Israel cerró un amargo capítulo
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JERUSALEN (Télam) -- Miles de personas se congregaron ayer en el norte de Israel para dar su último adiós a los 2 soldados entregados como parte del canje de prisioneros acordado con el movimiento islamista libanés Hezbollah.
Los cuerpos de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev fueron devueltos por Hezbollah a cambio de la excarcelación de 5 militantes islamistas libaneses y la entrega de los cadáveres de unos 200 combatientes libaneses y palestinos.
El primero en recibir sepultura fue Goldwasser, quien habría cumplido hoy 32 años. El féretro de madera fue depositado en la tierra en la ciudad de Nahariya por soldados de elite. Su viuda, Karnit Goldwasser, se tomó del brazo de su suegro en medio de lágrimas. En cumplimiento de la tradición judía, el padre de Goldwasser, Shlomo, usó una camisa rota en señal de duelo.
Durante la ceremonia, la madre del fallecido, Miki, se dirigió a los asistentes y les dijo: "Me presento ante ustedes con mis ojos alzados y una petición: Que se mantengan de pie y levanten vuestras cabezas con orgullo nacional. Vean la guerra como una victoria, ya que su pueblo demostró ser fuerte y tener una juventud maravillosa".
Durante el sepelio del otro soldado, Eldad Regev, sus 2 hermanos arroparon en todo momento a su padre, viudo y que ahora pierde a su hijo menor.
"Estoy orgulloso de este país por el trabajo realizado para traerte a casa", esgrimió el hombre y agregó con voz entrecortada: "Estoy orgulloso de ti, Eldad, un verdadero patriota".
El féretro de Regev --que tenía 26 años cuando fue capturado-- fue llevado por soldados hasta el cementerio militar en la norteña ciudad de Haifa, seguidos por un gran cortejo fúnebre de miles de personas.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, sostuvo que su país tiene el corazón destrozado y que pagó un alto precio con la liberación de 5 milicianos de Hezbollah.
La tristeza judía contrastó con la celebración en Beirut, donde los 5 militantes islamistas libaneses rezaron ayer ante la tumba de un comandante del movimiento armado Hezbollah y prometieron seguir sus pasos y continuar la lucha contra el Estado judío.
El canje de prisioneros cerró para Israel el capítulo de la fracasada guerra del Líbano de 2006 contra Hezbollah, que comenzó cuando este movimiento capturó a los dos soldados y que fue lanzada precisamente para rescatarlos.