Un caño cayó de una obra y perforó el techo de una casa
Un caño metálico que se utiliza como conductor de cables, de unos tres metros de longitud, cayó ayer como una jabalina desde las alturas de un edificio en construcción del macrocentro y perforó el techo de una casa lindera, impactando a centímetros de uno de sus moradores.
El doctor Claudio Harrington, quien vive en la casa de Hipólito Yrigoyen 572, se mostró sorprendido por la increíble experiencia que le tocó vivir, ya que estuvo al filo de una tragedia.
El conductor de tres cuartos de pulgada, al parecer, se soltó de un paquete que estaba siendo ascendido en la obra que la firma Galak Wasserman S.R.L., erige en el 584 de la misma arteria.
Un inspector municipal, que por la mañana labraba un acta de constatación en la casa del neurólogo, informó que la construcción fue clausurada y estimó que la caída, por las características del impacto (atravesó las chapas acanaladas y el cielorraso de material del comedor) pudo haberse dado desde los pisos superiores.
"Sobre las 8.30, estaba sentado en una silla, en el comedor de mi casa, trabajando sobre la mesa, cuando sentí un estruendo en el techo; alcancé a mirar, fue como un flash, y un caño por donde pasan los cables atravesó el cielorraso olímpicamente, como una jabalina y pasó a centímetros mío, en la distancia que hay de una silla a la otra, tanto que tengo un golpe acá (mostró una inflamación en su muñeca derecha), que no sé si fue con la silla o con el mismo caño", expresó Harrington a "La Nueva Provincia".
Opinó el damnificado que no se trató de un accidente.
"Supongo que es un milagro, porque de accidente no se puede calificar, porque accidente son aquellas cosas que ocurren cuando no se las puede prevenir, pero que no pase una lanza por el techo de mi casa, supongo que la materia de la seguridad en las construcciones de las obras debe prevenirla, debe haber alguna materia para explicarle a este gente cómo se previene", sostuvo.
El agravante de la situación es que no se trató del primer incidente.
El 18 de noviembre se había labrado otra acta de constatación, por la caída en el patio de Harrington de una piedra de la misma obra y, días atrás, durante una copiosa lluvia, en el techo del living de la vivienda se formó una mancha de humedad, por estar taponado el desagote con restos de telgopor, tarugos, clavos y otros elementos utilizados en la construcción.
"He sido excesivamente tolerante e indulgente; sé que la gente tiene que trabajar. Que se haya hecho este edificio acá al lado es una monstruosidad, que cabe únicamente por la permisividad de los cuerpos técnicos municipales y por la voracidad tremenda que tiene el sector de la construcción en hacer semejante desarreglo en esta ciudad. Están destruyendo la ciudad, pero están destruyendo mi casa en particular", dijo.
"Denuncias previas."
Harrington confirmó que "tenemos hechas dos o tres denuncias previas" y que "hasta ahí uno es tolerante".
"Uno puede tolerarlo, porque es una obra, hay mucha sequía, hay viento, puede volar material y lo único que queda es ser tolerante, pero esto supera los límites de la indulgencia que uno está dispuesto a conceder. Que se caiga semejante jabalina en el comedor de tu casa... Gracias a Dios que estaba yo solo, que acababa de llevar al nene al colegio; este es el lugar donde hay gente permanente", afirmó.
Ana María Lloret, secretaria del médico y ocupante de un departamento trasero, aseguró, por su lado, que en oportunidad del acta anterior, la empresa se había comprometido ante los inspectores a adoptar las medidas de seguridad correspondientes, "pero está a la vista que no sucedió".
En el mismo sentido, Harrington expresó que no se puede vivir con miedo dentro de la propia casa.
"Supongo que no se repetirá todos los días, pero quién vive tranquilo en una casa, con una obra al lado, sabiendo que pasan estas cosas", se preguntó, para agregar que en los extremos de los pisos tendrían que existir más bandejas metálicas o la obra tendría que estar "vestida" con una media sombra, a modo de protección.
"Cuando sentí el estruendo, sinceramente, mi preocupación instintiva era que no sea una persona. Uno está en el patio y los ve trabajando sin arneses, sin medidas de seguridad, algunos sin casco. Yo ya me veía, como médico, dándole auxilio a alguien que se había caído arriba del techo", indicó.
Por último, el damnificado reconoció que está "tremendamente enojado" con los encargados de la empresa constructora, "porque pedí que viniera a hablar algún responsable de la obra y nadie ha aportado" y también cuestionó la intervención comunal, al sostener que, "hasta ahora, lo que ha hecho ha sido nulo. Los inspectores vienen, labran un acta, hacen bien el trabajo, pero después no hay respuesta".
"Vamos a ser inflexibles"
El secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad confirmó que la obra de Yrigoyen 584 quedó preventivamente clausurada y aseguró que serán "inflexibles" con las medidas a adoptar.
"En este caso, y en cualquier otro, vamos a ser inflexibles con esta empresa y con cualquier otra. Tenemos que preservar a los habitantes linderos. La empresa tendrá que tomar responsabilidad por los daños causados, pero vamos a ser inflexibles con las multas y, por supuesto, se clausuró el edificio", declaró ayer el ingeniero Rubén Valerio.
Sobre el tiempo de cierre de la obra, dijo el funcionario que no está definido y que "lo va a determinar el juez de Faltas". De todas maneras, recalcó que "nosotros, desde Obras Particulares, hicimos la clausura de inmediato".
Valerio aclaró que la empresa se encontraba en regla, en cuanto a lo normado por el Código de Edificación.
"Cumplió con las medidas de seguridad con respecto a la bandeja, más allá de que el edificio está retirado de la medianera, a tres metros y de donde aparentemente cayó este caño es más lejos todavía, son cinco metros y la bandeja estaba colocada. De todas maneras, estos casos son responsabilidad de la empresa y vamos a ser muy duros con respecto a este tipo de accidentes", insistió.
Según reza el cartel frontal, identificatorio de la obra, en el lugar se construye un edificio de uno, dos y tres departamentos.
Como encargado del proyecto y dirección figura el ingeniero Daniel Galak, mientras que su par Carmen Hurst, aparece como titular del área de Seguridad e Higiene.