Aromáticas, algo más que otra alternativa
Una gran ilusión se alimenta en un grupo de productores de Villarino y Bahía Blanca, que ha encarado, en establecimientos de ambos distritos, el cultivo de aromáticas perennes de mediano y largo plazo.
"La idea original fue hacer una plantación de lavandas, pero luego hablamos con Julián (Pérez Pizarro, ingeniero agrónomo del área de extensión rural del INTA Hilario Ascasubi) y nos interiorizamos de otras posibilidades", dijo Juan Carlos Suárez, quien, junto a su esposa, Clara Cousté, posee 9 hectáreas en La Mascota, cerca de Médanos.
El emprendimiento, en el que intervienen otros ocho productores, forma parte del Profam (Programa Familiar), que reúne a un grupo de productores para trabajar con la asistencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en el seguimiento de cultivos, asesoramiento técnico y, luego, con chances de incluirlos en una figura jurídica más abarcativa, como puede ser una cooperativa o una sociedad,
Los cultivos orgánicos son --principalmente-- menta, orégano, frutilla, maní, alcaparra, melisa y estragón, entre otros.
El objetivo del equipo se basa en tres puntos. La primera etapa es familiarizarse con el cultivo; la segunda, asegurarse los mercados y la tercera, no dejar de insistir con los productos orgánicos.
El primer paso ya está dado y marcha a buen ritmo, no sólo por lo que afirman los propios emprendedores, sino porque lo ratifica el propio Pérez Pizarro.
Respecto de la comercialización de los productos, gran parte de las expectativas se cifra en la participación en la feria internacional de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, del 22 al 30 de septiembre.
"Es probable que allí se genere algún negocio que permita ampliar la superficie cultivada", dijo Suárez, para agregar que las exportaciones fueron consideradas desde el inicio del proyecto.
"Al tiempo que comenzamos a plantar, nos ocupamos de ver este aspecto. Y, más allá de que haya un mercado factible, la idea no es vender internamente", amplió Suárez.
"Tratamos de que sea un producto orgánico para, una vez aprobado, obtener la certificación y exportar con mayor rentabilidad", indicó.
Los productos orgánicos incrementan entre un 20 y 30% el precio original.
En el país hay tres certificadoras, que se encargan de las auditorías y dictaminan que el producto sea orgánico y exportable.
"Las auditorías son no planificadas y pueden suceder en cualquier momento. Como debe ser, por otra parte", aseguró el ingeniero Pérez Pizarro.
"En un esquema orgánico no se pueden aplicar herbicidas, porque son de síntesis; sí se utilizan insecticidas biológicos y fertilizantes que no sean químicos. También se controlan los fungicidas, aunque hay algunos orgánicos", detalló el profesional del INTA.
Si bien no se han efectuado ventas aún, Suárez admitió que se retuvo el producido para eventuales negocios en Bolivia.
"Un kilo de menta vale 3 dólares", aseguró Pérez Pizarro, a modo de referencia.
Según agregó, la clave para la comercialización es, una vez obtenida la muestra y certificada la calidad del producto, tener la escala que pide el cliente.
Y dio más detalles.
"Hoy, los productores del grupo tienen la posibilidad de vender 2.000 kilos de hoja seca por mes para una sola compañía, en este caso La Virginia. Eso representa casi una hectárea y media por mes. Si se extrapola al año, estamos hablando de 18 hectáreas", explicó.
"Pero hay otras empresas que se han contactado para solicitar muestras. Una de ellas es Saint Gottard, de Mar del Plata. También especieras de Buenos Aires", amplió.
"Las posibilidades se extienden a las yerbateras que comercializan las saborizadas; una de ellas, CBSé", agregó Suárez.
Según explicó Pérez Pizarro, con 3.500 kilos de hoja seca se puede completar un contenedor de 20 pies, del tipo exportación.
"En el primer corte, con 10 hectáreas, se completan dos contenedores. Es un poco menos, pero se presume un rendimiento de entre 600 y 800 kilos de hoja seca de menta, suponiendo que 10 has. son 5.000 kilos de hoja seca", explicó.
El grupo tiene una idea ambiciosa: exportar antes de fin de año. E insisten en que la clave será la feria de Bolivia.
"De todos modos, para poder llegar a esa escala de producción se necesita material vegetativo. Es así como estamos trabajando con gente del Departamento de Agronomía y del Laboratorio de Genética y Biotecnología de la Universidad del Sur, para hacer micropropagación de plantines de menta", comentó Pérez Pizarro.
La micropropagación es una técnica de laboratorio para, en un lapso pequeño, obtener numerosos y variados plantines. Por caso, se ha comenzado con alcaparras.
Los cortes. En su chacra de La Mascota, Suárez colocó --el 29 de octubre de 2006-- 4.000 plantines de menta. El primer corte sucedió el último 10 de enero y el segundo, en los primeros días de marzo.
"Ahora tenemos pensado seguir con más plantaciones, como orégano, u otras para tener variedades. Insistiremos con la menta. Justo es decir que, a esta altura, todo lo realizado es bastante más de lo que teníamos pensado", dijo.
