El cometa McNaught, con brillo y a simple vista
¿Qué es ese resplandor que se ve por el lado del mar?
La pregunta se multiplicó anoche tanto entre los bahienses como en los whitenses y cerrenses. No muchos estaban enterados de que el cometa más luminoso de las últimas cuatro décadas viene brillando con especial fuerza en el firmamento de toda la región, donde su vertical resplandor pudo observarse a simple vista desde las 22 y durante más de una hora, cuando el cuerpo astral ocultó su cola dorada bajo el horizonte.
El espectáculo natural se inició cuando la puesta del sol oscureció el cielo de una hermosa y clara noche de verano, lo que permitió la aparición del denominado C/2006 P1 McNaught, cuya fosforescencia puede disfrutarse en esta parte del mundo desde mediados de mes y se extenderá hasta fines del mismo, siempre sobre el sudsudoeste, aunque su intensidad se irá atenuando.
Los cometas son pequeños cuerpos de varios kilómetros de extensión que giran velozmente alrededor del sol en órbitas muy elípticas o también parabólicas, y a medida que se acercan al gran astro se originan las vistosas colas y lluvias de estrellas fugaces.
En el caso del McNaught, que lleva el apellido de su descubridor, el científico australiano Rob McNaugth, tiene un ancho de 10 kilómetros y viaja a 100 kilómetros por segundo, a unos 120 millones de kilómetros de la Tierra.
McNaught, que como otros cometas está formado en su mayor parte de hielo de agua, fue descubierto el 7 de agosto de 2006 desde el Observatorio Siding Spring, cerca de Coonabarabran, en Nueva Gales del Sur (Australia), aunque sólo se había hecho perceptible a simple vista desde el Hemisferio Norte.
La creciente luminosidad del cuerpo astral, sin embargo, lo tornó también visible desde nuestro hemisferio, donde millones de personas lo observan para admiración y sorpresa de los científicos.
Su aparición en el firmamento es destacada entre los cientos de cometas registrados, por ser el más brillante entre los observados durante los últimos 42 años.
La magnificencia de su luz supera a Hyakutake (1996), a Hale-Bopp (1997) e incluso a Ikeya Seki (1965), y los astrónomos consideran que es generacional, ya que sus primeras observaciones datan del año 240 antes de la Era Cristiana.
Su brillo hizo recordar aquí al dejado en su trayectoria por el cometa Halley (1986), cuya cola estelar regresará en 2062. Precisamente, las colas caracterizan a este tipo de cuerpos, que pocas veces pueden verse a simple vista, siempre y cuando la órbita de dicho cometa cruce a la de la Tierra en algún punto.
Por el tiempo, en la inmensidad
1. Cada año se descubre una docena de cometas. Los llamados de período corto tardan menos de 200 años en dar la vuelta al sol y provienen de una zona situada más allá de Neptuno y Plutón, llamada Cinturón de Kuiper. Los de período largoproceden de un sector denominado Nube de Oort y pueden tardar 30 millones de años en completar un viaje alrededor del sol.
2. El cometa que pasó más cerca de la Tierra fue el Lexell, el 1 de julio de 1770 a 2,26 millones de kilómetros, lo que es casi 6 veces la distancia entre nuestro planeta y la luna. Se acercó tanto que la gravedad terrestre acortó tres días el período de tiempo que tarda el cometa en dar la vuelta al sol.
3. Muchas culturas consideraban a los cometas como objetos que presagiaban malas noticias. Los Egharp, miembros de una tribu de Nigeria, creían que traían epidemias, mientras que los Luba, de Zaire, los interpretaban como la muerte de un jefe. Para los Zulúes significaba la proximidad de una guerra y para los Masais, la llegada de una época de hambre para su pueblo.
Detalles
Hay más de mil cometas conocidos, pero el número aumenta casi todos los años. La mayoría de estos cuerpos tienen órbitas más excéntricas y alargadas que la de los planetas. El núcleo de un cometa puede tener hasta varios miles de kilómetros de diámetro y la cola hasta 45 millones de kilómetros de largo.