Precio de los billetes
En otros tiempos, los billetes de lotería solían venderse a precios por encima de los marcados por los organismos oficiales. Debido a ello, fue preciso que el gobierno nacional tomara cartas en el asunto para obligar a los agencieros a respetar aquellos valores.
Hace 65 años, cuando se avecinaban los tradicionales sorteos de Navidad, Año Nuevo y Reyes, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Poder Ejecutivo emitió un decreto refrentado por la Cancillería y por el ministro del Interior, por el cual se adoptaban diversas medidas para "reprimir severamente el aumento indebido del precio de los billetes de la Lotería Nacional" en aquellas jugadas extraordinarias.
La noticia se publicaba en "La Nueva Provincia" bajo el título "La represión del agio en la Lotería".
El decreto advertía que "los comercios en que se venden billetes de la Lotería de Beneficencia Nacional tendrán en la vidriera, en lugar visible para el público, un cartel haciendo saber que los billetes se expenden por su valor escrito". En caso de no cumplirse tal exigencia, las autoridades podrían disponer la prohibición de la venta y la clausura del comercio.
La presidencia de la Lotería Nacional era ejercida por Rudecindo Campos. El personal del organismo fue instruido para "investigar si se cumplen las disposiciones de este decreto" y los inspectores estaban facultados para requerir la intervención de la policía cuando comprobaran una infracción a la norma. "Cualquier omisión o negligencia en la investigación será castigada con la exoneración", advertía por último la medida.