Respecto de la menta, el ingeniero Pérez Pizarro comentó que si se toma como base el primer año, aun considerando que es el más flojo porque es cuando se planta el cultivo y los productores comienzan a tomar contacto, la producción es buena.
"Este año, la plantación va a tener buen desarrollo, por lo que es probable que, en los últimos días de noviembre o primeros de diciembre, se haga el primer corte. Un segundo se prevé para finales de febrero y, si acompaña en 2008 un abril benévolo como el de 2007, existen chances de un tercero en los últimos días de julio", explicó.
El grupo posee media hectárea de menta y la idea es incrementar esa cifra a 10 has. durante este año.
Respecto de la mano de obra, Suárez dijo que, por tratarse de productos delicados, se necesita contar con gente que haga un trabajo adecuado.
Aclaró en tal sentido que, en el distrito de Villarino, no es sencillo conseguir mano de obra "buena y estable".
Ver "Transferencia..." / Pág. XX
Los cultivos intensivos demandan la presencia casi diaria de cada uno de los productores. ("TRABAJO INTENSIVO").
La menta inglesa plantada en La Mascota. También se aprecia el sistema de riego por goteo, que permite mantener siempre la humedad del suelo a capacidad de campo. ("MENTA LEJOS").
El buen color de las hojas, síntoma del buen estado de la planta. ("MENTA CERCA").
Fotos: INTA Hilario Ascasubi
FRASE
"La esencia es en función de los sabores que se ofrecen, pero el aroma lo otorga la menta. Es una materia prima base que llevan todas las especies".
Julián Pérez Pizarro
Ingeniero del INTA
Nota de tapa / Aromáticas, algo más que otra alternativa
Transferencia de tecnología al productor
En todo momento, el productor Juan Carlos Suárez resaltó el apoyo indispensable que realizaron los ingenieros del área de extensión rural del INTA Hilario Ascasubi para que el emprendimiento, denominado Aromáticas Patagónicas, tenga éxito.
"El asesoramiento es fundamental para nosotros. Si bien mantenemos contacto permanente con Julián (Pérez Pizarro), también tuvimos charlas del jefe del INTA, Daniel Iurman, y del responsable del organismo en Médanos, Vicente Larreguy", sostuvo Suárez.
"Nuestra misión es llegar al productor con tecnología y transferir la que ya está probada por investigaciones", indicó Pérez Pizarro.
En el INTA se propicia la idea de trabajar con grupos de productores. Así, hay diferentes audiencias.
Los emprendedores chicos, considerados minifundistas, son los cebolleros del área de riego de Hilario Ascasubi, por ejemplo; los medianos integran el Profam (Programa Familiar) y los más grandes forman parte de Cambio Rural.
También el maní. Otra de las alternativas que se prevé cultivar a gran escala en la zona es el maní.
"La ventaja del área de riego, tanto de Villarino como de Patagones, en cuanto a la producción de maní es que se sostiene en suelos arenosos o francoarenosos", dijo el ingeniero Pérez Pizarro.
"La principal virtud es el riego, por un lado, y, por otro, que esta zona no tiene historia en el cultivo. Si bien puede ser una complicación para introducirlo en la mentalidad del productor, la ventaja es que, desde el punto de vista de la sanidad, resulta seguro", amplió.
"Está comprobado por gente del INTA, como Raúl Mattarazzo y Julio Rivas, técnicos que vienen probando desde hace 10 años con las variedades colorado y radiado, que el maní se adapta perfectamente a nuestra zona", dijo.
La siembra se realiza en los primeros días de noviembre. La cosecha se prevé para finales de marzo.
Sustentar la inversión. El ingeniero Pérez Pizarro también aportó la idea para, con otros cultivos, afrontar gastos como el riego por goteo o alguna otra inversión.
"Así surgió el zapallito de tronco. Se plantó el 3 de febrero y, a los 40 días, lo estábamos vendiendo. Eso nos dio solvencia. Luego sumamos melón, sandía y choclo, entre otros", dijo Suárez.
Nueve productores en 80 hectáreas
El emprendimiento de aromáticas que coordina el ingeniero Julián Pérez Pizarro lo conforman:
* Clara Cousté y Juan Carlos Suárez, de Bahía Blanca, con 9 hectáreas en La Mascota.
* Raúl Peralta, de Punta Alta, con 14 has. en Hilario Ascasubi.
* Guillermo Freije, de Bahía Blanca, con 14 has. en Médanos.
* Martín Rodríguez Gil, de Médanos, con 9 has. en la propia cabecera de Villarino.
* Marisa Etchandi, de La Mascota, con 6 has. en dicha localidad.
* Carlos Millán, de Bahía Blanca, con 18 has. en Médanos.
* Martín Fernández, de Pedro Luro, con 8 has. en Colonia San Adolfo.
* Liliana Teller, de Bahía Blanca, con 20 has. en Algarrobo.
* Rubén Schmir, de Teniente Origone, con 5 has. en la misma localidad.