¿Qué pasa al "tirar del cuerito"?
Medir con la cinta y tirar del cuerito - Textos médicos sobre el empacho es el título del libro presentado por el doctor Roberto Campos-Navarro, en una sala contigua al Museo Houssay, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Este investigador es coordinador de investigación del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Destacó que estaba emocionado de que el acto se hiciera en un lugar tan emblemático, el espacio donde trabajó el doctor Bernardo Houssay, premio Nobel argentino, quien fuera el autor del libro de histología con el que el autor se formó.
Campos-Navarro contó que llegó al tema a través del libro de anatomía patológica del médico argentino Enrique Telémaco Sussini, quien, en 1879, bajo el título Contribución al estudio del empacho, presentó su tesis inaugural como médico.
"Es un estudio muy técnico respecto de ese saber popular y para mí fue un gusto trabajar con ese libro", sostuvo.
Cabe agregar que Sussini participó en la primera emisión programada de radio en el país, uno de los llamados "locos de la azotea", quienes el 27 de agosto de 1920, consiguieron difundir la ópera Parsifal mediante un transmisor instalado en la terraza del viejo Teatro Coliseo.
Las ondas en aquel momento apenas eran captadas por 50 oyentes.
Médico entre curanderos
El autor comenzó su búsqueda de información trabajando con una curandera en la ciudad de Méjico, en la década del '80, "especialista en `susto' y en `empacho'", según manifestó.
Y a partir de los relatos que ella le hiciera fue indagando en la historia de la medicina mejicana.
"Comprobé que desde el primer texto médico de 1552, se citan las crudezas del estómago", acotó.
Así fue descubriendo que otros autores y hasta frailes habían hablado sobre el tema, siempre relacionado con los beneficios de "tirar el cuerito".
Después, en su recorrido por el continente, comprobó que se trataba de un asunto muy latinoamericano.
"Está presente en Méjico, Chile, América Central y del Sur", afirmó y documentó todo lo recabado en tres libros que precedieron a este último.
"Cuando llego a la Argentina, me encuentro con un alud de información sobre empacho en todos los ambientes".
No se refiere sólo a los bibliotecarios, sino también a los taxistas, la gente de la ciudad y la del campo.
Aquí se enteró por textos de vivencias de los inmigrantes italianos, que las cuatro costumbres más criollas eran para ellos: el encuentro con el mate, las empanadas criollas, el asado y la curandera.
Y les llamaba la atención de que en el campo, después de una comida copiosa, se llamara a la curandera para que con una cinta roja midiera la circunferencia abdominal y le tirara del cuerito con el fin de neutralizar indigestiones.
Asimismo, el investigador se encontró con el resultado de una encuesta argentina hecha por la firma D'Alessio Irol en 2006 y publicada en el Reader's Digest sobre "Las creencias religiosas en la Argentina", de donde surge que de cada diez argentinos, siete creen que "tirar del cuerito" cura el empacho.
"Es la práctica médica más popular en la Argentina", sostuvo.
Y agregó que tanto la creencia como la práctica son muy conocidas entre los usuarios de los servicios médicos formales, a pesar de que sus médicos nunca se enteren.
Un intento de explicación
No se trata de magia ni de autosugestión.
Tirar el cuerito consiste en hacer una serie de pellizcos en la piel de la espalda, a la altura de la cintura y a los costados de la columna vertebral.
Eso provocaría una estimulación de las terminaciones nerviosas que, a su vez, acelerarían el movimiento estomacal y expulsaría el bolo alimenticio adherido a la mucosa del estómago.
El motivo del acto previo, la medición con la cinta, sigue siendo un enigma, a pesar de que para los curanderos es imprescindible para comenzar el ritual.
Ellos sostienen que provoca en el paciente, un primer alivio.
Campos-Navarro ha presenciado casos en que, al no contar con una cinta roja, esta es reemplazada por un cinturón.
Los médicos presentes en el acto concordaron que aún queda espacio para la investigación.
Tema controvertido
Campos-Navarro recordó que, a pesar de que desde tiempos inmemoriales todas las sociedades de América Latina utilizaban la técnica de la tirada del cuerito para curar el empacho, en el siglo XIX se inició una polémica que, a su entender, todavía está inacabada.
"El cuadro clínico estaba bien definido y también el empleo del recurso terapéutico manual", sostuvo.
En su país, el médico mejicano Gregorio Vargas, reconocido pediatra y sanitarista, ya había presentado casos de niños empachados en su tesis en 1873, antes del trabajo de Sussini.
"No obstante, se llegó al extremo de negar la existencia del cuadro clínico", afirmó el autor.
Si bien todo el mundo sabe que un empacho es una alteración del movimiento intestinal que se siente como algo asentado que molesta y conviene expulsar, la palabra quedó relegada.
Hoy se habla de dispepsia, detenimiento del tránsito intestinal, gastritis o intolerancia digestiva.
El mejicano explicó el motivo: "Con la clasificación internacional de las enfermedades, se eliminan todas las denominaciones regionales y, en su lugar, se adopta gastroenteritis".
De todas maneras, Campos-Navarro reconoció que para algunos médicos, la cura del empacho es una cosa del pasado, relacionada con prácticas supersticiosas y primitivas que carecen de fundamento clínico.
Sin embargo, la medicina popular hace uso de múltiples recursos y nuestras sociedades los siguen empleando.
"Si siguen empleándolos no es por ignorancia, sino porque les sirven. Si no les sirvieran, ya hubieran desaparecido. Por lo tanto, algo de eficaz han de tener esas prácticas", sostuvo.