Passarella dejó de ser el técnico de River
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El director técnico de River Plate Daniel Passarella renunció hoy a su cargo tal como lo había prometido en mayo pasado si su equipo no ganaba un titulo en el segundo semestre del año.
El entrenador dio a conocer su decisión en una reunión de prensa, en donde no aceptó preguntas, desarrollada en el predio que River posee en Ezeiza y en donde el plantel se entrenó esta mañana.
En el segundo semestre de 2007 River quedó sin posibilidades de ganar el título del torneo Apertura y anoche Arsenal de Sarandí lo elimino, en definición mediante tiros desde el punto penal, en semifinales de la Copa Sudamericana.
El 25 de mayo pasado, día en que Passarella cumplió 54 años, el entrenador leyó ante la prensa una carta en la que anunció: "Me quedo hasta diciembre y si de aquí a ese mes no obtenemos un resultado satisfactorio, me voy y no cobro nada".
Los días pasaron, se acumularon los malos resultados (el entrenador sumó ocho torneos consecutivos dirigiendo River sin ganar nada) y las discrepancias con los dirigentes.
En el mensaje, Passarella, acosado por los magros frutos de su trabajo (quedó fuera en la fase de grupo de la Copa Libertadores), les pidió "únicamente a los verdaderos hinchas del club" que le tuvieran "paciencia hasta diciembre".
Pero los plazos se acortan y no llegó a diciembre. En una fría noche de noviembre, Passarella se retiró del maltratado campo de juego del Monumental con la cabeza gacha y el corazón riverplantense dolorido tras quedar fuera de la Sudamericana.
El tiro desde el punto penal ejecutado por el arquero de Arsenal Mario Cuenca estalló en la red del arco defendido por Juan Pablo Carrizo y no sólo selló la suerte de River en el torneo continental, también le asestó un mortal golpe al 'ciclo Passarella'.
De esta manera, Passarella cumplió con su palabra de abandonar el cargo si el equipo 'Millonario' no ganaba un título en el segundo semestre de 2007.
El ex DT del seleccionado argentino fue esclavo de sus palabras y no le quedó otro camino que cumplir con lo prometido para darle un toque de dignidad a tanta malaria deportiva que ya hizo nido en el Monental. (Télam)