Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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A veinte años de la profanación de los restos de Perón

BUENOS AIRES (NA) -- Hoy se cumplen veinte años del descubrimiento de la profanación del cadáver de Juan Domingo Perón, al que le cercenaron ambas manos. El macabro episodio fue detectado al realizarse los preparativos para conmemorar el trece aniversario de la muerte del tres veces presidente argentino (1946-1952, 1952-1955 y 1973-1974).


 BUENOS AIRES (NA) -- Hoy se cumplen veinte años del descubrimiento de la profanación del cadáver de Juan Domingo Perón, al que le cercenaron ambas manos.


 El macabro episodio fue detectado al realizarse los preparativos para conmemorar el trece aniversario de la muerte del tres veces presidente argentino (1946-1952, 1952-1955 y 1973-1974).


 La investigación judicial reveló que el delito fue consumado por no menos de doce personas, aunque no se logró avanzar demasiado en la detención de los responsables, más allá de la hipótesis principal de la causa: el accionar de "mano de obra desocupada" con contactos en el poder político y las Fuerzas Armadas.


 El expediente pasó por tres jueces, pero, hasta el momento, a veinte años de aquella violación, no hay procesados.




 Pormenores. Una investigación periodística publicada en el libro La segunda muerte --escrito por David Cox y Damián Nabot-- sugirió que las manos de Perón fueron robadas por la logia italiana Propaganda Due (P2) en complicidad con algunos resabios del último gobierno militar.


 De acuerdo a esa hipótesis, la tumba del ex presidente, que tras el golpe de estado de 1976 había sido llevada al cementerio de la Chacarita, fue violada en los primeros días de junio de 1987.


 Los delincuentes abrieron la bóveda y el ataúd y con una sierra eléctrica seccionaron las manos del cuerpo, las robaron junto a un anillo, el sable, una capa y una carta manuscrita de su última esposa, María Estela Martínez.


 Un poema incluido en esa nota fue dividido en tres partes y enviado a diputados peronistas junto a un texto anónimo que llevaba por firma "Hermes Iai y los 13", frase vinculada a rituales esotéricos, que Cox y Nabot utilizaron para seguir la ruta de un antiguo rito.


 También profundizaron sobre el testimonio judicial de un ex integrante de los servicios de inteligencia durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), Leandro Sánchez Reisse, quien sindicó al titular de P2, Licio Gelli, como responsable del hecho. Ambos se conocían porque habían compartido un calabozo en Europa.


 Cox y Nabot aseguran que la profanación de la tumba buscó, mutilando el cuerpo, evitar al tránsito pacífico del alma hacia el más allá. Gelli, según los periodistas, se sentía defraudado porque Perón le había prometido la exclusividad de las exportaciones argentinas a Europa durante su tercera presidencia.


 Ese deseo de venganza empalmó con la necesidad de la "mano de obra desocupada" de crear un clima de inestabilidad durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) para trabar el desarrollo de los juicios por presuntas violaciones a los derechos humanos durante la lucha antiguerrillera.


ARCHIVO LNP


Juan Perón