Más detalles del triple crimen en Ituzaigó
BUENOS AIRES (Télam) -- La madre de Walter Cayuela, asesinado el jueves junto a su mujer y su suegro en el partido bonaerense de Ituzaingó, descartó que su familia haya sido víctima de una venganza y afirmó que en la casa faltó dinero.
La hipótesis tampoco fue desestimada por el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, al afirmar que "nadie puede saber, por ejemplo, si tenía una suma de dinero en el bolsillo", aunque recordó que en la vivienda se halló una caja con plata que no fue sustraída.
La versión del homicidio en ocasión de robo fue instalada por la madre de Cayuela durante el velatorio de su hijo, su nuera y el padre de ésta y se contradice totalmente con lo que está investigando la policía: una venganza.
"Nunca hemos tenido ningún problema. Le entraron a robar porque ahí adentro ha desaparecido dinero que tenían en un placard", aseguró la mujer a la prensa en la puerta del velatorio que se realizó en la cochería Reviello.
Luego, los cuerpos fueron inhumados en el Cementerio Privado Colonial, sobre Colectora de la Autopista del Oeste y el puente de la avenida Ratti.
La mujer agregó que los asesinos "conocían" a su hijo y a su mujer y "sabían dónde estaba el dinero", a la vez que negó que alguna vez la familia hubiera recibido amenazas para ser víctima de un ajuste de cuentas.
Cayuela (32), su mujer, María Fernanda Márquez (29) y el padre de ésta, Jorge Márquez, fueron hallados asesinados el jueves, cerca de las 21.30, en su casa de Profesor Bagnat 1065 del barrio San Alberto, en Ituzaingó.
Los cuerpos fueron descubiertos por un vecino policía que le llamó la atención que el portón de la casa estuviera abierto y después de treparse por los techos, llegó a un patio y encontró los tres cadáveres, la pareja en un galpón y el otro hombre en un hall.
Luego, descubrió a una niña de 4 años debajo de una mesa y dos bebés mellizos durmiendo en una habitación, todos hijos de la pareja, a quienes llevó a su casa antes de llamar a la policía.
Precisiones del fiscal.
Los investigadores determinaron que las tres víctimas
fueron asesinadas a golpes, hachazos y cuchilladas y consideran que los homicidios fueron cometidos con "mucho odio".
Nieva Woodgate dijo que lo que más le llama la atención de este caso es que "las víctimas no tenían lesiones defensivas y que las heridas que presentan está todas del cuello para arriba".
"Esto es indicativo de que quiénes hicieron esto no alarmaron a las víctimas, lo que hace suponer que se trata de alguien conocido y de quien no creían que iban a recibir el ataque que recibieron", remarcó el fiscal general de Morón.
No descartó el robo y explicó que según dispuso la fiscal descentralizada de Ituzaingó Gabriela Millán "la investigación esta concentrada en las relaciones personales" del matrimonio, que tenía una pequeña empresa dedicada a la distribución de frutos secos y cereales y una dietética.
Agregó que por ahora no hay ningún testigo de lo que pasó, por lo que se están haciendo averiguaciones en el vecindario.
Para la madre de Cayuela, los delincuentes eran conocidos y por eso su hijo los dejó entrar, robaron el dinero, lo mataron a él y a su mujer y cuando el suegro de su hijo llegó a la casa rato después, lo asesinaron también a él para no ser descubiertos.