Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Villa Mitre

Hace 50 años, en junio de 1959, el club Villa Mitre inauguró su sede social de Garibaldi 149, culminando un ambicioso plan de obras que lo convirtió en una de las instituciones más completas de la ciudad. Fundado en 1924 por un entusiasta grupo de jóvenes provenientes del club Marcelo Torcuato de Alvear, muy poco tardó en convertirse en centro de atracción de toda la barriada. En 1934, el club adquirió el ex cine Renacimiento, siendo la primera institución bahiense en tener instalaciones propias. Allí ubicó su cancha de básquetbol y destinó un terreno al aire libre para las kermesses.

 Hace 50 años, en junio de 1959, el club Villa Mitre inauguró su sede social de Garibaldi 149, culminando un ambicioso plan de obras que lo convirtió en una de las instituciones más completas de la ciudad.


 Fundado en 1924 por un entusiasta grupo de jóvenes provenientes del club Marcelo Torcuato de Alvear, muy poco tardó en convertirse en centro de atracción de toda la barriada. En 1934, el club adquirió el ex cine Renacimiento, siendo la primera institución bahiense en tener instalaciones propias. Allí ubicó su cancha de básquetbol y destinó un terreno al aire libre para las kermesses.


 En 1956, un grupo de asociados tomó a su cargo una tarea por demás ambiciosa: la construcción de la nueva sede social, una pista para midgets y speedway, tribunas de cemento en el campo de deportes, cancha de bochas techadas y mejora de las instalaciones de las kermesses al aire libre. A partir de este plan, comenzó la obtención de fondos, primero mediante el aumento de socios (pasaron de 1.700 a 3.200); luego hubo exitosos bonos contribución y donaciones de socios hasta lograr el dinero suficiente.


 La nueva sede social fue el punto final del plan. En la planta baja se ubicaba un amplio salón para confitería y la entrada a la sede. En el piso superior, un salón para bar y billares, secretaría, oficinas y espacio para la biblioteca. El proyecto y la dirección de las obras estuvieron a cargo de Norberto Laurent y Obdulio Aragüez, actuando como constructora la empresa de Brusatori, Mancini y Casoni.


 Villa Mitre tenía nueva sede propia, a tono con su calidad de ser el club de una ciudad dentro de otra ciudad.