Sustrajeron 4.000 pesos y una moto de una carnicería
Dos delincuentes armados que realizaron una precisa tarea de inteligencia previa, sustrajeron anteanoche 3.000 pesos en efectivo, un cheque por 1.000 más, una motocicleta y otros elementos, de la carnicería ubicada en la intersección de Martín Rodríguez y Sixto Laspiur, donde dejaron atados de pies y manos a los propietarios del comercio.
"Mi marido salió a buscar los carteles que dejamos en la calle y cuando volvió con el segundo de ellos lo empujaron, lo metieron al garaje y lo golpearon", relató en la víspera Cristina Pizzano, también damnificada por el hecho.
El hecho se perpetró en el comercio denominado Todo Carnes, dedicado a la venta por mayor y menor de productos cárnicos, que publicita su mercadería en tres pizarrones, dos de ellos en la propia esquina y el restante en la vereda de los números pares de Sixto Laspiur.
A pesar de no haber observado lo sucedido, Cristina se dio cuenta al instante de la situación.
"Cuando le pegan a él, yo estaba preparada para irme y sólo atiné a correr hacia donde están las cámaras (frigoríficas). Y cuando escuché los ruidos, pensé `zas, nos robaron'", dijo Pizzano a "La Nueva Provincia".
La mujer estaba en un sector ocupado básicamente por un escritorio y una cocinita, ubicado en diagonal a la puerta principal de acceso.
"En un momento pensé en abrir la ventana (que da sobre Sixto Laspiur) para pedir auxilio, pero también se me cruzó por la cabeza que si, por la situación, no podía lograr eso, los tipos podrían enloquecerse y pegarnos un tiro, y me quedé allí hasta que enseguida tuve a uno al lado mío", continuó la víctima.
Según Pizzano, los dos individuos se mostraron absolutamente tranquilos y consideró que la permanencia de ambos en el lugar no excedió los tres minutos.
"Sabían todo de la carnicería. Me dijeron `vos, tranquila, no te vamos a hacer nada. Sólo queremos la plata. Mami, no te pongas nerviosa, acá no va a pasar nada. Nosotros queremos las cosas y nos vamos'", señaló la mujer.
De todos modos, cuando vieron la plata que había, exigieron más.
"Cuando le di la plata, el que estaba conmigo me dijo `no, quiero todo' y también se llevó los dos celulares y mi cartera, con algunos papeles, la documentación personal y llaves de mi casa", detalló.
Hasta ese instante, Cristina no tenia conocimiento real sobre la suerte de su marido.
"Para esto, yo no había visto lo que pasaba en el garaje. Luego me entero que, producto del culatazo, mi marido se cayó. Y cuando yo lo veo, ya estaba atado de pies y manos, con unos cables, algunos de acá y otros que habían traído ellos", dijo.
El hombre, Hilario Payllalef, sufrió un importante corte en la región derecha del cuero cabelludo, que requirió cuatro puntos de sutura, que le fueron aplicados en el Hospital Municipal de Agudos Doctor Leónidas Lucero.
"Cuando me lleva al garaje me dice que me tire al piso, por eso quise sentarme al lado de la puerta, pero no me dejó y me llevó a la rastra hasta el portón de entrada", expresó Cristina, quien fue obligada a recorrer tres metros, mientras la zamarreaban.
Sorpresivo ataque
Segundos antes del brutal atraco, Payllalef había ya había ingresado uno de los carteles y en ningún momento advirtió la presencia de los desconocidos que, aparentemente, se habían ocultado detrás una gran planta ubicada en la vereda de la casa lindera, sobre Martín Rodríguez.
Una vez dentro del garaje, los malhechores rompieron la alarma y, además, destrozaron la tapa de la cámara séptica ubicada a centímetros del portón, sobre la que cayó Hilario Payllalef.
El robo se cometió alrededor de las 21 de la antevíspera y una pregunta puntual formulada por uno de los delincuentes, dejó en claro que conocían el movimiento del comercio.
"Habitualmente mi marido trabaja de mañana y yo de tarde, y en ambos turnos tenemos un empleado; pero como ese era su día franco, mi marido también vino a la tarde. Los demás días, él me viene a buscar y nos ayuda a cerrar. Por eso uno me preguntó: `¿Dónde está tu marido?' En ese momento le respondí `mi marido no está', pero él me dijo `sí, tu marido siempre te viene a buscar'. Ahí fue que le dije `mirá, mi marido es el que tenés ahí tirado. El otro muchacho tiene franco'", refirió Cristina.
La mujer contó que no les resultó difícil desatarse, y cuando quisieron pedir auxilio, se sorprendieron.
"No nos ataron fuerte y por eso nos desatamos enseguida. Y cuando abrimos la puerta, ya estaba el patrullero. Eso me sorprendió, pero me dijeron que alguien llamó al 911 porque vio que una persona había dejado, como abandonada, una moto en la esquina, a una cuadra de acá, y había salido caminando", amplió.
La damnificada aseguró que uno de los sujetos "tenía un pasamontañas y un cuello levantado. Pero le vi los ojos y eso lo tengo grabado. El que estaba conmigo mediría 1,70 metros, pero era chiquito de cuerpo. Y al otro no lo vi; además, me decía que no los mirara".
Obtenido el botín, los ladrones se fueron del lugar con la motocicleta del matrimonio, una Gilera Smash de 110cc.
"Me pidieron todos los papeles de la moto y lo primero que hicieron fue darle una patada a la patente", dijo Cristina, quien recordaba que el dominio comenzaba con el número 038.
Hasta anoche, los autores del hecho no habían podido ser individualizados.