Algo nuevo contra los piojos
Científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) desarrollaron un pediculicida --una crema de enjuague que combate a los piojos y desprende a las liendres del cabello-- que no contiene entre sus componentes permetrinas, piretroides, piperonil butóxidos ni lindano, insecticidas que habitualmente usan este tipo de productos.
De acuerdo con sus desarrolladores, el uso reiterado de los componentes de la lista mencionada hizo que los piojos desarrollaran mecanismos de resistencia y que terminaran constituyendo una epidemia a nivel mundial que en el caso de nuestro país lleva a que el 80 por ciento de los chicos en edad escolar estén infestados.
El producto, que debido a tales características, según la empresa que lo comercializa, no presenta toxicidad, se encuentra actualmente a la venta con el nombre comercial de "Standard XXI".
Su proceso de desarrollo se inició en el año 1996, de la mano de un grupo de investigadores del CONICET que trabajaban en la mencionada Universidad, dirigido por los doctores Armando Cicchino y Alberto Abrahamovich, y por el ingeniero químico Pedro Didoné.
La Universidad, según explican ahora las fuentes, tendría a su cargo la provisión de todos los recursos intelectuales, informativos y edilicios necesarios para el desarrollo de este proyecto, y la Droguería Suizo Argentina aportaría los fondos y parte de la logística requerida.
Piojos en laboratorio
Las investigaciones para llegar al producto final comenzaron, tal como fijan las normativas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y los protocolos habituales, por las pruebas in vitro y con animales, con varias especies de piojos y, por supuesto, con el Pediculus humanus capitas, que es el piojo que ataca la cabeza de los humanos y que es diferente del piojo que ataca el tronco o los genitales.
El objetivo era lograr una fórmula que conjugara componentes atípicos --sobre los que ya se había estado trabajando en la facultad-- para vencer la resistencia de los piojos a los insecticidas habituales, con una menor toxicidad.
Luego de unos 900 ensayos se logró la fórmula adecuada, combinando alcohol bencílico, N-N dietil m tolumida y etil butil acetilamino propionato.
El paso siguiente fueron las primeras pruebas de toxicidad, que incluyen la verificación de posibles efectos sobre la piel (toxicidad cutánea y percutánea), efectos sistémicos (en el organismo a nivel más general) y también, qué pasa en caso de que el medicamento sea ingerido.
De esta manera, mediante el testeo en animales, se obtienen las evidencias de que el producto es en principio seguro y puede ser comenzado a probar en personas.
Las pruebas de toxicidad oral fueron realizadas sobre roedores en el Bioterio de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP.
Estudios clínicos
La fase II es la que marca el comienzo de los estudios clínicos, ya en personas.
Esta segunda fase fue supervisada por la doctora Diana Hurtado, y realizada en el Hospital Zonal Especializado Dr. Noel Sbarra, con la correspondiente autorización de su director Luis García Azzarini, sobre niños en las edades más típicas de aparición de la pediculosis, entre 6 y 10 años de edad.
El producto ya tenía para esta fase de la investigación la forma de crema de enjuague, que se aplicaba en el lavado de cabeza, se dejaba actuar durante 15 minutos y luego se enjuagaba a fondo.
El estudio fue "doble ciego", de modo que ni quienes aplicaban el tratamiento ni quienes lo recibían sabían si se estaba utilizando el producto a testear, para evitar que el resultado de las pruebas sea tendencioso.
Dado que no hubo efectos adversos en ninguno de los chicos en los que se probó, el ANMAT dio vía libre para la siguiente fase (fase III), en la que se confirmó la inocuidad del producto a las dosis terapéuticas, la tolerancia al uso frecuente y la aceptabilidad de los pacientes sujetos a tratamiento.
En esta tercera fase se añadió, como centro de pruebas, el Hospital Mercante, de la localidad bonaerense de José C. Paz.
Con el pasaje a la fase IV, que consiste en el seguimiento --a cargo de la empresa Laboratorio Bioquímico Argentino SRL-- de posibles efectos secundarios del producto entre los potenciales usuarios, el medicamento queda liberado para la venta.
Complementa el tratamiento un repelente de piojos de nombre Optymus XXI, que cumple una función preventiva.
La empresa Droguería Suizo Argentina remarcó el hecho de que por las ventas del producto, la UNLP recibirá en concepto de regalías el 3 por ciento del total a lo largo de diez años.