Jacinto Aráuz homenajeó ayer al doctor René Favaloro
JACINTO ARAUZ (A) -- Como cada 29 de julio, esta localidad recordó ayer al médico René Favaloro con un acto homenaje que se llevó a cabo en el Centro Municipal de Cultura.
Al comienzo del acto, se llevó a cabo un minuto de silencio para recordar al recordado profesional.
"Como argentinos y araucenses tenemos el compromiso moral de mantener viva su figura en gratitud, en cierto modo, a todas las veces en que recordó nuestro pueblo por el mundo", señaló Ricardo Rodríguez.
Acto seguido, se proyectó un documental realizado por los productores televisivos Nicolás Carmino, Lisandro Arrigoni y Nicolás Batista, que recoge los testimonios de distintos habitantes de Jacinto Aráuz que tuvieron una relación de amistad o laboral con Favaloro.
Posteriormente, el doctor Juan Carlos Zabala --quien desde 1983 se encuentra a cargo de la clínica que fundaran los hermanos Favaloro-- recordó que cuando se enteró de la desaparición del médico no podía creerlo.
"No estaba en el país, y la distancia hizo que uno albergara alguna pequeña esperanza de que la noticia no fuera del todo cierta. Y luego comencé a preguntarme ¿cómo?, ¿cuándo ¿y por qué?", cuestionó.
Al respecto, señaló que "Favaloro fue mucho más que un médico".
"Fue una enorme persona. Estuvo acá, en Jacinto Aráuz, y desde aquí tomó impulso para llegar hasta donde llegó.
"Somos un pueblito chiquito, perdido en la zona marginal de La Pampa, y si salimos en los diarios fue porque nevó. Pero todo el mundo lo conoce porque es el pueblo donde vivió Favaloro por casi 12 años, durante la década 1950, con luz eléctrica limitada, sin asfalto ni teléfonos", sostuvo.
Zabala recordó que una vez lo visitó en su fundación, junto con un paciente.
"Estuvimos como una hora hablando sobre Jacinto Aráuz. Con una memoria prodigiosa, nos preguntaba por la gente que había conocido, de los zapallos que cultivaba en el patio de la clínica, de las carneadas, de la cantidad de salitre que había que ponerle a los chorizos para que se conserven y no sean tóxicos. Mientras tanto, en la sala de espera había un importante senador de la Nación esperándolo.
"Cuando nos despedíamos, me dijo que me envidiaba porque yo tenía la posibilidad de estar en Jacinto Aráuz", dijo.
El médico señaló que el hecho que haya querido que sus cenizas descansen en Jacinto Aráuz muestra a las claras que Favaloro era un médico rural.
"Cuando en 1989 vino para el centenario de la localidad, lo vi emocionarse al abrazarse con ex pacientes. Esa vez no quiso entrar a la clínica, no por falta de tiempo, sino porque su amor por la localidad lo podría traicionar", consideró.
En el tramo final de su alocución, Zabala resaltó el amor que Favaloro sentía por Jacinto Aráuz.
"Sólo hay que pensar que en el momento más difícil, cuando estaba escribiendo sus últimas cartas --explicando el por qué de su decisión--, pensaba en este lugar, pidiendo que sus cenizas fueran depositadas acá", concluyó.
Posteriormente, y para finalizar el acto, el público se trasladó hacia el monumento erigido a su memoria, donde el intendente municipal Oscar Beilmann, junto a Haydée Rodríguez Diez de Bertín (prima de Favaloro), descubrió una placa recordatoria.
Luego, los ediles Ricardo Negrín y Claudio Monaldi plantaron un rosal en el predio, y la sociedad colombófila Villa Mengelle realizó una suelta de palomas.