"AGENCIA Matrimonial reserva absoluta"

Redacción de La Nueva.

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Desde hace unos años, Nora Lacatena se encarga de unir en pareja a hombres y mujeres. También hace trajes de novia.

 Hay tres personas sentadas a la mesa.

 Están en una de las confiterías céntricas de la ciudad.

 No se puede decir el nombre de la confitería.

 No se puede saber el nombre de dos de ellos.

 Lo que se sabe es que son dos mujeres y un hombre.

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 El hombre y la mujer están a punto de conocerse. La tercera es Nora Lacatena: la celestina.

 Todo empezó hace un tiempo. Con una llamada por ambos lados.

 La que recibió las llamadas es Nora. Y preguntó para llenar las fichas. Después viene un mano a mano. Nora guarda el perfil de cada uno y después se fija quién puede encajar con quién.

 "Y por lo general no me equivoco", dice.

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 Para Nora es casi imposible retener fechas. Pero estima que hace seis o siete años llegó a "La Nueva Provincia" para publicar un aviso clasificado.

 "AGENCIA Matrimonial reserva absoluta. T.4546482", decía. Y dice todavía.

 "Quería que se viera serio. Era lo que me importaba y por eso puse lo de reserva absoluta".

 Aquel primer día ya recibió llamadas.

 "Era un chico de Médanos que me dijo que quería saber cómo era el tema. Lo vi un poco trabado a la hora de hablar. Le dije `expresate'. Y nos pusimos a charlar".

 El final de la historia de ese chico fue feliz. Pero no se puede conocer más. Reserva absoluta.

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 --Nora ¿por qué una agencia matrimonial?

 --Porque la gente mayor, principalmente, está sola y no sabe cómo hacer para relacionarse con otros. Muchos de los que vienen o me llaman tienen 50 años o más y resulta que se separaron y no saben cómo hacer o adónde ir.

 --¿Faltan lugares para ellos?

 --Por lo general es gente estructurada que estuvo casada por 20 años y que no sale de noche porque piensan que los que están en la noche no son personas para ellos.

 --¿Y piden una forma determinada en lo físico?

 --Sí, sí. Se nota mucho eso en la gente. La forma física importa... y mucho.

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 Nora nació hace 58 años en Oriente (localidad del partido de Coronel Dorrego). Después de asistir hasta la muerte a su mamá Corina Burgos decidió partir a Buenos Aires. Ya tenía 24 años y quería darle profesionalismo a sus conocimientos de costura.

 Estudió en dos academias de Capital Federal y trabajó para distintas fábricas. Conoció a mucha gente. Y a Alicia. Una mujer que tenía una agencia que presentaba parejas.

 "Me llamó la atención y la idea siempre me quedó flotando. Ella me contó cómo hacía para presentar a esas parejas".

 Estuvo en Buenos Aires hasta los 30 y pico. Después pasó por Salta y hace unos 12 años recaló en Bahía.

 "Siempre me pareció un punto importante. Si bien los que somos de Oriente teníamos como referencia de ciudad grande a Tres Arroyos, yo había venido unas cuantas veces a Bahía y me llamó la atención la elegancia tanto de los hombres como de las mujeres. Por eso me pareció un buen lugar para trabajar en lo mío".

 Aprovechó que su hermana ya vivía acá y se vino.

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 Mientras probaba trajes de novia y vestidos charlaba con las clientas. Le decían que había mucha gente sola.

 "En las ciudades grandes la soledad es terrible para los que no son del lugar. Los días que no trabajan se les produce un vacío enorme. Entonces pensé que podía dar una mano con la agencia matrimonial".

 Se siente feliz con su emprendimiento y da todos los detalles. En realidad, no todos. Por lo de la reserva absoluta.

 "Me llaman y les hago algunas preguntas: edad, nombre, dónde trabajan y, por supuesto, qué buscan. Y les pido paciencia porque siempre va a aparecer alguien para ellos".

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 --Nora ¿por qué usted está sola?

 --Porque soy muy libre y no quiero perder esa libertad.

 --¿No se puede ser libre con una pareja?

 --Es que yo me siento una creativa y los creativos no tenemos ataduras de ningún tipo. No sé de horarios, ni de orden... Si tengo ganas de ponerme a trabajar a las tres de la mañana me levanto y lo hago. Me gusta conocer gente, ir de acá para allá y poder abrir mi cabeza conociendo otros lugares, otras personas...

 --¿Nunca estuvo en pareja?

 --Una vez conocí a un hombre de Tres Arroyos, pero no funcionó.

 
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 Nora se levanta de la mesa de la confitería céntrica. El hombre y la mujer ya saben algo el uno del otro.

 Nora los deja. Ahora es el momento de ellos.

 La celestina terminó su función. Su importante función para esos que andan tan solos.


MAXIMILIANO PALOU