Bahía Blanca | Lunes, 21 de julio

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La movediza

Hace 70 años, en febrero de 1938, desde el Ejecutivo provincial se anunciaron trabajos con la idea de reponer la piedra movediza de Tandil. Considerado uno de los primeros atractivos turísticos de la provincia, fue un singular fenómeno geológico conformado por una piedra oscilante de cerca de 300 toneladas que, durante miles de años, se mantuvo en delicado equilibrio sobre uno de las sierras de Tandilia.

 Hace 70 años, en febrero de 1938, desde el Ejecutivo provincial se anunciaron trabajos con la idea de reponer la piedra movediza de Tandil.


 Considerado uno de los primeros atractivos turísticos de la provincia, fue un singular fenómeno geológico conformado por una piedra oscilante de cerca de 300 toneladas que, durante miles de años, se mantuvo en delicado equilibrio sobre uno de las sierras de Tandilia.


 Desde fines del siglo XIX, cientos de curiosos se acercaban al lugar para conocer el fenómeno, hacían la clásica prueba de colocar botellas en su base, las cuales, al romperse, daban cuenta de su oscilación, escribían grafitis, jugaban a empujarla y hasta practicaban acrobacia sobre ella.


 Lo cierto es que la colosal mole perdió finalmente su ajustado equilibrio y cayó al vacío en la tarde del 29 de febrero de 1912. Nadie la vio caer. Apenas algún vecino escuchó el estruendo y comprobó lo ocurrido.


 Desde entonces, hubo varios proyectos para reponerla. El primero de ellos en 1938, por inquietud provincial, pretendía reubicar la piedra original y crear un gran parque turístico. En las décadas del 50 y del 60, ya se hablaba de colocar una réplica "de plástico", con algún mecanismo que le diera movimiento. Lo cierto es que el proyecto fue concretado el 13 de mayo del año pasado, materializando una "piedra artificial" mediante una estructura metálica y un revestimiento exterior de fibra de vidrio y resina con polvo de piedra. Abulonada a la sierra, la piedra ya no es movediza, pero permite apreciar la magnitud, severidad y magia del modelo original.