Condenado por un violento asalto y otros dos robos

Redacción de La Nueva.

[email protected]

 Un joven acusado de tomar parte de un violento asalto a un comercio, en el cual dos de las víctimas sufrieron heridas, así como de otras dos sustracciones, fue condenado a cumplir la pena de cinco años y cinco meses de prisión.

 La sentencia, dictada por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, recayó en Néstor Gastón Rodríguez, de unos 20 años de edad, con último domicilio en Castro Barros 2453, de Ingeniero White.

 Los jueces Gabriel Luis Rojas, Mario Lindor Burgos y Enrique José Montironi, consideraron probada la intervención del imputado en los tres delitos.

 El hecho principal se cometió el 27 de febrero de 2006, aproximadamente a las 2.30, cuando tres individuos ingresaron en el quiosco de Mendoza 6, armados con una tijera, con la cual amenazaron y le produjeron un corte en su región costal a Rodrigo José Hernández, empleado del comercio, mientras que a Diego Bravo, hermano del dueño, también lo lastimaron.

 Ya en el exterior del local, le pegaron a Bravo un botellazo en un brazo, escapando los sujetos con el dinero de la caja --aproximadamente 600 pesos-- y unos 20 atados de cigarrillos.

 Sin embargo, la policía llegó rápidamente y, con la descripción aportada, pudo detener a los acusados, entre ellos Rodríguez, mientras que el resto fue procesado en causa aparte.

 El segundo hecho que le endilgaron se concretó el 20 de octubre de 2005, a las 11, cuando a Raquel Edith Vila le arrebataron con violencia la cartera que portaba (en cuyo interior tenía una billetera con documentación y tarjetas de crédito), mientras se encontraba en la estación de servicio de Darregueira y O'Higgins, junto a su vehículo, a la espera de abonar el importe del combustible cargado.

 Luego de la acción, Rodríguez y otro sujeto habrían fugado en un ciclomotor Garelli azul, dominio 872 ARL.

 Por último, el joven sería uno de los sujetos que, el 19 de febrero de 2005, alrededor de las 17.30, sustrajo del locutorio de Terrada 298, esquina Gorriti, la suma de 180 pesos y tarjetas de telefonía fija y celular, intimidando al empleado del local comercial, Maximiliano Ignacio Sartor, mediante la utilización de un arma de fuego.

"Plenamente acreditada"

 De acuerdo con los magistrados, la actuación de Rodríguez en los tres casos quedó "plenamente acreditada".

 En cuanto al primer suceso, consumado en Mendoza 6, su autoría se probó mediante el acta de procedimiento y las declaraciones y reconocimientos por parte de los testigos.

 Acerca del arrebato en el expendio de combustibles, se tuvo en cuenta la "precisa, espontánea y casual" identificación que del mismo hiciera (en la comisaría Quinta) un playero de la estación de servicio, que lo había atendido poco antes del robo.

 El testigo se encontró casualmente con el procesado, que se hallaba sentado por entonces en la sala de espera de la seccional, aguardando el resultado de un trámite de averiguación de antecedentes.

 Completó el cuadro de cargo el testimonio de la mujer víctima, quien reconoció, con seguridad, al ciclomotor secuestrado como el empleado por los ladrones para la fuga.

 Finalmente, con el atraco al locutorio se lo vinculó a partir de reconocimientos fotográficos efectuados por el damnificado y por un testigo.

 Los jueces destacaron que sólo identificaron a Rodríguez (no a su supuesto cómplice), "lo que revela que tal individualización no ha sido el producto de una inercia procesal o de un adoctrinamiento, tendiente a obtener un dato de cargo falso".

 A su vez, se destacó el reconocimiento del ciclomotor utilizado.

 Por último, el tribunal consideró que el sujeto juzgado fue autor del delito de robo en concurso real con robo agravado reiterado (dos hechos) y que, en consecuencia, debían imponérsele cinco años y cinco meses de cárcel.

Hallaron un auto robado en Punta Alta

 En perfecto estado y, aparentemente, sin ningún tipo de faltante, en la tarde de ayer fue hallado abandonado en la zona de Grünbein, un vehículo que había sido robado el día anterior, durante la mañana, en inmediaciones de la terminal de ómnibus de Punta Alta.

 El vehículo en cuestión es un Fiat Uno, de color blanco, dominio BMC 297, perteneciente a Yolanda Beatriz Zito (41 años), domiciliada en Moreno 269, de la vecina ciudad, quien lo había dejado estacionado en Avellaneda al 600, frente a la terminal de colectivos.

 Ayer, alrededor de las 14, personal de la seccional Cuarta de Villa Mitre, localizó el rodado estacionado en Ambrosetti al 1200, sin que presentara signo alguno de violencia y, aparentemente, con todos sus elementos.

 El Fiat, alimentado a GNC, fue peritado por dos efectivos de la Policía Científica, quienes procedieron al levantamiento de huellas dactilares, para una posterior identificación de los delincuentes.

 Según testimonios recogido en el lugar, anteanoche, alrededor de las 23, ya había sido observada la presencia del Fiat en el lugar, frente a un geriátrico, sobre una calle de tierra.