Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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El libro "Malena Despierta" busca generar conciencia

La actriz María Valenzuela acaba de publicar su libro Malena Despierta, en el que relata día a día la experiencia que le tocó vivir cuando en 2003 su hija, de 19 años, sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que la dejó en coma. En la presentación estuvo su hija, totalmente restablecida, quien destacó que el libro incluye un apéndice de la Sociedad Neurológica Argentina con información preventiva del ACV.

 BUENOS AIRES (Télam) -- La actriz María Valenzuela acaba de publicar su libro Malena Despierta, en el que relata día a día la experiencia que le tocó vivir cuando en 2003 su hija, de 19 años, sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que la dejó en coma.


 En la presentación estuvo su hija, totalmente restablecida, quien destacó que el libro incluye un apéndice de la Sociedad Neurológica Argentina con información preventiva del ACV.


 "Grave con pronóstico reservado", fue el primer parte médico sobre el estado de Malena. Una angiografía digital de los vasos cerebrales detectó la causa de la hemorragia: una malformación genética arteriovenosa.


 Estadísticamente, los casos con esa gravedad tienen una mortalidad del 80 por ciento, pero sucede que muchas personas presentan malformaciones arteriovenosas sin percatarse nunca de eso.


 El libro comienza el lunes 10 de febrero de 2003 a las 3.30, cuando Malena, que miraba TV, siente una fortísima puntada en el oído y se desmaya. Está escrito a la manera de un diario íntimo, pero la actriz no se dirige a sí misma, sino a la hija.


 "Llamo a la ambulancia y te trasladamos a la clínica Dupuytrén. Cruzamos la ciudad entre la lluvia, en medio de una tormenta descomunal. Llegamos a las 6 aproximadamente", escribe.


 "Es increíble cómo cada pequeño detalle cuenta. Con la obra social ocurrió algo de película. A vos y a tus hermanos los había asociado una semana antes de que te ocurriera esto, no tenían cobertura hasta ese momento", le cuenta.


 ¿Qué la llevó a escribir el diario en ese momento?


 -- No lo pensé, simplemente pedí un cuaderno y una lapicera, y empecé a escribir como una autómata. Mi intención era poder leerlo con ella cuando saliera del coma. Siento que la memoria es frágil, que con el tiempo las cosas se pierden en un agujero negro. Y quise evitarlo. Era también una terapia, para no volverme loca.


 Supuso que al despertar Malena lo haría como una Bella Durmiente, pero lo hizo con bronca y a los gritos.


 -- Sí, ocurre que durante el coma farmacológico absorbió 16 litros de droga, así que en estos casos todos se despiertan con ira, furia y locura. Además, se descubrió pelada, con la cabeza envuelta en gasa, ¡ella, para quien su melena era lo más!.


 ¿Se preguntó "por qué a mí", "qué hice para pasar por esto"?


 -- Al principio ella no supo la verdad. Le dijimos que se había caído y se había golpeado la cabeza.


 ¿Cuándo supo que usted escribía un diario? ¿Cuándo lo leyó?


 -- Lo leímos juntas cuando estuvimos en casa, luego de las tres semanas que estuvo internada en el Fleni para su rehabilitación. Al empezar su terapia ambulatoria, comenzamos a leerlo.


 ¿Cómo fue que se transformó en libro?


 -- Al principio todo fue muy íntimo, con nuestra gente, pero comenzamos a recibir muchos llamados de personas con algún familiar que estaba pasando por lo mismo, que buscaba contención.


 "Me llamaban y me decían "ahora tiene fiebre" y yo les contestaba "eso es normal"; y entonces agregaban "pero el pulmón" tal cosa, y yo les respondía tal otra... Bueno, ahí nos dimos cuenta que el diario ya no nos pertenecía y que podía servir para otros. Que leer un libro y sentirse identificado podía ser de gran ayuda".


 ¿Se siente feliz de haberlo escrito?


 -- Sí, mucho. Y la Sociedad Neurológica Argentina también, porque el apéndice en el que dan información sobre el ACV, servirá como prevención. Sé de mucha gente que lo compró y lo regaló para el Día de la Madre.


 "El libro es un mensaje esperanzador, algo que acompaña y que puede servirle al servicio hospitalario, para que comprenda que el enfermo de ACV necesita compañía, que la musicoterapia es fundamental, y que no pueden estar limitándole a uno los horarios de visita".


 A propósito: ¿Recuerda hoy Malena que usted le hablaba y la hacía escuchar música?


 -- No, no lo recuerda, pero yo veía cómo, según qué música, ella empezaba a mover sus manos. Había dos temas de Ricardo Arjona, "l Problema y Desnuda, que la estimulaban mucho. Hoy, Malena está recuperada en un 99,9 por ciento. Va a la facultad, cursa Diseño de Interiores y su nota más baja es un ocho.

A beneficio




 Valenzuela señaló que compartirá los derechos de autoría con Malena, quien ha decidido donar su parte al Hospital Garrahan para colaborar en la compra de un angiógrafo, cuyo costo es de 1,7 millones de dólares, para detectar enfermedades vasculares en los niños.