Bahía Blanca | Viernes, 15 de agosto

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El recuerdo de la reina Beatriz, a un año de su visita

TRES ARROYOS (A) -- A un año de la visita diplomática más importante que recibió esta ciudad, en la comunidad holandesa aún persisten recuerdos llenos de orgullo y agradecimiento para con los nobles de su país de origen. El 31 de marzo de 2006, bajo un despliegue de seguridad inédito para esta región, llegó a Tres Arroyos la reina Beatriz de los Países Bajos, junto a los príncipes Máxima Zorreguieta y Guillermo de Orange. El evento duró casi dos horas, tiempo suficiente para que Tres Arroyos atrajera sobre sí los ojos de miles de personas en el mundo, y se sellaran gestos imborrables de solidaridad entre Argentina y Holanda.
Pedro Ouwerkerk, Isabela Van Strien, Zulema Bramajo (asistente de Herminia) y Herminia Ouwerkerk recordaron con cariño y nostalgia a la reina Beatriz de los Países Bajos.


 TRES ARROYOS (A) -- A un año de la visita diplomática más importante que recibió esta ciudad, en la comunidad holandesa aún persisten recuerdos llenos de orgullo y agradecimiento para con los nobles de su país de origen.


 El 31 de marzo de 2006, bajo un despliegue de seguridad inédito para esta región, llegó a Tres Arroyos la reina Beatriz de los Países Bajos, junto a los príncipes Máxima Zorreguieta y Guillermo de Orange. El evento duró casi dos horas, tiempo suficiente para que Tres Arroyos atrajera sobre sí los ojos de miles de personas en el mundo, y se sellaran gestos imborrables de solidaridad entre Argentina y Holanda.


 A un año de aquella visita, la cónsul honoraria de los Países Bajos en Tres Arroyos, Ida Van Mastrigt, afirmó que el evento fue algo que no olvidarán jamás los holandeses de esta ciudad, quienes conforman la mayor colonia del país.


 "2006 fue un año muy especial. Trabajamos muy fuerte por los holandeses y sus descendientes, porque ellos son los que tuvieron en Argentina la posibilidad de tomar contacto con una personalidad relevante. Esto fue algo que no se olvidará jamás", indicó.


 Van Mastrigt definió a la reina Beatriz como "una persona muy carismática y muy interesada en el que tiene enfrente", al tiempo que recalcó que ella se prepara para hablar con cada uno de sus interlocutores.


 La cónsul tresarroyense afirmó que luego de la visita le envió a la reina un CD y un DVD sobre su visita a la Argentina, y la reina Beatriz le escribió una carta agradeciéndole el gesto.


 "La gente que tomó contacto con la reina tendrá ese encuentro en su memoria para siempre. Además, todo Tres Arroyos se hizo conocido en el mundo", recalcó.


 En el Colegio Holandés fue donde los nobles tomaron contacto con nativos y descendientes de su patria, una experiencia que la representante legal del establecimiento educativo, Ariadna Aran, valoró sobremanera desde el punto de vista cultural.


 "Fue una oportunidad y un honor muy grande haber recibido a los reyes acá. Fue algo que se vivió desde muchos meses antes, con la preparación previa. Es destacable que los chicos hayan podido tomar contacto con una personalidad así, porque para ellos significó tener un acercamiento más profundo con la cultura de sus descendientes y la historia de Holanda", subrayó.


 Además, el reconocimiento nacional para el colegio que acompañó la visita fue algo que se continúa viviendo con mucho orgullo.


 "El colegio ahora es más conocido. Yo misma sentí esto en Buenos Aires, donde, al igual que en el interior del país, están al tanto de que recibimos la visita real", sostuvo.


 Hoy, la experiencia de la visita se nutre de recuerdos cordiales, como el de Herminia Ouwerkerk, quien asegura haberse encontrado con una persona sencilla y muy diferente a la magnificencia que sugiere la figura real.


 "Nos encontramos con una persona muy simple y amable, que además tuvo una especial consideración conmigo", apuntó, haciendo referencia a la ubicación preferencial que le dio la reina Beatriz en primera fila, ya que padece una distrofia muscular que la obliga a circular en silla de ruedas.


 "Jamás soñé que algún día iba a vivir algo así. Reconozco que no soy tan fanática de ella, pero al tener una oportunidad de esas no me la quise perder", agregó.


 Junto a ella estaban sus abuelos, Pedro Ouwerkerk e Isabela Van Strien, quienes también tomaron contacto con la reina en la carpa del Colegio Holandés y no fueron ajenos a la sorpresa que les provocó el gesto para con su nieta.


 "Nos llamó la atención el trato que tuvo la reina hacia 'Hermi', si bien en Holanda hay una atención muy especial hacia los minusválidos. La reina pidió que la pongan en primera fila y eso constituyó una actitud muy importante", reflejó orgulloso el holandés.


Un año especial







 La visita real de los Países Bajos a Tres Arroyos se dio en un año en el que Ida Van Mastrigt llegó al 30º aniversario como cónsul en Tres Arroyos, uno de los tres sitios del país --junto con Mendoza y Rosario-- en el que los holandeses pueden realizar diversas gestiones directamente con su país de origen.


 El consulado se inició en 1951, con la visita del príncipe Bernardo (padre de la actual soberana), y fue continuada por otros diplomáticos hasta Gerardo Kraan, quien mientras buscaba un sucesor para su cargo escuchó una recomendación de su esposa, Tini Zijlstra.


 La mujer le sugirió la posibilidad de que la responsabilidad recaiga sobre una dama. Ahí apareció Ida.


 "Yo era muy joven y no era tan fácil el cargo para mí, porque nunca había escrito cartas diplomáticas ni había hecho gestiones de ese tipo. No obstante, con el apoyo permanente de la embajada, todo se hizo mucho más fácil. Hoy por hoy, mientras me dé el físico, voy a seguir", prometió.

Una de arena...
Aunque prefieren no hablar del tema, el desplante del presidente Néstor Kirchner a la gala que la realeza de Holanda hizo en su honor y el de su esposa Cristina en el Teatro Colón, luego de visitar Tres Arroyos, es una circunstancia que tampoco se olvida entre los integrantes de la colonia local.





 Considerado en este distrito --off the record-- como un "histórico papelón", nunca hubo explicaciones acerca de la inoportuna decisión de Kirchner de "tomarse un descanso en Santa Cruz" justo en el día en que la comitiva real holandesa devolvía la recepción que le había hecho el presidente durante el día anterior, en el palacio San Martín de la ciudad de Buenos Aires.


 Ese 31 de marzo, por la noche, Néstor Kirchner decidió enviar en su lugar a su vicepresidente Daniel Scioli, junto a su mujer Karina Rabolini, y Cristina Kirchner. Una decisión que --según opinaron muchos oportunamente-- "no alcanzó" a recomponer el efecto del "faltazo" y para los holandeses significó la apertura de una estadística inexistente hasta el momento: la ausencia de mandatarios estatales en las galas realizadas para los países que visita la nobleza.