Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Nueva alternativa para la leucemia mieloide crónica

La leucemia mieloide crónica es una enfermedad hematológica maligna, en la cual los glóbulos blancos no alcanzan la maduración normal y sus precursores se incrementan en forma descontrolada. Para el paciente significa una disminución de los demás elementos sanguíneos, con el riesgo de infecciones y hemorragias.

 La leucemia mieloide crónica es una enfermedad hematológica maligna, en la cual los glóbulos blancos no alcanzan la maduración normal y sus precursores se incrementan en forma descontrolada.


 Para el paciente significa una disminución de los demás elementos sanguíneos, con el riesgo de infecciones y hemorragias.


 En los estadios iniciales no se manifiesta con síntomas, pero, si no se trata, aparece fatiga, pérdida del apetito, sudoración nocturna, bazo agrandado de tamaño y otros signos.


 La leucemia mieloide crónica es una de las clases más frecuentes de leucemia, un tipo de cáncer en la sangre caracterizado por el crecimiento anormal y descontrolado de los glóbulos blancos, que en los Estados Unidos afecta, aproximadamente, a 4.800 personas por año.


 Esta enfermedad evoluciona en fases.


 Empieza con una fase crónica, que es una forma controlable, de poca agresividad y que puede durar de dos a tres años.


 Luego puede pasar a una fase acelerada, de aproximadamente un año de duración, y termina en una fase blástica, de menos de un año de duración y fatal.


 Recientemente, las autoridades regulatorias nacionales aprobaron una nueva alternativa para este tratamiento.


 La medicación se denomina nilotinib y está indicada para pacientes que padecen leucemia mieloide crónica y que no responden al tratamiento estándar.


 Este fármaco logró altas tasas de respuesta en los pacientes con leucemia mieloide crónica cromosoma Filadelfia positivo (Ph+), resistentes o intolerantes a otras alternativas terapéuticas.


 "Esta droga cambió la perspectiva para el tratamiento de los enfermos con LMC que son resistentes o intolerantes a la administración de imatinib, la terapia estándar", destacó el doctor Dardo Riveros, jefe del Servicio de Hematología del CEMIC.


 Aproximadamente a los 72 meses de tratamiento estándar, alrededor de 18 por ciento de los pacientes se vuelven resistentes, pierden la respuesta o tienen intolerancia al imatinib.


 "La aplicación de nilotinib está dirigida, en este momento, al grupo de pacientes refractarios, resistentes o intolerantes a dicha droga que se encuentran en fase crónica o acelerada", explicó el especialista.


 El nilotinib es una terapia dirigida, que pertenece a la categoría de `inhibidores de la tirosina quinasa' de segunda generación.


 Fue diseñado para atacar específicamente a la proteína Bcr-Abl, responsable del crecimiento anormal de los glóbulos blancos en la LMC Ph+.


 "Se ha obtenido una buena proporción de remisiones hematológicas y citogenéticas con este fármaco, en grupos resistentes a imatinib, por lo que el paciente ahora cuenta con la posibilidad de estos nuevos inhibidores de la tirosina quinasa", comentó el doctor Riveros.


 Las autoridades regulatorias nacionales aprobaron el uso de nilotinib para el tratamiento de las fases crónica y acelerada de la LMC Ph+ en pacientes adultos con resistencia o intolerancia a, por lo menos, un tratamiento previo que incluya el imatinib.


 Esta medicación ya ha sido aprobada en 45 países, incluida la Unión Europea, los Estados Unidos, Australia y Méjico, entre otros.


 En el estudio clave para el registro de nilotinib, se obtuvieron asombrosos resultados con dicha droga en pacientes con LMC en fase crónica y acelerada que habían sido tratados y eran resistentes a la medicación.


 En más de 320 pacientes en fase crónica se observó una respuesta hematológica (RH) completa en 77 por ciento de quienes no habían tenido RH mientras que, lo que es más importante, la respuesta citogenética mayor (RCM) se observó en 57 por ciento de los pacientes.

Opinión






 Toda enfermedad tumoral, al ser atacada terapéuticamente, trata de autoprotegerse y produce algunos cambios en las proteínas anómalas de la célula leucémica, llamadas mutaciones.


 Ellas son parte de los mecanismos de resistencia.


 En un pequeño número de casos de LMC, esta transformación hace que la célula deje de ser sensible al tratamiento con imatinib, por lo cual se han desarrollado nuevos inhibidores, entre los cuales se cuenta el nilotinib.




 La doctora Raquel María Blengio, autora de esta nota, es Jefa del Departamento de Clínica Hematológica del Instituto de Investigaciones Hematológicas, de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires.