Bahía Blanca | Miércoles, 10 de septiembre

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Amplían el área de zona económica exclusiva

La Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla) está desarrollando una propuesta definitiva para establecer, ante las Naciones Unidas, el límite exterior de la plataforma continental argentina. En juego está nada menos que la ampliación de la zona económica exclusiva (ZEE), de 200 a 350 millas marinas.
Amplían el área de zona económica exclusiva. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

 La Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla) está desarrollando una propuesta definitiva para establecer, ante las Naciones Unidas, el límite exterior de la plataforma continental argentina.


 En juego está nada menos que la ampliación de la zona económica exclusiva (ZEE), de 200 a 350 millas marinas.


 La fecha límite para presentar la solicitud es el 13 de mayo del año venidero. Este plazo fue establecido por los Estados que forman parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar).


 El cronograma de trabajos se está cumpliendo en tiempo y forma, siendo el ministerio de Relaciones Exteriores el que se encuentra a cargo de la presentación legal ante la ONU, mientras que en el Servicio de Hidrografía Naval se elabora la parte técnica.


 A su vez, profesionales de las universidades de todo el país colaboran con la toma de decisiones y el armado de la documentación.


 José Kostadinoff, geofísico de la Universidad Nacional del Sur, participó de reuniones en las que se buscan criterios que definan los límites más convenientes a los intereses del país ante los foros de las Naciones Unidas.


 "Lo que se discute es la extensión de la zona económica exclusiva en 150 millas más, a partir de las 200 millas ya reconocidas a nuestro país. Hay tres criterios que seguir, de acuerdo con las Naciones Unidas, y a la República Argentina le conviene la totalidad de ellos, debido a las características de su plataforma continental.


 "Uno de los criterios es tomar como referencia la zona de inversión de la pendiente que suele encontrarse en la isobata --línea que une los puntos de igual profundidad-- de 2.500 metros, sobre la que se pueden pedir cien millas más. La otra posibilidad es tomar en cuenta el lugar donde cambia completamente el gradiente; desde allí, se pueden pedir 60 millas más. Hay una tercera, en la que se relaciona la distancia desde el borde del talud continental con el espesor sedimentario subyacente", indicó Kostadinoff.


 Los puntos fijos que constituyan el límite exterior de la plataforma "no deben exceder" de 350 millas marinas de la costa.


 "Lo que más nos importa son las zonas denominadas terrazas. Son muy importantes por su potencial petrolero. Nuestro país ha hecho una exploración geofísica muy intensiva en el borde --talud-- continental, hasta llegar a la cuenca abisal argentina, a más de 4.500 metros de profundidad. El gobierno argentino ha invertido millones de dólares con líneas geofísicas (sísmicas, gravimétricas, magnetométricas y batimétricas), una cada 75 kilómetros.


 "Esos son los estudios que se van a presentar en las Naciones Unidas y es lo que nos permite realizar el reclamo por una zona económica exclusiva que llegue hasta las 350 millas --650 kilómetros-- a partir de nuestra línea de costa.
La Argentina no está inactiva, técnicamente, frente a este tema ni mucho menos; todo resultado, finalmente, será una decisión política del gobierno argentino", manifestó el geofísico local.

Recursos.
Entre los recursos que se podrían aprovechar con la obtención de las 350 millas marinas de extensión territorial está la explotación de calamares, evitando las enojosas situaciones con los buques poteros de diferentes nacionalidades que han asolado el borde de la plataforma continental argentina a profundidades mayores de 200 metros y más allá de las 200 millas marinas.






 "Otro aspecto que se puede salvaguardar es el medio ambiente, ya que Argentina puede impedir que vengan otros países a tirar sus desechos químicos o radiactivos sobre la zona económica exclusiva", expresó Kostadinoff.


 "En décadas pasadas, parte de los desechos radiactivos se tiraron en las fosas oceánicas del planeta y los países transgresores son muy renuentes a decir dónde. La cuenca abisal argentina y la fosa de Sandwich del Sur son zonas tentadoras para este tipo de contravención, pero aclaro que no me consta ninguna información sobre el tema. La extensión de la ZEE a las 350 millas ayudaría a un control más eficiente de estos desatinos", resaltó el geofísico.

Libre tránsito.
La ampliación de la zona económica exclusiva no vulnera ni restringe la libre circulación de los buques por estas áreas.





 El único derecho que se adquiere es la explotación de los recursos y, consecuentemente, la protección de los mismos.

Hidrocarburos.
La Argentina fue uno de los primeros países en reclamar el mar epicontinental y su plataforma hasta la zona de 200 millas marinas.





 "En la actualidad, se encuentran en explotación los hidrocarburos de las plataformas continentales, hasta los 1.700 metros de profundidad --comienzos del talud continental--. Resta desarrollar la tecnología para llegar a explotar el resto, hasta los 4.500 metros, en las cuencas abisales.


 "Existen los grandes recursos en las pendientes o taludes del planeta. Un ejemplo es Brasil, que estima haber encontrado 50 mil millones de barriles de petróleo en ese lugar. Nosotros no hemos desarrollado ese estudio, pero seguramente tendremos mucho menos que el que dice tener Brasil, debido a que las condiciones geológicas son diferentes", explicó Kostadinoff.

La zona de influencia






 La zona económica exclusiva de la Argentina tiene una extensión de 950 mil kilómetros cuadrados. Con la ampliación, puede alcanzar 1 millón 500 mil km2.


 Kostadinoff comentó que, más allá del límite de las 350 millas marinas, existe una zona geográfica vinculada al suelo argentino. Ellas son la cuenca abisal argentina, mar de Scotia, plateau de Malvinas y mar de Weddell. En total, la superficie es de 14 millones de kilómetros cuadrados.


 "No quiero decir que todo eso nos pertenezca; pero entiendo que nuestro país puede hacer sentir su presencia en esa región. Ahora, se avizora otro problema: más allá de las 350 millas, alguien tiene que administrar el territorio y Naciones Unidas deberá delegar su administración a los países colindantes.


 "Se está estudiando el otorgamiento de un derecho administrativo sobre esa zona, que es patrimonio de la humanidad. Sería similar a ejercer el rol de autoridad de aplicación", anticipó geofísico.

Los límites en las Malvinas






 Ya se conoce que las zonas económicas exclusivas de Inglaterra y la Argentina se contraponen, en relación a las islas Malvinas. Es por ello que no quedará resuelto hasta que ambos países alcancen un acuerdo y lo eleven a las Naciones Unidas.


 "Si Inglaterra se presenta en las Naciones Unidas y dice que todo lo que rodea a las islas Malvinas es suyo y la Argentina se opone con todos los antecedentes, no se puede legalizar ese requerimiento. La ONU no se involucra mientras no se resuelven esas cuestiones políticas", enfatizó Kostadinoff.


 También expresó que nada hace imaginar que Gran Bretaña pretenda las islas de los Estados y agregó que, en cuanto a la Antártida, Inglaterra mantendrá el reclamo de soberanía al igual que el resto de los países interesados en esa zona.


 "Todos elevan estudios referentes a lo que pueden requerir, pero, insisto, si hay conflictos, la ONU no los avala. Estimo que la Argentina puede extender los límites de su ZEE hasta los 47 grados de latitud sur sin ninguna controversia", comentó Kostadinoff.

Repercusión en Bahía Blanca






 Para Kostadinoff, la ampliación de la zona económica exclusiva influirá positivamente en nuestra ciudad.


 "Desde el punto de vista económico, se favorecerán los puertos locales; además, Bahía Blanca puede transformarse en el motor del desarrollo oceanográfico argentino, porque tiene condiciones específicas muy interesantes. Cuenta con un instituto (IADO) y las universidades UNS y UTN", destacó.


 El profesional recordó la experiencia de la carrera de Oceanografía dictada en la UNS, que generó 24 profesionales, a mediados de la década del 80.


 "En estos momentos, los egresados son líderes en el mundo en las especialidades en las que se desempeñan. Esta ciudad tiene instituciones de gran experiencia y conocimiento sobre la generalidad de las ciencias marinas, comparada con otras.


 "Podemos decir que Mar del Plata tiene instituciones pioneras en biología marina y pesca; en Buenos Aires, se encuentra el Servicio de Hidrografía Naval, con más de 100 años de historia; pero se podría decir que, en el sur, somos nosotros los que contamos con la oportunidad de ser cabecera de la oceanografía argentina en forma multidisciplinaria", opinó Kostadinoff.

Efecto global






 El 13 de mayo no es una fecha límite sólo para la Argentina. El resto de los países costeros deberá presentar la misma documentación, para reclamar la extensión de sus derechos económicos sobre el mar.


 El geofísico expresó que todos los países tienen costas diferentes y que es dificultoso establecer reglas generales, por lo que se los exhorta a fijar acuerdos bilaterales o multilaterales.


 "La elaboración de estos estudios es un hecho que se repite a nivel global, pero hay casos muy complicados, como el de Turquía y Grecia, donde ambos tienen islas muy cercanas. En esos casos, primero se tienen que poner de acuerdo los países, para que, luego, lo resuelto por ellos sea homologado por las Naciones Unidas", dijo Kostadinoff.


 "Es así que comienza a haber una especie de soberanía compartida de los pasos marítimos", agregó.


 Existen otras complicaciones: Debido al calentamiento global, se están reduciendo los polos y comienzan a aparecer rutas de navegación por el Artico, lo que resulta de gran importancia para los países del norte, ya que pueden sacar la producción petrolera por esa zona.


 "Hay un debate mucho más profundo sobre los recursos existentes en esa zona, como petróleo y gas. Los Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, los países escandinavos y Rusia empiezan a discutir en esos mares su zona económica exclusiva, centrado el interés de hallar inmensas cuencas petroleras como extensión de las que se ubican en áreas continentales de Alaska, mar del Norte y Siberia ", comentó Kostadinoff.