plata. A pesar de la adversa suerte de las armas, los extranjeros eran cautivados por el hechizo de la pampa y de sus gauchos.
Vicente J. Paladino

Bahía Blanca


La ciudad de fiesta








 El domingo 16 de agosto, Bahía Blanca se vistió de gala; uno de sus hijos la agasajaba con un evento deportivo de lujo. Se mostró una organización que no tuvo defecto alguno; hasta el clima se prestó, el cielo celeste sin viento con una agradable temperatura, todo perfecto. "¡Pero!, siempre un pero tiene que haber.


 Muchos fueron los que no pensaron que nuestra ciudad coqueta, tal vez, al sentirse agasajada, se sintió y la sentimos limpia. Sólo fue el principio, porque terminó con la suciedad que dejaron aquellos que mal la quieren. Gran cantidad de envases de agua mineral, vasos de bebidas reconfortantes y cáscaras de bananas alfombraban las calles (avenida Alem) por las que se realizó la maratón.


 Espero que Emanuel Ginóbili y tantos que piensan como él no aflojen y, a pesar de todo, sigan agasajando a nuestra "hermosa dama". A todos los que, como Manu, hacen mucho por Bahía Blanca, muchas gracias.
Claudia Durando

Bahía Blanca


Cuando es obviado el bien común








 El ciudadano común, el hombre de la calle que sale diariamente de su casa en demanda del trabajo, dejando a la familia angustiada hasta su retorno que, día a día, se presenta incierto, no alcanza a comprender cómo, ante la ola interminable de crímenes, robos, asaltos, secuestros, mutilaciones a ancianos, violaciones, etc., que ocurre cada minuto en nuestro bendito país, el gobierno se muestra indiferente y no toma una medida drástica que conjure este flagelo.


 Deberíase convocar de inmediato a la Gendarmería, única fuerza capaz de poner coto a esta barbarie, toda vez que el Ejército regular fue desmembrado al extremo de quedar en la más mínima expresión, tarea que iniciara el gobierno alfonsinista y la continuaran quienes lo sucedieron el mando.


 La fuerza policial ha sido, prácticamente, desbordada por las limitaciones que le imponen leyes obsoletas que nadie trata de modificar y actualizar, pagando con la vida de sus integrantes esas burdas falencias.


 Quienes estamos exentos de preocupaciones mayores podemos analizar criteriosamente los procederes de quienes nos gobiernan y llegamos a la horrorosa conclusión de que las altas esferas del gobierno se ven beneficiadas con este modelo de caos interno, porque, así, el ciudadano que podría ser pensante se halla abocado a la protección individual y de su familia, viviendo en continua aprensión y desasosiego.


 ¿Alguien cree que el apremio impuesto por el gobierno para la reanudación del campeonato de fútbol se debe exclusivamente a que el señor Néstor Kirchner es simpatizante del club Racing de Avellaneda? ¡No seamos ilusos! Sabemos perfectamente que la enorme multitud que convoca este deporte es una masa demasiado peligrosa para darle lugar a pensar en otra cosa que no sea su pasión; entonces, le brinda esta vía de escape, en la seguridad de tenerlos entretenidos.


 Se ha destinado para el fútbol algo cercano a los mil millones de pesos, en detrimento de la escalofriante cifra de pobres e indigentes, cuyos guarismos aportan entidades que, por supuesto, no son oficiales.


 El matrimonio Kirchner, haciendo gala de un autismo sin medida, propone medidas y emite reglas con el firme propósito de seguir acumulando poder político, ya que el económico ya lo tiene altamente asegurado, según sus propias manifestaciones de bienes, con un aumento, en poquísimo tiempo, de un 158% que avergüenza a todo el pueblo, exceptuando a los beneficiados.
José Ramos
Darregueira